Josep Maria Antó, catedrático de Medicina en la UPF y director científico del Instituto de Salud Global de Barcelona (ISGlobal) y Ricard Solé, investigador ICREA en la UPF, donde dirige el Laboratorio de Sistemas Complejos, protagonizaron la sesión de apertura de los Diálogos Humanísticos UPF 2019 “Planetary Wellbeing: ciencia, valores e investigación interdisciplinaria para afrontar con éxito nuestros retos globales”.

El debate, que tuvo lugar el martes 22 de enero a las 19:00 horas, en el auditorio del campus de la Ciutadella, dio el pistoletazo de salida a la cuarta edición del ciclo, promovido por la Unidad de Coordinación Académica de Humanidades.

Pelegrí Viader, vicerrector adjunto de la Universidad, dio la bienvenida a los asistentes y agradeció la colaboración del Consejo Social y del consejo asesor del ciclo. Quiso destacar la importancia del tema del primer diálogo, el concepto Bienestar Planetario, que quiere ser inspirador para centrar los esfuerzos de la comunidad de la UPF y contar con contribuciones de todos los ámbitos, desde perspectivas muy diferentes. 

En el debate entre los dos ponentes, uno de los temas más destacados fue la importancia de la interdisciplinariedad.

La directora académica de los Diálogos, Tamara Djermanovic, profesora del Departamento de Humanidades, fue la encargada de conducir la sesión. "En esta edición dialogaremos sobre temas de actualidad muy diversos como la mística, el dolor y la muerte, las adicciones o la diversidad lingüística”, afirmó. 

Josep Maria Antó presentó el concepto Salud Planetaria, que surgió a partir de un informe de un panel de expertos publicado en The Lancet el 2015. A partir de este concepto, aparece la idea de Bienestar Planetario, que, desde un contexto mucho más amplio quiere incluir las diferentes áreas de trabajo de la UPF. “La salud humana y la del planeta tienen que ir juntas, no podemos aspirar a mejorar nuestra salud a expensas de los recursos del planeta”, resumió. 

En su intervención, Ricard Solé explicó que la biosfera es un sistema complejo y puede llegar a un punto de no retorno. "El cambio climático no es lineal, nuestro planeta es como un coche  sin frenos que no para de acelerar hacia el precipicio".

Quisieron dar una visión realista del problema, huyendo del alarmismo pero remarcando que hay que hacer una llamada de atención.

Explicó las ventajas del uso de la bioingeniería respecto a otras intervenciones tecnológicas como la geoingeniería, ya que la modificación de microorganismos permite llegar a grandes escalas y tiene un coste mucho menor. Como ejemplo, propuso el diseño de microorganismos que puedan ayudar a estabilizar las zonas semi desérticas del planeta. De este modo se podría evitar que ecosistemas en peligro lleguen a un punto de no retorno. 

En el debate entre los dos ponentes uno de los temas más destacados fue la importancia de la interdisciplinariedad. Josep Maria Antó planteó “el divorcio entre disciplinas, entre ciencias sociales y experimentales, dificulta superar los retos que tenemos que afrontar como sociedad”. 

En conjunto quisieron dar una visión realista del problema, huyendo del alarmismo pero remarcando que hay que hacer una llamada de atención porque es urgente intervenir. “Como sociedad nos hace falta capacidad de reacción, un cambio del modelo de consumo y utilizar la tecnología”, analizó Ricard Solé.

Finalmente, también quisieron dar importancia a la gobernanza, la necesidad de interpelar a los políticos y quisieron hacer una llamada a la acción “se requieren acciones urgentes y transformadoras para proteger a las generaciones presentes y futuras”. 

Para cerrar la sesión, Karol Green, música, cantó la composición “We are nature”, de su proyecto Gaia, ideado para apoyar al bienestar planetario a través de la música. Los siete diálogos restantes tendrán lugar los martes de 19:00 a 20:00 horas hasta el 12 de marzo.