El ministro de Ciencia, Innovación y Universidades, Pedro Duque, expresó la semana pasada la relevancia del hallazgo de un lago en Marte. “Por fin, hay datos fehacientes de la existencia de agua líquida en Marte” y que la autoría de este hallazgo sea de científicos de la Agencia Espacial Europea (ESA)”, afirmó. 

La directora del Centro de Estudios de Ciencia, Comunicación y Sociedad de la Universidad Pompeu Fabra (CCS-UPF), Gema Revuelta, señala que para la comunicación científica es esperanzador tener un ministro de ciencia que no solo tiene conocimientos, sino que es el primero en comentar las noticias científicas en los medios más populares.  

“Su empeño en que la ciudadanía española mejore su cultura científica no es algo que le llegue con el cargo. Por el contrario, Duque ha dedicado muchas horas de su vida, de manera voluntaria, a explicar la ciencia a adultos y a niños, despertando incluso alguna que otra vocación científica”, señala Gema Revuelta, quien dirige también el Máster en Comunicación Científica, Mèdica y Ambiental de la Barcelona School of Management - UPF.

Revuelta insiste en que la noticia de que hay evidencias de agua líquida en Marte es importante pues esta es una de las características que, en la Tierra, han sido básicas para la creación de vida, por lo que en el planeta rojo podría haber ocurrido lo mismo. “Por eso hace décadas que la ciencia busca pruebas de la existencia de agua.

Eso no quiere decir que se haya demostrado que exista vida, ni siquiera una mísera y diminuta bacteria compuesta por una sola célula”. Sin embargo, este tipo de noticias a menudo genera especulación en algunos medios. “Lo que sucede es que los “marcianos” como los de las películas de ciencia ficción siguen estando muy vivos en nuestras mentes”, añade. 

En su opinión, ante este acontecimiento, los medios se han dividido en tres posturas. Argumenta que por una parte están los que han cubierto la noticia con claridad, explicando la relevancia del asunto pero sin especular, que  hay un segundo grupo de medios “por desgracia el más numeroso” que están tan preocupados por explicar los asuntos de política, deportes, corazón y sucesos que no son capaces de comprender que un descubrimiento científico como el que se acaba de producir sería mucho más interesante para sus lectores”.

“Finalmente -agrega- están los medios más sensacionalistas, a quienes les gusta dar rienda suelta a la imaginación y han presentado la información como si se estuviera anunciando la presencia de vida extraterrestre, algo totalmente desproporcionado”.   

Revuelta apunta que es evidente que faltan comunicadores que comprendan el valor de los hallazgos y que ayuden a los ciudadanos a entender por qué este tipo de noticias son importantes. “Pero también -señala - que pongan la noticia en su sitio.

La formación en ciencia es básica para que los comunicadores ofrezcan un buen servicio a la ciudadanía. Pero los medios deben también apostar por ellos. Deberíamos reclamar más calidad en la información científica”. En este sentido apunta que este buen servicio es aún más exigible cuando se trata de medios de comunicación públicos.

“Por ejemplo _argumenta_, no es admisible que TV1 emita un programa, en horario máximo de audiencia, en el que se habla de apariciones extraterrestres, presencias extrañas y un sinfín de sinsentidos que confunden al público. Las teorías conspirativas y el pensamiento mágico no nos van a ayudar a enfrentarnos a la vida, sino que nos sumen en el universo de la charlatanería y la estafa. Es un claro paso hacia atrás”. 

Artículo publicado en La Vanguardia el 30 de julio del 2018. 

Imagen: La astrofísica italiana Elena Pettinelli ofreció una rueda de prensa en la sede de la Agencia Espacial Italiana (ASI) sobre la existencia de agua líquida en Marte. (Alessandro Di Meo / EFE)