Joaquim Gea es catedrático de Fisiología del CEXS y actual decano de la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida de la UPF, un centro que este año sacarà su primera promoción de graduados en Medicina (UPF-UAB) y una de las tres instituciones que conviven en el edificio Dr. Aiguader del Campus Universitari Mar, que el pasado 10 de junio acogió el acto de finalización de su remodelación.

Recientemente ha sido nombrado por la Sociedad Española de Neumología y Cirugía Torácica (SEPAR) como uno de los dos representantes estatales en la Agencia Europea para la Acreditación de la Neumología (European Board for Accreditation in Pneumology, EBAP). Esta agencia, dependiente de la European Respiratory Society (ERS), tiene como objetivo establecer las competencias de los médicos especialistas y velar por la educación continuada de estos profesionales.


-¿Cómo valora haber sido nombrado representante estatal en la EBAP?

Estoy muy honrado por la propuesta, y pienso que probablemente se ha valorado mi trayectoria en la educación biomédica, tanto a nivel del grado como del postgrado académico y los estudios de especialización (residencia).

- Recientemente tuvo lugar el acto de finalización de las obras del edificio docente del Campus Universitario Mar. ¿Qué aporta la convivencia de tres instituciones (UPF, UAB, IMAS) en un mismo espacio?

Es una situación única, que nos permite compartir culturas y experiencias complementarias de las diferentes instituciones. Por otra parte, la mezcla de estudiantes de varios grados es muy enriquecedora y les servirá de preparación para trabajar juntos en el futuro, ya sea en asistencia, en investigación o en docencia. Finalmente, disponer de un hospital (Hospital del Mar) y un centro de investigación (PRBB) a pocos metros de la Facultad es también una oportunidad única para integrar de manera coherente todas estas actividades.

- ¿Cómo repercute en la calidad de la docencia el hecho de compartir instalaciones?

La verdad es que hay que reconocer que supone un reto por las limitaciones del espacio que sufrimos; pero a la vez es una oportunidad para buscar sinergias y generar culturas compartidas. Actualmente, la docencia en los grados biomédicos no se entiende si no es desde una óptica de multidisciplinariedad, en la que profesores con varias licenciaturas/grados favorecen el aprendizaje de estudiantes del mismo o de otros grados.

"La mezcla de estudiantes de varios grados es muy enriquecedora y servirá de preparación para trabajar juntos en el futuro, ya sea en asistencia, en investigación o en docencia"

- Los estudios de Medicina eran una demanda histórica de la UPF. ¿Como ve, con la perspectiva del tiempo, todo lo que se ha conseguido?

Creo sinceramente que, conjuntamente con los compañeros de la UAB, hemos conseguido unos estudios médicos de alto nivel. Esto se constata tanto por el conjunto de conocimientos de nuestros estudiantes (no sólo en las disciplinas clínicas, sino también en las más básicas) como por las competencias adquiridas, ya sea estrictamente biomédicas o transversales (búsqueda bibliográfica, trabajo en equipo, exposiciones orales o en formato póster, etc).

- Este año saldrá la primera promoción de graduados en Medicina. ¿Qué representa este hecho para la UPF y la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida?

Pienso que es un hito histórico para la UPF, ya que tradicionalmente los estudios de medicina son los que más visualización dan a cualquier universidad. En este caso, la meta es por partida doble, al ser unos estudios que tanto costó conseguir. En cuanto a la Facultad, es la oportunidad de volver al proyecto original, que fue muy innovador: hacer que los estudiantes de diversos grados de las ciencias biomédicas (biología humana, medicina, ingeniería biomédica, enfermería) se formen conjuntamente, compartiendo experiencias que les serán muy útiles para trabajar juntos más adelante.

- ¿La docencia en el ámbito de la medicina es especialmente compleja, por la responsabilidad social que comporta la profesión?

Ciertamente, nos permite menos grado de libertad en la enseñanza que en otros grados. Hay que garantizar que los profesionales que salen de nuestra facultad puedan ejercer perfectamente como médicos generales, a la vez que tenemos que dotarles de las herramientas necesarias para sacar una buena plaza en el MIR, ya que esto condicionará de forma muy importante su futuro profesional . Sin embargo, no olvidamos nuestro "toque personal": una buena formación humanística, en ciencias básicas y en competencias transversales, y al mismo tiempo una iniciación a la investigación biomédica, que los haga altamente deseables para nuestro sistema de salud. Respecto a la investigación médica, se ha diseñado un trabajo de fin de grado que intenta emular el aprendizaje del máster, ya que los graduados en medicina les será convalidado automáticamente este nivel académico. Tan sólo dos universidades del Estado español han optado por este modelo, que da un gran peso al aprendizaje de la investigación en salud en el ámbito del grado.

- ¿Con qué bagaje diferencial cree que salen los graduados de la UPF respecto a otros centros?

Aparte de los aspectos más genéricos de su formación, que intentamos hacer al máximo nivel posible, es fundamental que los futuros médicos se formen en las competencias transversales y en las herramientas de las ciencias más básicas, ya que esto les dará un perfil diferenciado y en la parte alta del espectro profesional. Al mismo tiempo, estamos poniendo mucho énfasis en el hecho de que no se descuiden los aspectos humanísticos y éticos de la profesión médica. Nos gustaría que este sello de la Facultad permitiera distinguir en el futuro nuestros estudiantes en las instituciones donde trabajen.

"Aparte de los aspectos más genéricos de su formación, es fundamental que los futuros médicos se formen en las competencias transversales y en las herramientas de las ciencias más básicas, ya que esto les dará un perfil diferenciado"

- ¿De qué manera se vincula estos futuros médicos con la práctica real de la medicina en el transcurso de sus estudios?

Este es otro rasgo diferencial muy valorado por nuestros estudiantes: el contacto con el ejercicio real de la profesión y con los pacientes se da desde el primer curso, con estancias en consultas reales de médicos del sistema público de salud. Más adelante, las oportunidades regladas de contacto clínico son constantes a lo largo de toda la carrera, con un curso rotatorio en el último año del grado, que se ha remodelado para que ocupe todo el curso académico y se hace en grupos muy pequeños de estudiantes. Aquí el esfuerzo y el entusiasmo del profesorado, tanto de la UPF como de la UAB, ha sido muy meritorio.

-¿Cómo ve el futuro profesional de los jóvenes graduados?

Excelente. A pesar de la situación económica actual tanto en la medicina pública como en el mundo de la biomedicina en general, nuestros estudiantes serán altamente competitivos y estoy convencido de que recogeremos los frutos del esfuerzo de todos. Inicialmente, en la convocatoria MIR en que participarán desde este año nuestros estudiantes, pero sobre todo en el medio plazo, cuando podamos ver las responsabilidades que irán alcanzando dentro del sistema sanitario, en sus vertientes de asistencia, investigación y docencia.

- ¿Piensa que el sector de la salud está pagando una factura demasiado cara por la crisis y los recortes?

Ciertamente, uno tiene la sensación de que estamos debilitando inconscientemente uno de los mejores sistemas sanitarios del mundo, a la vez que debilitamos la investigación biomédica, un sector muy ligado en nuestro país a las instituciones sanitarias, y que destaca en el entorno a pesar de las crónicas penurias económicas. La eventual mejora de estos sectores dependerá de la visión que las autoridades políticas tengan sobre la salud como indicador de progreso social, y de la investigación en salud como uno de los sectores económicamente más prometedores de nuestro país.