"He tenido una larga vida de trabajo, dedicada a lo que para mi ha sido no solo una profesión, sino mi manera de contribuir a una visión crítica del mundo en el que vivo -lo que Pierre Vilar llamaba "pensar históricamente"- y de colaborar de alguna forma con quienes luchan por cambiarlo."

Ningún otro historiador ha disfrutado de tanta influencia en España y Latinoamérica, a lo largo de más de cuatro décadas, como Josep Fontana. Sin lugar a dudas ha sido uno de los grandes historiadores europeos contemporáneos.

Nacido el 20 de noviembre de 1931, estudió Filosofía y Letras en la Universitat de Barcelona, donde se licenció en Historia en 1956 y leyó su tesis de licenciatura, dirigida por Jaume Vicens Vives. Al mismo tiempo, entre 1951 y 1954, cursó estudios de filología, literatura e historia catalana en los Estudis Universitaris Catalans, impartidos por los profesores Ferran Soldevila y Jordi Rubió i Balaguer. El curso 1956-1957 fue profesor auxiliar en la School of Hispanic Studies de la Universidad de Liverpool donde trabó amistad con el historiador John Lynch. Entre 1957 y 1966 fue ayudante de Jaume Vicens Vives (que falleció en 1960) y de Jordi Nadal en la Facultad de Ciencias Económicas de la Universitat de Barcelona, tarea que se vio interrumpida porque en 1966, el año de la Capuchinada, fue represaliado junto con otros compañeros por su militancia democrática. Entonces, con algunos de ellos, trabajó dirigiendo la sección de historia de la edición española de la Enciclopedia Larousse.

En 1968 retomó la labor docente en la nueva Universitat Autònoma de Barcelona como profesor agregado interino. Al cabo de dos años se doctoró bajo la dirección de Fabià Estapé con la tesis que dio lugar al libro La quiebra de la monarquía absoluta, publicado en 1971, y que tuvo un impacto extraordinario en la historiografía española por su carácter renovador, combinando la historia económica y la política. En 1974 ganó la plaza de catedrático de historia económica en la Facultad de Ciencias Económicas y Empresariales de la Universitat de València; eran los años del despertar político y cultural de finales del franquismo y en la ciudad del Turia encontró un ambiente de inquietud intelectual y efervescencia cultural. Coincidió con Ernest Lluch en la activa facultad de Económicas, al tiempo que se relacionó con Joan Fuster y Vicent Ventura. Al cabo de dos años retornó a la UAB, donde estuvo hasta 1990. El curso 1990-1991 inició su fecunda etapa en la Universitat Pompeu Fabra, donde creó el Institut Universitari d'Història Jaume Vicens Vives y fue uno de los fundadores de la carrera de Humanidades.

Fontana siguió los pasos de los maestros Ferran Soldevilla, Jaume Vicens Vives y Pierre Vilar (y de forma más puntual Ramon Carande), un legado que no se cansaba de recordar. Como ha dejado escrito Jordi Nadal (autor de El fracaso de la revolución industrial en España, la otra gran obra renovadora de la historiografía española junto a La quiebra de la monarquía absoluta), la obra de Fontana, "extremadamente ambiciosa, excepcionalmente entretejida y notablemente comprometida" se caracteriza "por la voluntad de ser útil, de implicar a los mortales en la marcha del mundo". Este compromiso impregna todo el trabajo de Fontana hasta el punto de devenir uno de sus elementos distintivos.

El historiador ha dejado una amplísima obra, atípica en el mundo académico, que no se encasilla en cronologías ni temas específicos, elaborada siempre con gran rigor. Dejando al margen infinidad de prólogos, ponencias en congresos, conferencias y artículos, cabe señalar, en primer lugar, el conjunto de obras relacionadas con la crisis del Antiguo Régimen, o como él prefería decir, sobre la construcción del nuevo régimen liberal, y que constituyó el núcleo duro de su investigación: La quiebra de la monarquía absoluta (1971), Hacienda y Estado en la crisis del final del Antiguo Régimen español, 1822-1833 (1973), La revolución liberal. Política y Hacienda, 1833-1845 (1977), el quinto volúmen de la Història de Catalunya, dirigida por Pierre Vilar, <<La fi de l'Antic Règim i la industrialització, 1787-1868>> (1988), La revolució liberal a Catalunya (2003), De en medio del tiempo. La segunda restauración española, 1823-1834 (2006), La época del liberalismo, volumen 6 de la Historia de España que coordinó con R. Villares (2007) y la obra póstuma Capitalisme i democràcia, 1756-1848. Com va començar aquest engany (2019). 

