Atrás En marcha la Clínica Jurídica de la UPF, un proyecto de aprendizaje-servicio basado en la defensa de los derechos humanos

En marcha la Clínica Jurídica de la UPF, un proyecto de aprendizaje-servicio basado en la defensa de los derechos humanos

Se trata de un servicio dirigido a los estudiantes de Derecho de la Universidad, a fin de que se puedan iniciar en la praxis jurídica. Los equipos de trabajo, formados por abogados, profesores y estudiantes, defenderán gratuitamente a personas o colectivos en situación de vulnerabilidad.
14.12.2018

 

La Clínica Jurídica de la Universidad Pompeu Fabra, aprobada por la Facultad de Derecho a finales del pasado mes de noviembre, es un proyecto de aprendizaje y servicio en el que equipos formados por abogados, profesores y estudiantes colaborarán para asesorar y defender gratuitamente casos reales de personas o colectivos vulnerables.

Se trata de un servicio universitario dirigido a los estudiantes de Derecho, del ámbito del grado y del posgrado, para que se puedan iniciar en la praxis jurídica mediante la participación activa.

Durante el curso 2018-2019 la Clínica ha admitido dos casos (uno de derecho de familia y uno de la llamada "Ley de Segunda Oportunidad") y el mes de enero de 2019 se pondrá en marcha un servicio de atención a la ciudadanía a cargo de personas voluntarias (profesorado, alumni y estudiantes).

Equipos diversos que trabajarán en la defensa jurídica de manera altruista

Los equipos al frente de cada asunto estarán formados por un abogado colegiado (que ejercerá la dirección letrada), un profesor universitario, responsable de la tutela académica, y un número muy reducido de estudiantes (entre tres y cinco), con la posibilidad de incorporar algún antiguo alumno como voluntario. Defenderán casos reales en que se promuevan los derechos humanos, la justicia social y la protección de las personas necesitadas y de los colectivos más vulnerables y desfavorecidos.

"La idea es que cada uno de estos equipos pueda tener una relación regular, directa e inmediata con la persona o entidad afectada por un problema jurídico, de manera que los estudiantes vivan la experiencia de formar parte de un equipo solvente de defensa jurídica que lucha en el mundo real de manera altruista", afirma Maurici Pérez Simeón, profesor de Derecho Romano de la UPF y director de la Clínica, que fue nombrado por la decana de la Facultad de Derecho, Anna Caballé, impulsora de la iniciativa.

Un modelo de clínica jurídica propio de la UPF

"La UPF ha querido crear un modelo propio de clínica jurídica basado en el compromiso social y en la excelencia docente", afirma Maurici Pérez. Aparte de esto, un aspecto que caracteriza el modelo de la Pompeu Fabra es el respeto al papel de los colegios de la abogacía. En este sentido, la Clínica se concibe como un servicio complementario y no sustitutivo de la defensa letrada gratuita.

Otro elemento clave de la Clínica, que quiere ser un motor de cambio social y que prioriza asuntos de interés general, es el contacto personal entre los estudiantes y las personas afectadas por un problema jurídico. "Se pretende que el asunto no sea para los estudiantes sólo un problema técnico planteado sobre el papel, sino que se involucren de manera profesional en lo que es una vivencia trascendente de un ser humano", destaca Maurici Pérez.

Un elemento clave es el contacto personal entre los estudiantes y las personas afectadas por un problema jurídico

En cuanto a las entidades sociales participantes, el objetivo de la Clínica es poner a disposición de las personas más necesitadas el conocimiento jurídico resultante de la investigación universitaria promovida por la Universidad, que abre nuevos horizontes jurisprudenciales. En relación a los abogados colaboradores, se pretende fomentar la transferencia de conocimientos y la experiencia entre la investigación académica y la praxis jurídica, que impulse la prestación de servicios gratuitos de los juristas.

Las actividades de la Clínica tendrán naturaleza académica y no profesional, y la Universidad no ejercerá ninguna actividad de defensa jurídica reservada legalmente a la abogacía o en otras profesiones colegiadas. Además, la Clínica será siempre gratuita para las personas afectadas por los asuntos que se traten, y el asesoramiento que presten abogados y colaboradores también será siempre gratuito (pro bono).

Selección de los casos y de los miembros integrantes de los equipos

Según Maurici Pérez, "los casos que se trabajarán en la Clínica deberán reunir una serie de requisitos, como son que tengan interés social y académico y un carácter administrativo o judicial". En la página web de la Clínica se habilitará una función de buzón público, que permitirá a cualquier persona interesada solicitar la admisión de un asunto.

En cuanto a la selección del profesorado adscrito, se efectuará entre docentes del Departamento de Derecho de la UPF, entre uno y tres profesores por cada caso. "La elección se hará en función de su especialización, experiencia académica y profesional, valoración de los estudiantes y voluntad de compromiso social", afirma el director de la Clínica.

Los abogados, por otro lado, deberán ser de personas de reconocido prestigio, con una experiencia mínima de cinco años de ejercicio de la abogacía. que puedan acreditar una especialización. Finalmente, para seleccionar los estudiantes, se abrirá una convocatoria de inscripción, y el criterio para escogerlos se basará en la nota media de su expediente académico.

Los profesores adscritos encomendarán tareas a los estudiantes para contribuir a la resolución del caso planteado. A efectos académicos, la tarea de los estudiantes, corresponderá a un trabajo de fin de grado con un valor de seis créditos ECTS. Todas las personas que participen en la Clínica estarán obligadas a guardar secreto absoluto de cualquier información a la que hayan tenga acceso en el transcurso de la actividad.

Una dirección y dos comisiones, una académica y la otra social y profesional

Los órganos que estructuran la Clínica, que ha sido impulsada por Anna Caballé, decana de la Facultad de Derecho, son los siguientes: un director (función que ejerce Maurici Pérez); una comisión académica, inicialmente formada por los profesores Josep Ferrer Riba, Santiago Ripol Carulla y David Felip Saborit, que será la encargada de seleccionar los asuntos; y una comisión social y profesional, un ógano colegiado que tiene una función de control independiente y que debe servir para trasladar a la Clínica ideas y propuestas de personas externas.

También incluirá un seminario permanente, con el fin de asociar a las personas activas en el ámbito de la defensa jurídica gratuita o solidaria interesadas en el proyecto. Podrán ser personas físicas o jurídicas que hayan colaborado con la Clínica, estudiantes, profesorado, antiguos alumnos y abogados.

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