La banda més postmoderna de la nostra activitat acadèmica: opinions dels estudiants del Màster sobre estrenes recents.

CARTELLERA

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'Mad Men': la expresión audiovisual de la melancolía

Alberto Navarro

Decía Borges que “nuestra mente es porosa para el olvido” (1982:79). El paso del tiempo, reflexionaba el escritor, provoca la pérdida de los matices que hacen de un recuerdo concreto un gesto con identidad propia. Es en ese instante cuando resalta el ser humano como ente narrador, capaz de tejer entre el “falseo” y la “pérdida” esa experiencia pretérita. Momento en el cual el pasado se recupera a través de la idealización. No se rememora lo que fue, sino lo que deseamos que hubiera sido. Los relatos a la luz de una referencia histórica juegan, en muchas ocasiones, con este recurso: la facultad de generar un recuerdo mediante el imaginario de un instante, distanciado de una posible verificación.

Episodio “La Rueda” (#1x13: The Wheel, Matthew Weiner, AMC: 2007) de Mad Men (Mathew Weiner, AMC: 2007-2015)

Es, por ende, una aproximación narrativa a la melancolía. Estado emocional que el filósofo italiano Giorgio Agamben entiende como “la capacidad fantasmática de hacer aparecer como perdido un objeto inapropiable” (2006). Esto es, la añoranza por un objeto –sea una etapa vital, un amor, una amistad…– que nunca perdimos porque nunca pudimos poseer. La ficción audiovisual, así como un gran número de expresiones artísticas de la contemporaneidad, se ha abrazado a este concepto. La serialidad televisiva, tan cercana a las pulsiones sociales de nuestro tiempo, no ha sido menos. La melancolía, entendida desde este sentido agambeniano, tiene en Mad Men (Mathew Weiner, AMC: 2007-2015) su punto de encuentro en el serial catódico. 

 

  1. “Volver al lugar donde sabemos que nos aman”

El episodio “La Rueda” (#1x13: The Wheel, Matthew Weiner, AMC: 2007) de Mad Men consolida la atmósfera melancólica que envolverá el resto de la serie. Su protagonista, el publicista Don Draper –John Hamm–, presenta la campaña que su agencia, Sterling Cooper, ha preparado para los novedosos proyectores creados por Kodak.

En su exposición, Don Draper alude a una de las máximas con las que trabaja la publicidad, extrapolable aquí al relato serial de Mad Men: la creación del “anhelo”. Don, en un momento personal de crisis familiar, empleará el producto para exhibir una secuencia de fotografías de él junto a su mujer e hijos. El nuevo invento es concebido por el protagonista como una máquina generadora de nostalgia, una “vieja herida” que, explica el personaje, “nos lleva al lugar donde nos duele ir de nuevo”, devolviéndonos “al lugar donde sabemos que nos aman”.

Pero no es nostalgia sino melancolía lo que expresa Don Draper. No es la ambición por recuperar un tiempo vivido sino la construcción de un pretérito moldeado, preciosista, cautivador, que genera ese deseo de regresión. Don adapta su pasado, a partir de fotografías muy concretas de paz y armonía familiar, para dibujar su propio estado de melancolía. Para anhelar un tiempo en el que, aparentemente, era feliz. 

 

  1. Compartir el pasado para satisfacer el presente. Otra forma de melancolía

El ejercicio que articula Don en la secuencia descrita se ve dominado por un presente diegético traumático. Un hombre que lo tiene todo –familia, trabajo, dinero–, pero arrastra una infancia oscura y una juventud marcada por su dramático servicio militar en la Guerra de Corea. Son sus ocultas experiencias del pasado las que abruman al protagonista. Secretos tormentosos de los que progresivamente se desprenderá a lo largo del relato en busca de limpiar su conciencia.

En ese trayecto, se activa una segunda vertiente melancólica en la serie. Aquella que el filósofo esloveno Slavoj Žižek relacionaba con la pérdida de deseo por un objeto, una vez éste se ha poseído: “El melancólico no es primordialmente el sujeto que está fijado en el objeto perdido […] sino más bien el sujeto que posee el objeto y que ha perdido el deseo de él”, manifiesta Žižek (2002). La infelicidad de Don, pese a su éxito social y vital, se articula a partir de este concepto emocional, tan ligado a la sociedad de consumo de los años sesenta en la que se ambienta Mad Men. Cuestión más que presente, todavía, en nuestra contemporaneidad. Don convertirá la honestidad en el mayor aliado para combatir la infelicidad permanente.

Episodio “Cosas a cargo” (#6x13: In care of, Matthew Weiner, AMC: 2013) de Mad Men. (Mathew Weiner, AMC: 2007-2015)

Un ejemplo de ello es el episodio “Cosas a cargo” (#6x13: In care of, Matthew Weiner, AMC: 2013). Don muestra a sus hijos el hogar donde creció. Un antiguo prostíbulo en ruinas ubicado en un barrio marginal, alejado de la elegancia de la Avenida Madison de Nueva York, donde transcurre gran parte de la trama serial. El protagonista comparte, ante la incredulidad de sus hijos, su traumático pasado, en un intento de despojarse de un presente que, tras su superficial plenitud, esconde una angustia vital. Este gesto es la fórmula empleada por Don Draper para reactivar el deseo, para combatir la melancolía. Esa que se instaura en el discurso de Mad Men, erigiéndola como una de esas obras capaces de encontrar cobijo a una emoción dentro del complejo lenguaje audiovisual.

 

Bibliografía

Agamben, Giorgio (2006). Estancias. La palabra y el fantasma en la cultura occidental. Valencia: Pre-textos. Traducción de Tomás Segovia.

Borges, Jorge Luis (1982). El Aleph. En J.L. Borges, Narraciones (pp. 59-80). Barcelona: Salvat.

Pintor, Ivan (2009). Melancolía y sacrificio en la ciencia ficción contemporánea. Formats. Revista de comunicació audiovisual (UPF), 5.

Žižek, Slavoj (2002). ¿Quién dijo totalitarismo? Cinco intervenciones sobre el (mal) uso de una noción. Valencia: Pre-textos. Traducción de Antonio Gimeno Cuspinera.