Las mujeres, debido a su subordinación económica respecto a sus parejas, están mucho más expuestas a los efectos negativos derivados de situaciones que pueden afectar a sus circunstancias financieras, como el fin de una unión o una recesión económica. Esta posición social más desfavorable de las mujeres es uno de los principales motivos de su propensión a tener mala salud, una situación paradójica si tenemos en cuenta que su esperanza de vida es mayor.

Éstas son algunas de las principales conclusiones de una investigación realizada por Jordi Gumà Lao, investigador del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF y miembro del Grupo de Investigación en Sociodemografía (DEMOSOC), publicado recientemente en la revista International Journal of Environmental Research and Public Health.

“El estudio demuestra que la situación de pareja de las mujeres españolas tiene un mayor impacto en su probabilidad de sufrir dificultades económicas y mala salud que sus homólogos masculinos”

La investigación compara el efecto sobre la salud (percibida) en función de la situación de pareja (estatus civil) de mujeres y hombres en dos contextos económicos diferentes (recesión económica del año 2010 versus antes y después de la crisis, en los años 2005 y 2015) en España. Además, analiza si esta situación de pareja comporta que las personas tengan más o menos probabilidades de declarar tener dificultades económicas para llegar a fin de mes.

El estudio se basa en datos transversales de la muestra española de las Estadísticas de Renta y Condiciones de Vida de la Unión Europea (EU-SILC) de los años 2005, 2010 y 2015 (es decir, antes, durante y después de la recesión económica). Los resultados muestran patrones diferentes de asociación entre la situación de pareja, tanto en la salud como en las dificultades económicas a las que se enfrentan las mujeres y los hombres españoles en cada uno de los tres años estudiados.

“El estudio demuestra que la situación de pareja de las mujeres españolas tiene un mayor impacto en su probabilidad de sufrir dificultades económicas y mala salud que sus homólogos masculinos”, afirma Jordi Gumà. Y añade: "La situación de desventaja de las mujeres españolas en la esfera pública repercute negativamente en su capacidad para hacer frente a las dificultades económicas asociadas al final de una unión y a una recesión".

Unas desigualdades que se ponen de manifiesto cuando termina una relación

Aunque el grado de dependencia económica de las mujeres respecto a sus parejas está disminuyendo progresivamente, el hecho de vivir en pareja reduce todavía su participación en el mercado laboral, lo que las expone a niveles más elevados de precariedad económica, especialmente en el momento de finalizar la relación.

El hecho de tener que abandonar su carrera profesional, o de ponerla en vilo, para dedicar su tiempo a las tareas domésticas, sitúa a menudo a las mujeres en una posición de subordinación económica respecto a sus parejas.

“La desigualdad de género existente hoy en día pone a las mujeres en desventaja cuando pretenden remontar su situación después de una situación adversa"

Pero incluso en el caso de aquellas mujeres que permanecen en el mercado laboral, a menudo las normas sociales les obligan a subordinar su carrera profesional a las obligaciones familiares, lo que limita sus oportunidades de consolidación y promoción profesional y, por tanto, reduce su poder adquisitivo de modo individual.

“La desigualdad de género existente hoy en día pone a las mujeres en desventaja cuando pretenden remontar su situación después de una situación adversa a nivel individual, como es el fin de una relación de pareja, pero también frente a situaciones más generales, como fue el caso de la última recesión económica”, afirma Jordi Gumà.

El estudio evidencia que cuando los hombres abandonan una unión tienden a mantener o sólo reducir ligeramente su capacidad económica. En cambio, sobre las antiguas parejas, que en el pasado solían depender de ellos económicamente, experimentaron un deterioro de sus circunstancias económicas, presentando una mayor probabilidad de sufrir dificultades en las tres fechas de observación (antes, durante y después de la crisis).

Impulsar la igualdad de género en los ámbitos público y privado

Jordi Gumà asegura que “la promoción de normas y actitudes de igualdad de género tanto en el ámbito público como en el privado, mediante la implantación de políticas de igualdad, contribuiría a aumentar el nivel de resiliencia de las mujeres y la reducción de su vulnerabilidad frente a situaciones que pueden potencialmente comportar dificultades económicas”.

Según el investigador, esta mayor resiliencia se traduciría en una reducción de los niveles de desigualdad económica en el conjunto de la población y también contribuiría a mejorar el perfil de salud de la población femenina.

Además, no sólo la salud femenina saldría beneficiada de ello, ya que la investigación académica ha demostrado que los hombres que conviven con mujeres con un nivel socioeconómico medio o alto presentan mejores indicadores de salud que sus homólogos masculinos que viven en parejas con un perfil socioeconómico más desaventajado.

Trabahi de referència: Gumà-Lao, J. (març 2022). "The Influence of Economic Factors on the Relationship between Partnership Status and Health: A Gender Approach to the Spanish Case". International Journal of Environmental Research and Public Health 2022, 19(5), 2975; https://doi.org/10.3390/ijerph19052975