Atrás La UPF implanta la Línea Ética, a partir del modelo de Buzón Ético del Ayuntamiento de Barcelona

La UPF implanta la Línea Ética, a partir del modelo de Buzón Ético del Ayuntamiento de Barcelona

La UPF se convierte en la primera universidad catalana a incorporar este canal de comunicación digital, en marcha desde el pasado julio, como garantía y cumplimiento de los mecanismos establecidos en su Código Ético. El Ayuntamiento de Barcelona, junto con Xnet, ha facilitado a la UPF la información y la experiencia para la implementación de esta herramienta.

28.09.2021

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El Salón de Crónicas del consistorio barcelonés ha acogido hoy, 28 de septiembre, la firma del protocolo de adhesión de la Universidad Pompeu Fabra en el Buzón Ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Esta colaboración ha permitido a la UPF la creación de la Línea Ética, una herramienta digital operativa desde hace unos meses, para atender alertas de incumplimiento de los principios éticos de la Universidad, en el marco de su Código Ético.

La Línea Ética de la UPF, que es la primera que se crea dentro del ámbito universitario catalán, se basa en la experiencia, la tecnología y la información proporcionadas por el Ayuntamiento de Barcelona, ​​que en enero de 2017 puso en marcha el Buzón Ético y de Buen Gobierno, en el marco de su compromiso con la transparencia y las buenas prácticas y la colaboración desinteresada de la plataforma ciudadana Xnet.

La Línea Ética de la UPF, que es la primera que se crea dentro del ámbito universitario catalán, se basa en la experiencia, la tecnología y la información proporcionadas por el Ayuntamiento de Barcelona

El protocolo marco de colaboración ha sido firmado por Laia Bonet, teniente de alcalde de Agenda 2030, Transición Digital, Deportes y Coordinación Territorial y Metropolitana; Oriol Amat, rector de la UPF, y Sergi Salgado y Simona Levi, presidente y co-fundadora de Xnet, respectivamente. También han asistido, por parte del Ayuntamiento, Michael Donaldson, comisionado de Innovación Digital, Administración Electrónica y Buen Gobierno, y Jordi Cases, secretario general; y por parte de la UPF, Pere Torra, secretario general, y Josep Maria Casasús, síndic de Greuges de la Universidad.

En el transcurso del acto de firma, la teniente de alcaldía Laia Bonet ha destacado que este canal "se trata de un instrumento indispensable, para fortalecer los sistemas de integridad de todas las instituciones públicas, no sólo de los gobiernos" y ha celebrado que la UPF también dé el paso, "sobre todo ahora que empieza la cuenta atrás para la transposición de la Directiva Europea de protección de whistleblowers."

Bonet ha puesto en valor que "Barcelona fue pionera a nivel europeo" en la implementación de un canal de alertas o denuncias con los requerimientos del Buzón Ético y ha recordado que una decena de instituciones ya han apostado por adoptar esta herramienta que "busca prevenir malas prácticas y luchar contra el fraude."

Por su parte, el rector de la UPF, Oriol Amat, ha afirmado que "Las universidades -como cualquier otra organización compleja- deben contar con una política de integridad institucional que sea robusta y ambiciosa" y "la Línea Ética de la UPF es un canal que ofrece las máximas garantías para el cumplimiento de los principios éticos de nuestra comunidad universitaria."

Pere Torra, secretario general de la Universidad, ha añadido que "agradecemos mucho el apoyo del Ayuntamiento de Barcelona -aunque se haya producido en plena pandèmia- ya que ha sido decisivo para poder implantar el proyecto de Línea Ética de la UPF" y ha recordado que" todo comenzó con la renovación del Código Ético del que ya disponía la UPF desde el 2012 y la aprobación de la Directiva europea reforzó este proceso."

Tanto el Buzón Ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona como la Línea Ética de la UPF se caracterizan por ser dos canales de comunicación seguros y bidireccionales, que permiten garantizar el anonimato y la confidencialidad del denunciante. Su objetivo es que los ciudadanos de Barcelona y los miembros de la comunidad universitaria puedan denunciar prácticas lesivas para el buen gobierno institucional, con un respeto total a los valores de calidad democrática y buena administración, siempre en un contexto de mejora continua en la calidad de servicios públicos.

