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(Valladolid, 1914 – Madrid, 2005)

 

Julián Marías ha sido sin duda el escritor que ha destinado más numerosos y constantes esfuerzos al análisis y perpetuación de la obra del maestro de muchos, José Ortega y Gasset, pese a que su fe católica había de alejarlo de algunos planteamientos del maestro. También es, probablemente, quien ha tratado de sostener una actitud más próxima a su talante intelectual en muchos aspectos de su trayectoria y en circunstancias a menudo muy difíciles, como la posguerra. Su obra más personal, como es la Antropología metafísica. La estructura empírica de la vida humana (1970), ha buscado su definición propia fuera o al margen de la obra de Ortega.

 

Desde el final mismo de la Guerra Civil, que él pasó en Madrid como secretario personal de Julián Besteiro —según ha relatado en unas muy desiguales y complacientes memorias en tres volúmenes, Una vida presente (1988-1990)—, Marías ha sido autor de diversos manuales muy divulgados, como una Historia de la filosofía (1940) que ha conocido múltiples reediciones, pero también un Miguel de Unamuno en 1943 y muy poco después una síntesis sobre Filosofía española actual: Unamuno, Ortega, Morente, Zubiri, también en Espasa Calpe. Fue además quien más activo se mostró en las tentativas de hacer valer la palabra de Ortega en la España de Franco, a través del Instituto de Humanidades, donde intervino con frecuentes cursos y conferencias entre 1948 y 1950. De ahí saldría uno de sus libros más influyentes, El método histórico de las generaciones (1949), surgido precisamente de un ciclo de conferencias.

 

Al margen de la ya citada Antropología, Marías ha orientado su esfuerzo en tres vertientes. De una parte, el estudio y exégesis devota del maestro, que culmina en Ortega. I. Circunstancia y vocación; II. Las trayectorias, que cerraba un ciclo de múltiples ensayos anteriores. De otra parte, un ensayismo muy apegado al día a día, que procura sustraerse a las redes de la nimiedad o el accidente secundario e irrelevante. Muchos de sus artículos, fruto de una constante colaboración en revistas culturales y periódicos, muy en particular el ABC, han sido reunidos por el autor en numerosos volúmenes como Aquí y ahora (1954), Ensayos de convivencia (1954), El intelectual y su mundo (1956) o sus Meditaciones sobre la sociedad española (1966).

 

Por último, cabría señalar dentro de su prolífica obra un tercer frente de actividad relacionado con aspectos de historia cultural y política y que ilustra un libro como Los españoles (1962), producto en parte de una polémica mantenida con Herbert Mead en la que participaron, asimismo, otros intelectuales, como Aranguren o Garagorri, y un buen libro como fue, en aquel contexto y por sí mismo, La España posible en tiempos de Carlos III (1963), o todavía su Cervantes, clave española (1990). Marías es autor también de libros de viajes con vocación ensayística —y algún pecado de soberbia, como su infeliz Consideración de Cataluña, de 1966— y de múltiples reseñas cinematográficas que redactó semanalmente para Blanco y Negro —algunas de ellas reunidas en Visto y no visto—, aparte de su asidua colaboración en la revista Cuenta y Razón, fundada por él mismo. Sus obras completas publicadas por su editorial más natural, Revista de Occidente, quedaron muy cortas en sus ocho tomos publicados entre 1958-1970.

 

JG y DRdM

 

Fue objeto en 1984 de un Homenaje publicado por Espasa-Calpe en 1984 que no atenuó el sentimiento de ingratitud que la España democrática le causó a la vista de los tres volúmenes de sus memorias, Una vida presente (Alianza, Madrid, 1988-1989), y que su hijo Javier Marías ha ratificado en alguna ocasión (Vida del fantasma, El País-Aguilar, Madrid, 1995). De 2007 es la edición de algunos valiosos artículos de 1939 a cargo de Heliodoro Carpintero, Una voz de la tercera España. Julián Marías, 1939 (Biblioteca Nueva), pero destacamos el temprano artículo de Juan López-Morillas en Papeles de Son Armadans, 43 (1959), el capítulo que le dedica Carpintero en Cinco aventuras españolas (1967), el libro de Thomas Mermall, La retórica del humanismo (Taurus, Madrid, 1978), la síntesis de Antón Donoso, Julián Marías (Tamesis, Londres, 1982) y Clara Z. Hernández-Castro, Las ideas literarias de Julián Marías, una relación estrecha con su filosofía (Ann Arbor 1991). Fue simultánea la publicación de la monografía de Harold C. Raley, A watch over mortality: the philosophical story of Julián Marías (State University of New York Press, Albany), y Julián Marías: una filosofía desde dentro (Alianza, Madrid, 1997), y a las páginas que le dedica José María Beneyto en Tragedia y razón (Taurus, Madrid, 1999) añadimos el homenaje más reciente de numerosos amigos y discípulos titulado Un siglo en España: homenaje a Julián Marías (Alianza, Madrid, 2002). Al año siguiente aparecía la tesis doctoral de Javier Pérez Duarte, Claves del pensamiento político de Julián Marías, autor también en 2010 de La persona como proyecto: los derechos humanos en Julián Marías (ambos en la Universidad de Deusto). Puede verse la síntesis de su pensamiento político que hace Enrique González Fernández, Pensar España con Julián Marías (Rialp, Madrid, 2012).