Preservamos los resultados de tu investigación

Los instrumentos de protección de la propiedad intelectual o industrial te proporcionarán el control sobre el uso de las innovaciones que produces. Te permitirán decidir cómo quieres explotarlas o llegar a acuerdos para que las aprovechen otros, y también evitarán que se beneficien terceros sin tu consentimiento.

Una buena protección es un incentivo para atraer a empresas e inversores a tu proyecto, por la seguridad que les ofrece. Por otra parte, es primordial que las innovaciones que generas no vulneren derechos ajenos.

En este ámbito te ofrecemos:

  • Asesoramiento y apoyo en la protección de los resultados de la investigación.
  • Asesoramiento y apoyo sobre la viabilidad legal de la explotación.
  • Estrategia de propiedad intelectual e industrial para grupos de investigación.

Preguntas frecuentes

Te recomendamos que tengas en cuenta la posible protección y transferencia de los resultados futuros desde el comienzo de tus proyectos de investigación. También debes tener cuidado para no infringir derechos de terceros que puedan afectar a una posible explotación. Si necesitas ayuda con estas cuestiones, ponte en contacto con nosotros.

Cuando tu investigación ya ha dado sus frutos y quieres valorar si son potencialmente explotables es importante que nos informes lo antes posible para que te podamos asesorar. Ten en cuenta que publicar los resultados de la investigación puede comprometer la posibilidad de protegerlos.

 

Depende del tipo de resultado de la búsqueda que quieras proteger y del uso que quieras hacer, pero las figuras más habituales son estas:

Herramienta Aplicación
Patentes Invenciones (soluciones tecnológicas novedosas).
Derechos de autor / propiedad intelectual Obras literarias, dibujos, programas de ordenador y bases de datos.
Secreto empresarial Conocimiento con valor económico que no se quiere hacer público.

Registro de marcas

 Signos distintivos para identificar productos o servicios en el mercado.
Contratos Acuerdos con terceros sobre la propiedad y el uso de tecnologías y conocimientos.
Otros derechos de propiedad intelectual o industrial Diseños industriales, obtenciones vegetales...

 

Una patente es un título de propiedad sobre las invenciones otorgado por el Estado. Permite impedir a terceros la fabricación, venta o utilización comercial de la invención protegida en un período y territorio determinados.

No serán consideradas invenciones patentables -entre otras- los descubrimientos, teorías científicas, métodos matemáticos y programas de ordenador, salvo algunas excepciones.

 

Las condiciones básicas que debe tener una invención para ser patentable son tres:

  • Que sea una novedad: que no esté comprendida en el estado del arte (es decir que no haya sido publicada antes en ningún sitio, por ningún medio oral o escrito).
  • Que implique actividad inventiva: que, teniendo en cuenta los documentos que forman parte del estado del arte, la innovación no resulte obvia para una persona experta en la materia.
  • Que tenga aplicación industrial: que pueda ser útil en cualquier ámbito de actividad económica.

No, si haces público el resultado de una investigación no lo podrás patentar. Uno de los requisitos para patentar una invención es que represente una novedad respecto al estado del arte, y la legislación considera que todos los documentos publicados forman parte del estado del arte. Por tanto, si divulgas tu invención antes de solicitar la patente, no será patentable por falta de novedad.

Sí, una vez presentada la solicitud puedes divulgar sus contenidos sin restricciones. Pero, si quieres patentar desarrollos posteriores de la invención, tendrás que mantener la confidencialidad de las novedades implicadas. En cualquier caso, deberás tener en cuenta tu estrategia de transferencia.

Las patentes son incentivos para que las invenciones lleguen al mercado. Este instrumento jurídico otorga a los inventores un monopolio de 20 años para comercializar su invención a cambio de publicarla con suficiente detalle. De esta forma, la comunidad científica puede utilizar el conocimiento para seguir avanzando en la investigación, pero nadie podrá explotar la invención sin autorización.

Por eso, proteger tu innovación mediante una patente solo tiene sentido si tu objetivo es comercializar tu invención.