Con sus respectivos canales, las dos instituciones se adelantan a las normativas comunitarias de protección de los whistleblowers (denunciantes o alertadores de infracciones), según la Directiva de la UE aprobada en 2019, que debe ser transpuesta antes del 17 de diciembre de 2021.

De izquierda a derecha: Sergio Salgado, Simona Levi, Laia Bonet y Oriol Amat

La Línea Ética, un canal bidireccional y anónimo para garantizar los principios del Código Ético de la UPF

Operativa desde julio de 2021, la Línea Ética surge de la renovación del Código Ético de la Universidad, aprobado por el Consejo de Gobierno un año antes, tras un proceso participativo de toda la comunidad universitaria. La UPF ha creado este canal como un mecanismo de garantía y cumplimiento de los principios recogidos en el Código Ético que deben regir las actuaciones de las personas que forman parte de la comunidad universitaria: integridad, libertad académica, responsabilidad, honradez, igualdad, privacidad y confidencialidad, respeto y sostenibilidad.

La Línea Ética está supervisada por la Comisión de Integridad de la Universidad, presidida por la profesora Cristina Gelpí

La Línea Ética está supervisada por la Comisión de Integridad de la Universidad, presidida por la profesora Cristina Gelpí, y creada también a raíz de la renovación del Código Ético, en el año 2020. Actualmente la Comisión ya está trabajando en cuatro comunicaciones, para las que dispone de tres meses para dar una respuesta.

Se trata de un canal de comunicación electrónica al servicio de la comunidad universitaria y la ciudadanía en general, que quiere reforzar el valor de la interacción en línea. Sirve para comunicar, de forma anónima y confidencial, conductas llevadas a cabo por la UPF que puedan resultar contrarias al derecho, al Código Ético y los principios o reglas éticas y de buen gobierno, y fomentar la colaboración entre la Universidad y las personas.

El Buzón Ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona, ​​una herramienta pionera al servicio del ciudadano para luchar contra el fraude y la corrupción

El Buzón Ético y de Buen Gobierno del Ayuntamiento de Barcelona se puso en marcha el 20 de enero de 2017, como un canal seguro y bidireccional de participación electrónica de denuncias ciudadanas y del propio personal municipal contra la corrupción u otras prácticas lesivas para el buen gobierno de la ciudad. El buzón permite poner en conocimiento del Ayuntamiento aquellos procesos irregulares o conductas que pueden resultar contrarias a los principios éticos y de conducta, garantizando siempre la confidencialidad, el anonimato y la indemnidad del comunicador para vencer el temor de sufrir cualquier represalia.

Esta herramienta también ofrece la posibilidad de adjuntar fotografías, vídeos y otros documentos así como establecer y mantener un espacio de comunicación constante y seguro entre el comunicador anónimo y el órgano gestor. Este rasgo esencial la convierte en una herramienta de inestimable valor en la prevención y lucha por la consolidación de la ética y el buen gobierno en las instituciones públicas y contra el fraude y la corrupción.

Barcelona fue la primera ciudad de España y Europa en crear una herramienta con software libre y red encriptada

Desarrollada e implementada por el Ayuntamiento de Barcelona, ​​con la colaboración desinteresada de la plataforma ciudadana Xnet, mediante la interfaz Globaleaks (un proyecto de software libre del Hermes Center for Transparency and Digital Human Rights), dispone de un código libre, modificable y replicable, siempre que se reconozca y indique expresamente la autoría, a partes iguales, de Xnet y el Ayuntamiento de Barcelona.

Hasta ahora, además de la UPF, el modelo de Buzón Ético y de Buen Gobierno de Barcelona ha sido implantado en la Generaltat de Catalunya, en Ayuntamientos como los de Lleida, Terrassa o Mollet del Vallés, en la empresa pública Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya o las Oficinas Antifraude de Cataluña y Valencia, entre otras instituciones.

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