¿La violencia durante una guerra civil y sus consecuencias dejan huella en el comportamiento político a largo plazo? ¿En qué condiciones y dirección la violencia durante un conflicto civil, por parte de un bando concreto, tiene posteriormente un efecto en el sentido del voto y la participación política?

Estas son algunas de las preguntas a las que quiere dar respuesta una investigación realizada por Toni Rodon, profesor del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF, y que toma a Cataluña como estudio de caso. El estudio se centra en analizar si la violencia perpetrada por la izquierda y la represión por parte de la derecha durante y justo después de la Guerra Civil española influyeron en el resultado y en la participación en los comicios del año 1977, primeras elecciones legislativas después de una dictadura de más de 40 años.

“La violencia gira a los votantes contra el bando que la ha cometido, y la violencia más intensa de uno u otro bando inclina el comportamiento electoral contra el autor más violento”

En su investigación, publicada el pasado diciembre en la revista Conflict Management and Peace Science, Toni Rodon concluye que el efecto de la represión viaja en el tiempo cuando las acciones son perpetradas por actores antagónicos claramente identificables. Determina que “la violencia gira a los votantes contra el bando que la ha cometido, y la violencia más intensa de uno u otro bando inclina el comportamiento electoral contra el autor más violento”.

Sin embargo, la resultante de esta “contraposición de violencias” muestra que la represión perpetrada por la dictadura franquista durante y después del conflicto influyó en el apoyo a la izquierda en 1977. “A pesar del efecto potencialmente paralizador de la represión, las personas afectadas por hechos represivos reaccionan cuando surge una ventana de oportunidad, como las primeras elecciones democráticas después de cuatro décadas”, afirma Toni Rodon.

El análisis del autor determina que si bien la violencia de la izquierda se asocia con menos apoyo a las fuerzas políticas representativas de este bando en las elecciones de 1977, este hecho se compensa en gran parte por el efecto notorio que la represión perpetrada por la dictadura tiene sobre el apoyo a las fuerzas políticas de izquierda.

Violencia “roja” y represión “azul”

Toni Rodon utiliza un conjunto de datos (entre ellos una lista original de víctimas que incluye un censo completo de las acciones represivas de la dictadura) que recogen la intensidad y el tipo de violencia que hubo en Catalunya. El diseño de investigación desglosa una gran cantidad de acciones represivas perpetradas por la izquierda (violencia 'roja') y la dictadura franquista (represión 'azul'), como la violencia en el ámbito religioso, el número de ejecuciones, las sanciones a los profesores o la proximidad a las fosas comunes, que utiliza como indicadores.

Cuantitativamente, en los lugares donde la represión franquista (prisión, ejecuciones, etc.) fue un 1% superior, el apoyo a la izquierda a las elecciones de 1977 se incrementó un 0,7%. "Las conclusiones son coherentes con la idea de que la represión de la derecha provocó en los comicios un mayor apoyo a las fuerzas del bando ideológico contrario al régimen autocrático", afirma Toni Rodon.

Por otra parte, el artículo no encuentra ningún apoyo a la idea de que la violencia o la represión afectaran a la participación política. Para el autor, una explicación plausible de este patrón es que los comicios de 1977 fueron unas elecciones fundacionales, con altos niveles de participación.

Las elecciones “fundacionales” de 1977, ideales para un estudio que realiza aportaciones destacadas

Según el autor, analizar unas elecciones fundacionales comporta una ventaja clara: tanto los ciudadanos como los actores políticos generalmente tienen poca información y expectativas poco claras sobre el resultado. Es menos probable que los partidos se coordinen en coaliciones preelectorales o que se presenten estratégicamente en determinados distritos. En consecuencia, "en este tipo de elecciones, los electores son más propensos a votar de forma expresiva y a ignorar las consideraciones estratégicas de los partidos".

En el caso de España, donde la competencia partidista reflejaba casi perfectamente los polos de la pasada victimización, las elecciones legislativas de 1977, “ofrecen un escenario ideal que puede aportar información sobre qué podría ocurrir en las elecciones fundacionales en otras sociedades que salen de una guerra y que pasan de un conflicto (violento) a un régimen democrático”, asegura el autor.

De este modo, el estudio contribuye a la literatura sobre la relación entre los efectos a largo plazo de la violencia en el comportamiento electoral; se centra (en comparación con la mayoría de trabajos anteriores) en un caso en el que la violencia no proviene de un actor externo o de acciones represivas perpetradas exclusivamente por el régimen autoritario, sino que la violencia proviene de dos grupos ideológicos opuestos. Además, Cataluña es un campo de estudio adecuado, ya que "fue testigo de altos niveles de violencia y de represión, tanto por parte de los actores republicanos como de la dictadura franquista", afirma Toni Rodon.

Trabajo de referencia: Rodon, T. (diciembre de 2022). “The scars of violence and repression on founding elections: Evidence from Spain”. Conflict Management and Peace Science

https://doi.org/10.1177/07388942221140872