Guillem López Casasnovas, catedrático del Departamento de Economía y Empresa y director del Centro de Investigación en Economía y Salud (CRES) de la Universidad Pompeu Fabra, es el autor del libro El bienestar desigual. Qué queda de los derechos y beneficios sociales tras la crisis, editado por Península.

La obra, que apela a la responsabilidad individual como elemento decisivo para complementar el futuro del sistema de protección público español, intenta marcar una hoja de ruta hacia un bienestar más compensado y una reforma de la política social que dé respuestas a los retos que se avecinan, con más equidad intergeneracional.

El libro, que se pondrá a la venta el 17 de septiembre, se presentará el día siguiente, 18 de septiembre en el Colegio de Economistas de Madrid, y el 21 de septiembre en el Círculo de Economía de Barcelona. En el primer caso, el autor estará acompañado por el gobernador del Banco de España, Luís María Linde, y en el segundo, por los economistas Antón Costas, presidente del Círculo de Economía, y Andreu Mas-Colell, catedrático de Economía de la UPF y actual consejero de Economía y Conocimiento de la Generalitat de Catalunya.

Una llamada a la responsabilidad para conseguir un modelo sostenible y equitativo

En El bienestar desigual, que consta de un prólogo, once capítulos, un epílogo y agradecimientos, Guillem López Casasnovas (Ciutadella, Menorca, 1955) recalca la complejidad de la reforma, ya que la crisis ha acentuado la sensación de incertidumbre frente cualquier cambio del estilo de los que se proponen en el libro. Y esto en un contexto de insatisfacción que tienen los ciudadanos respecto al sistema de protección social, entre lo que aspiraban y la situación en que se encuentra actualmente.

El autor, que quiere poner en valor todo lo que se ha conseguido y los evidentes ámbitos de mejora, explica en el prólogo que "Se pretende pero olvidar que nada es gratis, que no hay derechos sin deberes, que las cuotas sociales ya no son suficientes para financiar las prestaciones, que considerar que las cosas son de todos y de nadie suele ser una invitación al dispendio ..."

La propuesta que hace el profesor de Economía de la UPF para superar esta disyuntiva se basa en reformular la protección social en un sentido menos estatalizado, más comunitario, mejor gestionado, en que la política intervenga sólo para conseguir grandes consensos y la tecnología supere las inercias de la burocracia, todo ello acompañado por una mayor responsabilidad individual.

Asimismo, es partidario de reforzar los valores de lo que ya se ha conseguido gracias a lo que aportan los proveedores clave, los profesionales de prestigio, de la asistencia y de la investigación, para que los ciudadanos sientan el sistema como si furea suyo y no como algo graciable, políticamente dado.

Enderezar las políticas sociales, a su entender, requiere identificar correctamente de donde surgen las desigualdades y saber ver que el ámbito desde el que se combaten mejor es el del trabajo y de la familia, y no el del funcionariado, y que no es, por tanto, sólo un asunto de presupuesto.

Como afirma Guillem López Casasnovas, "El sentido común nos dice hoy probablemente que ' niños y mujeres primero'. Muy lejos, por tanto, de lo que tenemos y que tanto cuesta políticamente de reformar".