Autoría: Judit Freixa, nodo de Barcelona

La mujer y el hombre modernos se enfrentan, en la cultura occidental, a una misión imposible: permanecer jóvenes. Mientras no se consigue hallar el ansiado elixir de la eterna juventud, ellos y todavía más ellas están sometidos a presión constante para, por lo menos, frenar o disimular los síntomas de ese proceso tan natural, pero que algunos consideran tan nefasto, que es el envejecimiento. De manera que, mientras unos postulan que las arrugas son las marcas que nos deja el haber vivido y haber aprendido, otros (con mayor fuerza y medios), nos impulsan a no aceptar las transformaciones del cuerpo que conlleva el paso de los años.

El adjetivo invariable antiedad se define en algunos diccionarios descriptivos (tales como Neologismos del español actual de María Moliner y Nuevo diccionario de voces de uso actual de Alvar Ezquerra) como antienvejecimiento y este, a su vez, aparece definido como ‘que combate el envejecimiento’, ‘que ayuda a prevenir y combatir la aparición de los signos del envejecimiento’. Y es que, ciertamente, lo que se pretende es disimular los signos físicos del envejecimiento porque, pasando de envejecimiento a envejecer, y de ahí a viejo, finalmente el diccionario nos informa de que viejo es ‘de edad avanzada’ para un ser vivo, pero también ‘deslucido, estropeado por el uso’.

• La nueva línea de productos de belleza está formada por tres cremas antiedad: de día, de noche y de contorno de ojos. [La Vanguardia, España, 17/05/2005]
• Una vez aplicada esta mascarilla, la piel quedará hidratada, fresca y más lozana debido principalmente al efecto antienvejecimiento que tiene la murtilla. [El Comercio, Perú, 1/08/2004]

Por norma general, la piel parece ser efectivamente el objetivo número uno de cualquier producto o tratamiento de antienvejecimiento; así, encontramos también ejemplos de antiarrugas, como podemos ver en los ejemplos siguientes:

• Tratamiento inteligente antiarrugas. [El Universal, México, 6/06/2006]
• Tras doce años de evaluar a 23 mujeres entre 30 y 70 años que usaron cremas antiarrugas, se encontró que no existe diferencia entre los resultados conseguidos por una u otra marca. [El Comercio, Perú, 24/12/2006]

Pero poco a poco se han ido buscando y encontrando otros objetivos como los dientes y el cabello de manera que ya existen el sérum antiedad capilar y también el tratamiento dental antiedad. Los ejemplos demuestran una libre alternancia entre antiedad y antienvejecimiento en los usos periodísticos, pero sabemos que igualmente lo hacen en el discurso publicitario y cosmético. Normalmente se vende junto con el producto, la posibilidad de recuperar la autoestima y ser, huelga decirlo, mucho más feliz. En los datos del Observatori de Neologia, el número de ocurrencias de antiedad casi triplica el de antienvejecimiento. Aunque en ambos casos se trate de un calco del inglés antiage y antiaging, es obvio que antienvejecimiento es la forma más adecuada, ya que lo que se pretende minimizar no es la edad sino el envejecimiento que conlleva. Naturalmente, las formas inglesas se encuentran también en el uso español, probablemente por el glamur que se asocia a los préstamos, especialmente en áreas como la estética:

• Los últimos tratamientos en depilación definitiva, antiage y métodos para modelar el cuerpo. [Clarín, Argentina, 2/12/2011]
• Además, han intervenido dos doctores de la clínica: Ruperto Oliveró, jefe de medicina interna, y Manuel Sánchez, jefe de nutrición y antiaging. [La Vanguardia, España, 28/04/2010]

Observamos en el segundo ejemplo que antiaging aparece usado como nombre y no como adjetivo, algo que también sucede con antienvejecimiento y, en cambio, no con antiedad, que siempre se usa como adjetivo.

• Se acompaña de máscaras de antienvejecimiento y oxígeno. [Clarín, Argentina, 17/06/2005]
• Hemos estado buscando Botox; la terapia contra el antienvejecimiento, pero está agotado. [El País, España, 9/07/2007]
• Allí ofrecen terapias de spa y antienvejecimiento, gimnasio y opciones saludables de alimentación, saunas, turcos y masajes (servicios que no están incluidos en el plan). [El Tiempo, Colombia, 9/12/2010]

El adjetivo antiedad califica un sinfín de nombres como elemento, componente, ingrediente, acción, efecto, factor, fórmula, pero en tres de las colocaciones se percibe ya un elevado grado de lexicalización sintagmática: producto antiedad, tratamiento antiedad y, el más frecuente de ellos, crema antiedad. Cabe destacar que, si bien encontramos ejemplos de antiedad desde los años noventa, su uso no se estabiliza hasta la primera década del 2000; es concretamente en el año 2012 cuando se produce, según los datos del Observatori de Neologia, una verdadera explosión antiedad.

• Para el cuidado de la piel, quienes visiten el Espace podrán probar y recibir asesoría experta sobre la línea antiedad. [El Universal, México, 26/01/2012]
• Científicos de Hong Kong identifican fórmula inicial antiedad. [El Comercio, Perú, 20/12/2012]
• El secreto de las cremas antiedad. [El Tiempo, Colombia, 7/03/2012]

El diccionario de la Real Academia deberá, tarde o temprano, plantearse la aceptación de este adjetivo (tal vez mejor priorizando antienvejecimiento como ya han decidido los diccionarios no normativos) para no quedar viejo, es decir deslucido o estropeado por el uso.