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España, el cuarto país de la UE con más paro juvenil

Como más formados están los jóvenes, más posibilidades tienen de encontrar trabajo

JOAN ABEL YUSTE e IVÁN URBINA MARTÍNEZ

02.10.2021

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Aunque todos los partidos políticos españoles prometen en cada elección medidas para reducir el paro juvenil, lo cierto es que España lleva desde la crisis del 2008 entre los países líderes en paro juvenil de la Unión Europea. Pero más allá de la fría cifra, ¿cómo es el mercado laboral que se pueden encontrar los jóvenes en España? Además, la tan manida frase de “estudia para poder tener un buen trabajo” ¿es válida, a la luz de lo que nos aportan las cifras del mercado laboral español?

Una de las mayores preocupaciones de los jóvenes es saber si podrán encontrar trabajos durante sus estudios y después de los mismos. La gran situación de incertidumbre generada por la Covid-19 ha agravado este miedo, pero ¿hasta qué punto esta situación es nueva?

Desde finales de la primera década del siglo XXI, el paro en España y en la Unión Europea ha sufrido dos grandes olas de cambio, coincidiendo con las dos grandes crisis económicas. La primera, a partir del 2008, la crisis de Lehman Brothers, que en España se agravó por el pinchazo de la burbuja inmobiliaria, y la segunda, en 2020, a raíz de la crisis provocada por la Covid-19.

En la mayoría de países de la UE, el paro juvenil se sitúa por encima de la media estatal. Es el eslabón más débil de la cadena del mercado laboral. En 2008, la media de paro a nivel europeo se situaba en el 12,3%, estando España casi seis puntos porcentuales por encima (18,2%). En el 2014, uno de los años de mayor golpeo en las cifras de paro en España, las cifras de desocupación juvenil de la población menor de 30 años ascendió a casi el 40% (39,7%), muy por encima de la media europea, que se situaba en el 18,7%. La crisis de la Covid-19 vuelve a acentuar las cifras de paro juvenil españolas. Este pasado año, el paro juvenil ha sido del 29,2%, 16 puntos por encima de la media de la UE (13,2%).


El paro juvenil ha sido del 29,2%, 16 puntos por encima de la media de la UE


Esta cifra sitúa actualmente a España como la cuarta clasificada en paro juvenil. Tan solo superada por Macedonia, Grecia y Montenegro, España, que representa la cuarta economía de la UE, está casi en la cola en desempleo de los jóvenes.

 

 

Que los jóvenes españoles estén más parados que los europeos en general, es una tendencia continuada desde la primera crisis del siglo. Los datos año a año así lo indican. Además, cabe remarcar el carácter especialmente destructivo que tienen las crisis económicas en el mercado laboral español. Si bien toda la UE destruyó mucho empleo hasta el 2014, y lo ha hecho de nuevo este último año, España aumenta mucho más su diferencia con Europa en los periodos más crudos de la crisis.

 

 

Uno de los elementos que más suele preocupar del mercado de trabajo en España es el nivel de parcialidad. Preocupa que si hay poca gente trabajando, además, trabajen poco tiempo y, en consecuencia, ganen menos, sean más pobres. Los datos no son tan dramáticos como lo son los del paro. De hecho, no se pueden catalogar de especialmente malos, más bien al contrario. Si lo comparamos con las cifras de parcialidad de la UE, España se encuentra tan solo tres puntos por encima de la media europa (22,2% de jóvenes que trabajan a tiempo parcial en la UE, 25,2% en España). Antes de las dos grandes crisis, de hecho, España se situaba por debajo de la media, en los jóvenes que tenían empleos parciales.

Sin embargo, si atendemos a los motivos de por qué la gente no trabaja a tiempo completo en los dos casos, la cosa cambia. En España, la mitad de los jóvenes que trabajan a tiempo parcial lo hacen porque no encuentran trabajo a tiempo completo, mientras que el 30% lo hacen porque lo compatibilizan con su formación. Las cifras globales de la UE indican casi lo contrario, que la mitad lo hace porque estudia, y un 25% porque no se les ofrecen contratos a tiempo completo, según los datos de Eurostat.

 

 

Sea porque se estudia o porque se trabaja, la mayoría de los jóvenes tienen una ocupación. Tanto en España como en Europa. De hecho, son pocos los jóvenes que ni estudian ni trabajan. En 2020, tan solo el 17,3% de los jóvenes menores de 30 años en España eran ‘ninis’, algo por encima que la media de la UE (13,7%). Aunque España se haya situado desde la crisis del 2008 por encima siempre de la media europea, son pocas las diferencias entre ambas cifras.

 

 

Hecha esta radiografía sobre el mercado laboral de los jóvenes en España, resulta interesante preguntarse el nivel de cualificación de estos jóvenes. ¿Se forman mucho los jóvenes en España? Y más importante aún, ¿les sirve para poder trabajar?

En este sentido, la gran pregunta es si hay diferencia a nivel de estudios entre los países de la UE y España.

