Tras finalizar el grado en Ciencias Políticas y de la Administración en la UPF, en 2014, Eva Brescó ha participado en diferentes proyectos y acciones solidarias. Desde 2012 colabora con la ONG Acción Solidaria y Logística y, desde hace años es miembro de la junta, como secretaria.

Acción Solidaria y Logística (ASL) ha recibido, por tercer año consecutivo, una subvención dentro de la convocatoria de ayudas de compromiso social y desarrollo sostenible 2021 de la UPF. ASL diseña y ejecuta proyectos de cooperación al desarrollo con el fin de proporcionar soporte técnico, formativo y logístico a organizaciones, comunidades o iniciativas que trabajen para la justicia global, especialmente en países en vías de desarrollo, y también realizan intervenciones de urgencia en emergencias.

- Sabemos que en unos días te vas a Bosnia. ¿Cuál será tu tarea?

Comenzamos a trabajar en Bosnia hace un par de años con las refugiadas que se encuentran en tránsito para entrar a la Unión Europea. Allí conocimos la entidad No Name Kitchen y su trabajo y empezamos a colaborar. Nuestra primera tarea fue construir un almacén y ahora que ya podemos viajar, vamos dos personas para ayudar y para poner en marcha un proyecto propio. Ya tenemos experiencia trabajando con personas refugiadas, por nuestra etapa en Lesbos, desde el inicio del conflicto en Siria, y ahora queremos iniciar un nuevo proyecto con refugiados.

- ¿Cuándo comenzó tu interés por la cooperación? Como Alumni UPF, ¿crees que tu estancia en la Universidad tuvo un papel significativo en tu vertiente solidaria?

Agustí Pallarés, presidente de ASL, es íntimo amigo de mis padres y la entidad fue creada en mi ciudad, Sant Just Desvern. Por lo tanto, he tenido un vínculo directo con la entidad, he crecido con ella y forma parte de mí. Mis padres son socios y son personas que han colaborado siempre en temas solidarios y de cooperación, por lo tanto es un interés que me viene de pequeña y que aumentó cuando era adolescente y pude empezar a colaborar con ellos.

En el momento de hacer las prácticas, dentro del grado en Ciencias Políticas y de la Administración, elegí hacerlas en ASL. Este hecho supuso implicarme aún más con la entidad y, como dicen en las películas, "una vez entras, ya no puedes salir". Conocí con más detalle ASL, la gente implicada, las carencias que había en las diferentes áreas, etc. y cada vez dedicaba más tiempo. Actualmente, mi participación sigue siendo 100% voluntaria y lo compagino con mi trabajo.

- Este año habéis vuelto a recibir una ayuda económica de UPF Solidaria. ¿Qué te parece que la Universidad se implique en iniciativas de cooperación y desarrollo?

Pienso que es una iniciativa que se debería llevar más a cabo ya que he tenido la suerte de poder estudiar en otras universidades y no todas lo hacen. Considero que es una carencia muy grande por parte de estas instituciones. En nuestro caso, queremos agradecer a la UPF su colaboración ya que nos ha dado luz en momentos que no había luz en ninguna parte.

Yo recuerdo cuando era pequeña ver películas donde salían las típicas grandes universidades americanas, donde los requisitos para acceder eran muy estrictos y daban puntos por haber realizado estancias de cooperación o similar. Entonces, yo le preguntaba a mi madre si debería marcharme y hacer la estancia para poder entrar en la universidad y ella me decía que no, que aquí no se hacía. Y yo no acababa de entender que, si en las películas se hacía, como no era posible que en las universidades de aquí, no fuera un criterio a valorar.

Personalmente, valoro mucho que la UPF tenga esta iniciativa así como que exista UPF Solidaria. Por otra parte, también debo decir que durante mi estancia (2010-2014) no fui consciente de que existía la convocatoria u otras actividades solidarias ni tampoco la gente de mi alrededor. Todo el mundo sabía que era la Pompeufarra pero no conocíamos UPF Solidaria y esto es un reflejo de la sociedad de hoy en día.

Valoro mucho que la UPF tenga la iniciativa de las ayudas y que exista UPF Solidaria. Cuando estudiaba, todo el mundo sabía que era la Pompeufarra pero no conocíamos UPF Solidaria y esto es un reflejo de la sociedad de hoy en día.

También es verdad que cuando entras a la universidad es una experiencia espectacular y quieres disfrutar del momento, pero quizás hay que buscar un mecanismo para que sea "obligatorio". En el caso de las grandes universidades es un requisito que se valora mucho y creo que así la gente sería más consciente y participaría más. Yo he disfrutado mucho de los años en la universidad y tengo buenos grupos de amigos solidarios con los que también salía de fiesta, por lo tanto, se pueden compaginar las dos cosas.

- ¿En qué invertirá esta ayuda económica la ONG?

Encontramos una carencia en un pueblo de Senegal llamado Medina Boudialabou donde había un grupo de más de 80 mujeres a las que queríamos empoderar tanto social como económicamente. Se inició un proyecto para crear unos huertos para obtener ingresos, aparte del hecho de que ellas se pudieran sentir útiles dentro de la comunidad.