Otro bloque temático es el de la reflexión en torno a la ciencia histórica, la historiografía y su uso social, que inició con La historia (1974), un libro divulgativo que tuvo gran impacto, y que prosiguió con Historia. Análisis del pasado y proyecto social (1982), La història després de la fi de la Història (1992), Introducció a l'estudi de la història (1997) y La història dels homes (2000).

El tercer bloque es el de historia del mundo a partir de 1945: Por el bien del imperio (2011), El futuro es un país extraño (2013), El siglo de la revolución (2017) y La crisi com a triomf del capitalisme (2018). En opinión de Gonzalo Pontón "las mil ochocientas páginas de texto que suman los tres primeros libros constituyen, simple y llanamente, la mejor historia del siglo XX que se haya publicado jamás en el mundo".

El cuarto, de análisis sobre las identidades colectivas, que ha tenido un gran eco: Europa ante el espejo (1994) y La formació d'una identitat. Una història de Catalunya (2014). Cabe remarcar que la primera se ha traducido a 11 idiomas, incluido el chino; y que la segunda se está traduciendo al japonés.

De su impacto en la historiografía da testimonio la obra Història i projecte social. Reconeixement a una trajectòria (2004), en tres volúmenes, publicada en homenaje a Fontana con motivo de su jubilación, en la que colaboraron 129 historiadores. También los reconocimientos institucionales que mereció: el VII Premi Fundació Catalana de la Recerca (1997), la Medalla d'Or al Mèrit cultural del Ayuntamiento de Barcelona (2002), el Premi Narcís Monturiol (2003), la Creu de Sant Jordi (2006), el Premio Nacional de Cultura (2007) y la Medalla d'Or Ciutat de Barcelona (2018). Además de diversos doctorados Honoris Causa: por la Universidad Nacional del Comahue (2002), la Universitat Rovira Virgili (2010), la Universidad de Valladolid (2011), la Universitat de Girona (2013) y la Universitat de València (2016). Ya fallecido, la UPF organizó, el 19 de noviembre de 2018, un acto de recuerdo de "colegas, discípulos y amigos de la figura del maestro", en el que, además del rector Jaume Casals, intervinieron 35 historiadores de diversas universidades catalanas y españolas y diferentes disciplinas.

El perfil intelectual de Josep Fontana quedaría incompleto si no mencionásemos su importantísima tarea editorial. Hijo de un librero de viejo, devino un experto bibliógrafo y bibliófilo. Tuvo un papel destacado en la editorial Ariel, a finales de los 1960, decisiva en la renovación historiográfica en España. En 1976 nacía Crítica, que puso a disposición del público las mejores obras que se escribían en el mundo occidental sobre historia, pensamiento, literatura y ciencia, dando a conocer la obra de grandes historiadores como Pierre Vilar, E. P. Thompson, Eric Hobsbawm, Michel Vovelle, Christopher Hill, Maxine Berg, David S. Landes, Jan de Vries o P. Kriedte, entre otras, además de las obras más importantes de la historiografía española. Fontana fue director de colecciones hasta el último momento de su vida con Gonzalo Pontón y, en los últimos años, junto a Carme Esteban. 

Y el perfil seguiría quedando incompleto sin no mencionásemos el compromiso cívico del historiador, preocupado en primer lugar por explicar una historia razonada de los problemas de las mujeres y los hombres, pero también en proporcionar una mirada crítica a la sociedad actual, siempre con el objetivo de construir un mundo mejor y más justo.

(Extraído de J. Albareda, "Josep Fontana, la història per explicar els problemes dels homes i les dones", L'Avenç, 470, pp. 34-45)