Muchas personas han celebrado la noticia del nombramiento de Pedro Duque como ministro de Ciencia, Innovación y Universidad. Ya sea por el hecho de recuperar un ministerio específico que vele por la ciencia o bien porque este esté liderado por una de las caras más conocidas de la ciencia española.

Además de ser el primer astronauta de nacionalidad española y de todos sus logros científicos, Pedro Duque lleva ya tiempo siendo crítico con el sistema de I+D+i de nuestro país. “Si continuamos no invirtiendo en el futuro, se hundirá el país para siempre”, proclamó en 2013, durante las mayores movilizaciones de científicos contra los recortes del Gobierno de Mariano Rajoy.

Es también un firme defensor de una educación pública, gratuita y de calidad que calificó como “base para el desarrollo” hace solo unos meses. “Creo obvio que la educación primaria, la universitaria, la promoción de la ciencia y la de la tecnología son inversiones porque se pueden esperar razonablemente de ellas rendimientos futuros. Veo con mucha preocupación que se trate estas partidas como si fueran gastos”, escribió en 2012 en una carta abierta en El País.

En numerosas ocasiones ha hablado abiertamente en contra de las pseudociencias como la homeopatía o el Reiki. “Nunca está de más recordar: la homeopatía no es medicina natural ni es curar con hierbas. Por ejemplo, este “medicamento” lo hacen con pises de varón afectado de gonorrea. ¿Estamos locos o qué? Y no es lo peor” twitteó en mayo de 2018.

Todo esto hace pensar que, como ministro, Pedro Duque va a velar por mantener, fomentar y mejorar los pilares de la I+D+i: educación, investigación, innovación y divulgación. Sin embargo, en su investidura, el actual presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, admitió que iba a aceptar los presupuestos diseñados por el Partido Popular. Es decir, las posibilidades de que se destinen más recursos a la ciencia son mínimas.

El informe que anualmente publica la Fundación COTEC refleja que España no ha recuperado los niveles de ejecución de gasto I+D ni del sector público ni del empresarial previos a la crisis. Si tenemos esto en cuenta, fuera de los límites presupuestarios, Pedro Duque cuenta con un amplio margen de maniobra para mejorar la situación actual.

Por otro lado, el nuevo Gobierno socialista tiene intención de mantenerse durante los dos años que quedan de la legislatura. Un tiempo muy corto para revertir esta situación que lleva en la misma línea durante casi una década.

Poco tiempo, presupuestos preestablecidos e incertidumbre para los del año que viene no son condiciones que auguren grandes cambios. Sin embargo, Duque es un referente científico en España, una figura que inspira respeto y también simpatía, por lo que confiamos en que sus compañeros de gobierno y los de la oposición le escuchen. Además, al haber mostrado públicamente estas opiniones sobre el sistema de ciencia y tecnología durante tantos años, tiene números para ser un buen catalizador de la cultura y la educación científicas, así como para promocionar la importancia de la investigación.

Artículo publicado en La Vanguardia el 27 de junio.