La primera parte fue la construcción de los huertos y ahora, con la ayuda de personal local, también se les ofrece formación en técnicas agrícolas, cultivo de nuevos productos, cuidar el suelo, etc. con los que les queremos transferir los conocimientos para que obtengan más producción y favorecer la variedad de su dieta.

Nos centramos en la formación ya que cuando hacemos un proyecto nuestro objetivo es poder marchar de allí, dejando nuestra huella y nuestro contacto, pero que ellas sean autosuficientes.

Sobre todo, nos centramos en la formación ya que cuando hacemos un proyecto nuestro objetivo es poder marchar de allí, dejando nuestra huella y nuestro contacto, pero que ellas sean autosuficientes. Además, en este proyecto hemos conseguido integrar los hijos para que ayuden a sus familias, sean conscientes de la importancia de las mujeres (tanto en la familia como en la comunidad) y puedan aprender un oficio para tener ingresos.

Por suerte, la Covid-19 no nos afectó tanto como se preveía y pudimos desarrollarlo, aunque más adelante, la mayoría de acciones que estaban previstas, incluyendo medidas contra la Covid. Este año tenemos previsto finalizar este proyecto.

- ¿Cómo han evolucionado vuestros proyectos dentro de la convocatoria de ayudas?

Somos conscientes de que somos una ONG pequeña y no podemos llegar a todas partes. Además, suele suceder que los proyectos que empezamos, se alargan en el tiempo, como por ejemplo en Nepal. Allí comenzamos a partir del terremoto de 2015 ayudando en la reconstrucción de un hospital ortopédico y después de la construcción, hicimos el proyecto para formar al personal en temas sanitarios. Por último, habilitamos unos huertos para ayudar a tener más alimentos y variedad alimentaria, permitir a las personas que se encuentran allí hacerlo ellos mismos y poder vender el excedente que generan para obtener ingresos.

En el caso de Senegal, como os he comentado, comenzamos como un proyecto de empoderamiento de las mujeres que ahora ya incluye formación a sus hijos e hijas y que queremos finalizar con la compra de un tractor para poder aligerar el esfuerzo físico que realizan.

- ¿Cómo funciona ASL y qué objetivos persigue?

ASL la crearon miembros de los bomberos de Barcelona y combina la cooperación al desarrollo, como son los casos de Senegal y Honduras, que surgen por propuesta de algún miembro, con el rescate en crisis de emergencia, como ha sido nuestro trabajo en el terremoto de Nepal, con la crisis de refugiados en Lesbos o con la explosión de un volcán en Guatemala.

A nivel general, hacemos construcción y rehabilitación de edificios sanitarios y educativos, formación para empoderar a mujeres y formación a niños, proyectos de abastecimiento de agua, apoyo a refugiados, etc. También aportamos materiales, herramientas y formación a cuerpos de bomberos de países en desarrollo y hacemos campañas de difusión y sensibilización.

Personalmente, lo que más me gusta es esta doble vertiente, los rescates en crisis y la cooperación al desarrollo. Te permite, si eres un técnico sanitario, bombero o similar, poder atender como primera intervención en una crisis de emergencia para rescatar personas o, si no tienes este tipo de formación, puedes ir al cabo de una semana para ayudar con los cuidados o apoyar en la construcción de tiendas, entre otras cosas. Y si tu disponibilidad no lo permite, tienes la opción de poder ayudar en los proyectos que tenemos más a largo plazo haciendo una estancia o incluso trabajando desde casa, que también es necesario. Cualquier mano y cualquier tipo de ayuda es totalmente bienvenida y ASL te permite trabajar en diferentes fases y de diferentes maneras, según tus posibilidades.

- Además de presentar vuestro proyecto en la convocatoria de ayudas, hace años que participáis en la Feria UPF Solidaria y en otras acciones programadas por UPF Solidaria. ¿Cuál es su valoración de estas colaboraciones?

Nuestra valoración es muy positiva. En el caso de la Feria nos gusta especialmente porque nos encontramos muy cómodos, tanto para la estructura como por el ambiente, ya que es una feria 100% solidaria. La gente que se acerca es porque quiere conocer con detalle nuestra labor y también nos permite conocer otras iniciativas, contactar con otras entidades y crear vínculos.

- Por último, ¿cómo animarías la comunidad universitaria de la UPF a hacer aportaciones económicas a proyectos solidarios como el vuestro?

Siempre tenemos que animar a dar dinero porque está claro que un euro cuenta y en nuestro caso cuenta mucho. Pero sobre todo animo a invertir tiempo ya que lo que recibes es mucho mayor.

En el caso de los estudiantes entiendo que es difícil ya que yo he sido adolescente y cuesta aportar dinero, aunque sean 20 euros. Cuando tú no conoces una realidad diferente es muy difícil querer aportar.

Siempre tenemos que animar a dar dinero porque está claro que un euro cuenta y en nuestro caso cuenta mucho. Pero sobre todo animo a invertir tiempo ya que lo que recibes es mucho mayor.

Por este motivo yo animaría a la gente joven a conocernos, a formar parte de una entidad, ya que una vez dedicas tu tiempo y conoces a fondo su trabajo y la gente implicada hay más opción que hagan una aportación económica. Aparte del hecho de que "una vez has entrado en una entidad ya no puedes salir porque te engancha al recibir más de lo que recibes".