Esta es la primera de las actividades organizadas por la UPF en el marco del Año Llull, que tienen como núcleo temático el impacto y la fascinación que ha causado el pensador en el mundo artístico, y donde la música, la danza y las artes plásticas tendrán protagonismo. La voluntad de la Universidad es hacer una contribución académica y mediática a la conmemoración del 700 aniversario de la muerte de Ramon Llull (1232-1316), filósofo, poeta y visionario, un referente del diálogo interreligioso e intercultural y de la informática moderna.

El acto de presentación de la instalación escultórica, fruto de una donación de la Fundación Vila Casas, y ubicada en el ágora Jordi Rubió i Balaguer del campus de la Ciutadella, frente al nuevo edificio de la Fundación Pasqual Maragall, tuvo lugar ayer 30 de marzo, al mediodía, en la sala de grados Albert Calsamiglia.

Estuvo presidido por Jaume Casals, rector de la UPF, y contó con la presencia de Santi Vila; consejero de Cultura de la Generalitat de Catalunya; Antoni Vila Casas, presidente de la Fundación Vila Casas; Amador Vega, comisario del Año Llull en la Universidad; Alfonso Alzamora, autor de la obra; Núria Basi, presidenta del Consejo Social de la UPF; Pelegrí Viader, secretario general de la Universidad; Javier Aparicio, delegado de Cultura, junto con familiares y amigos del artista y otros miembros de la comunidad universitaria.

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La relación entre la universidad y el pensamiento de Ramon Llull, eje de los parlamentos

En el parlamento de apertura, el rector Jaume Casals habló de la importancia de la relación entre universidad y cultura: "La UPF necesita ser una universidad catalana proyectada en el mundo. Por eso tenemos que ser más conocidos, y para conseguirlo, necesitamos algunas cosas que actúen como punto de referencia", afirmó.

Seguidamente, tomó la palabra Alfonso Alzamora, muy satisfecho por haber podido llevar a cabo este proyecto, que él quería enmarcar en un entorno universitario, como es la UPF: "Mi sueño se ha hecho realidad gracias a Antoni Vila Casas, y también a Pere Casanovas, el artista que ha realizado la escultura en su taller de Mataró".

La proyección de un vídeo, realizado por la hija y la esposa del artista, explicó el proceso de creación y realización de la escultura, así como su simbolismo.

En la segunda parte del acto, Amador Vega reflexionó sobre la gran vinculación que existe entre los valores propios de una institución académica y la figura de Ramon Llull. Tras exponer las diversas actividades que formarán parte del Año Llull en la UPF, se refirió a que la escultura, con sus ocho escalones, simboliza la interconexión entre la ciencia con las artes y las personas: "El escalón más bajo, la piedra, tiene tanta dignidad como el escalón más alto, representado por el Ángel y Dios".

A continuación tomó la palabra Antoni Vila Casas, que comenzó repasando su colaboración a lo largo de los años con la Universidad Pompeu Fabra, con iniciativas como el máster en Comunicación Científica, Mèdica y Ambiental o el Informe Quiral. "La tradición y la cultura es lo que forja las señas de identidad de un país", afirmó. Su fundación, con el lema "salud y arte", quiere recuperar edificios antiguos y dar espacios a los artistas contemporáneos, como es el caso de Alfonso Alzamora.

El último parlamento fue a cargo de Santi Vila, que celebró que la UPF se hubiera añadido a la conmemoración del Año Llull: "Esta iniciativa que hoy nos reúne hace patente que la universidad es permeable, sintonizable con el tiempo que le toca vivir y con la agenda del momento", apuntó. El consejero hizo mención de los diferentes valores que encarnó Ramon Llull y que entroncan muy bien con la universidad, tales como el uso de la razón y la fuerza de los argumentos para convencer, la ambición o la universalidad. "Un país moderno sabe que la cultura es una pata vertebradora del estado del bienestar, que no sólo debe tener una función asistencial", remachó.

Un camino de perfección con ocho niveles diferentes

En "L'escala de l'enteniment", Alfonso Alzamora (Barcelona, ​​1951) ha situado 36 cubos de hierro (cada uno de ellos representa una verdad esencial) en ocho niveles diferentes, donde el valor del espacio ocupado y el desocupado son idénticos. Sobre una base cuadrada de nueve cubos, elimina uno de ellos, quedan ocho, y desde esta ausencia, comienza a subir. En el segundo nivel hay siete cubos, en el tercero, seis, y así, sucesivamente.

El artista busca situarse en una posición que le permita comprender el sistema del pensamiento luliano, disfrutando su aspecto simbólico. Levanta volúmenes a partir de una ausencia básica: hay una asociación entre el hecho de levantarse de la pieza y el ascenso del entendimiento por la escala de los sujetos, pero lo que llama la atención es que el ascenso de la escultura se hace desde una sustracción.

La obra, inspirada en el sistema científico del filósofo medieval, ha sido dada a la UPF por la Fundación Vila Casas con motivo de la celebración del Año Llull, y forma parte de la exposición "Alfonso Alzamora - L'escala de l'enteniment. Homenatge a Ramon Llull", que se exhibirá en el Espacio Volart 2 de la institución cultural entre el 5 de mayo y el 17 de julio de 2016. Esta muestra también incluirá las obras" L'escala de l'enteniment II ", "L'arbre de la ciència", "la Porta de Llull", "L'escala de l'enteniment i una estudiant de filosofia", "Retrat imaginari de Ramon Llull", "Evangeliode Tomàs" y "Dona Ambrosio de Castello".

Otras actividades organizadas por la UPF dentro del Año Llull

El programa de actos organizado por la UPF dentro del Año Llull se completa con dos propuestas más este año 2016: por un lado, una sesión pública de un seminario centrado en el "Ars Magna" del pensador. Tendrá lugar el 15 de junio, en el marco del máster en Estudios Comparados de Arte, Literatura y Pensamiento, con la participación de los estudiantes del curso, el bailarín y coreógrafo Cesc Gelabert, y los docentes de la UPF Ivan Pintor y Amador Vega.

Por otro, el 13 de julio se inaugurará la exposición "La màquina de pensar: Ramon Llull y l' "Ars combinatoria"", en el Centro de Cultura Contemporánea de Barcelona (CCCB), comisariada por Amador Vega y coproducida por la UPF y el ZKM (Center for Art and Media). La muestra parte del pensamiento de Llull para remarcar, a través de un recorrido dinámico y sonoro, una de sus principales aportaciones: la idea de que todo está conectado.

El Grupo de Tecnologías Interactivas (GTI) de la UPF, dirigido por el profesor Josep Blat, ha realizado una animación de nueva producción desplegada en doce pantallas de grandes dimensiones para ilustrar uno de los espacios de la muestra. Cada una de las pantallas proyectará una miniatura animada del Códice de Karlsruhe, un manuscrito que representa los momentos centrales de la vida de Llull.

Las actividades dentro del Año Llull en la UPF cuentan con una comisión presidida por Amador Vega, y completada por los profesores Pelegrí Viader, secretario general de la Universidad; Javier Aparicio, delegado de Cultura, e Ivan Pintor, docente del Departamento de Comunicación. Este programa coincide con los actos conmemorativos del 25º. aniversario de la UPF, que transcurren a lo largo de este curso 2015-2016, y le dan más relevancia.

Vídeo sobre la elaboración de la obra publicado en Youtube