Si nos centramos en el bloque obligatorio, lo que en España se conoce haber superado primaria y secundaria, observamos como la media europea es ligeramente superior a la española, ya que el 90% de los jóvenes de la UE han obtenido el certificado de la ESO. En la educación postobligatoria de primer nivel, Bachillerato y grados medios (formación profesional), encontramos una gran diferencia entre la media de la UE que alcanza el 67% de los jóvenes que tienen esta titulación, en España solo el 51% de los jóvenes la tiene, casi un 34% de jóvenes en España con titulación obligatorio decide no continuar sus estudios y pasar directamente al mercado laboral. Por último, si observamos los jóvenes con titulación universitaria y/o grado superior, vemos como España supera de forma amplia a la UE, ya que un 50% de los jóvenes tienen dicha titulación, mientras que la media de la UE alcanza únicamente el 40%.

 

 

La conclusión que podemos extraer de la titulación que tienen los jóvenes es que en España casi todos los jóvenes que empiezan la educación postobligatoria de Bachillerato y grados medios, decide seguir con la progresión y pasa a estudiar grados superiores o grados universitarios. Es decir, quien quiere formarse, casi siempre lo hace hasta tener un título superior. Por otra parte, hay más de un tercio de los jóvenes que salta al mercado laboral con la educación obligatoria y sin ningún tipo de formación específica. Las cifras de ocupación en relación al nivel de estudios, indican que están en más riesgos de caer en el paro.

De hecho, esta es la gran pregunta: los niveles altos de formación, ¿son garantía de nada?. Es lo que muchos jóvenes que estudian se preguntan, ¿tanto estudiar va a facilitar encontrar trabajo?

La primera respuesta sería que sí y, según los datos, con muchísima diferencia. En España, aquellos jóvenes que intentan trabajar con únicamente la educación obligatoria (la ESO) solo un 23,7% de ellos encuentra trabajo, ni 1 de 4. Si vamos a la educación postobligatoria de primer nivel, únicamente el 29,5% de los jóvenes encuentran trabajo, o lo que es lo mismo, ni 1 de cada 3. La gran diferencia llega con los jóvenes que tienen estudios superiores (grado universitario o grado superior) donde el 63% de los jóvenes encuentran trabajo, un poco más de 3 de cada 5.

Por lo tanto, observamos que hay una enorme diferencia de más de 30 puntos porcentuales entre los jóvenes que encuentran trabajo con una educación postobligatoria simple, a aquellos jóvenes que buscan trabajo con estudios superiores, por tanto la conclusión es que estudiar sí que importa y que contra más estudios más posibilidades hay de encontrar trabajo. En relación al apartado anterior esto es una buena noticia, ya que la mayoría de jóvenes que emprenden los estudios postobligatorios, decide llegar hasta las más altas titulaciones y tiene más oportunidades de encontrar trabajo.

 

 

Por último, otra gran preocupación de los jóvenes a la hora de escoger qué carrera van a estudiar es si esa carrera va a tener una salida profesional viable o no. Atendiendo a los datos vemos como las carreras dentro de la ramas de ciencias de la Salud y de Ingenierías y de Arquitectura, tienen una tasa de paro bastante baja, siendo estas las carreras, por tanto, con más salida laboral. Las carreras de las ramas más clásicas como son Ciencias, Ciencias Sociales y Jurídicas y Artes y Humanidades, su tasa de paro es bastante más elevada, incluso dentro de estas tres ramas, destaca levemente Artes y Humanidades.

Por lo tanto, a nivel de más facilidad en encontrar trabajo los jóvenes deberán apostar por ciencias de la Salud o Ingeniería y arquitectura, esta última rama es la que más nuevas carreras lleva creando en los últimos años, apoyada por la evolución tecnológica que vivimos de forma constante.

 

 

A la luz de todos estos datos, la situación actual no es tan mala como suele ser pintada. La importancia de obtener estudios superiores es bastante alta en relación a encontrar trabajo y aquellos jóvenes que apuestan por estudiar lo acaban encontrando. Sigue existiendo un porcentaje alto de jóvenes que deciden abandonar sus estudios con la formación obligatoria únicamente, y ellos sí que tienen problemas para encontrar trabajo. A parte de todo esto, es verdad que la obligación de trabajar de forma parcial de los jóvenes en España, ante la imposibilidad de encontrar trabajo a tiempo completo puede generar inseguridad, pero que al final, contra más estudios más posibilidades de encontrar esa estabilidad deseada.

 

¿Qué metodología se ha usado en este reportaje?

Todos los datos usados en este reportaje fueron extraídos de la base de datos de la UE (Eurostat) y de la base de datos de España (Instituto Nacional de Estadística). Por lo tanto, los países europeos que aparecen son aquellos que pertenecen a la Unión Europea. En algunas estadísticas se procedió a eliminar aquellos países los cuales sus datos no estaban publicados, para así no generar gráficos con países sin datos.

En cuanto a los periodos comprendidos usados en algunos gráficos se escogió el 2008 como punto de partida, dado que había ciertas dificultades de encontrar datos anteriores en todos los campos en los que se pretendía realizar el estudio, y en todos los países a estudiar. Así, se ha marcado 2008, el año que se inició la crisis, se señaló el 2014, la mitad entre 2008 y 2020, y momento en el que había entrado en vigor la nueva ley laboral del PP que abarataban los despidos y nos pareció conveniente, ver la evolución hasta dicho punto y luego desde ese instante hasta el 2020.

 

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