Gloria Macià Muñoz, graduada en Ingeniería Biomédica por la Escuela Superior Politécnica de la Universidad Pompeu Fabra, ganó una beca Toptal STEM Scholarship for Women, unas ayudas que desde el 2015 otorga la red Toptal a mujeres científicas informáticas, ingenieras de software y desarrolladoras con talento. Además, es cofundadora junto con su compañero de estudios Joan Puig, de la iniciativa empresarial MedMake sobre cursos de impresión 3D para profesionales del ámbito sanitario.

 - ¿Qué recuerdas más especialmente de tu paso por la Universidad?

 En la UPF he tenido grandes profesores y compañeros. También he podido participar en iniciativas con muchísimo futuro, como el Hacklab. Además, la UPF me ha dado las mejores amigas que nunca podría haber deseado. Y es que he tenido la suerte de conocer a un grupo de chicas que no sólo son brillantes como ingenieras sino también como personas. Gracias a profesionales como ellas y como los colegas del grado, estoy convencida de que el futuro del campo está en muy buenas manos.

 - ¿En qué momento decidiste hacer una ingeniería relacionada con la biomedicina y qué te motivó a hacerlo?

 Recuerdo haber dudado mucho en el último año de instituto. Elegir grado y universidad no fue nada fácil para mí. Finalmente me di cuenta, sin embargo, que para mí es muy importante que las horas de esfuerzo tengan un impacto en la sociedad. El trabajo de un ingeniero es, en definitiva, resolver problemas y aportar soluciones, y ello en el ámbito de la salud ha sido siempre especialmente necesario. La ingeniería biomédica me hace sentir útil y, por tanto, feliz.

 - En verano, has participado en diferentes actividades científicas en Escocia, Alemania, etc., qué destacarías y qué significaron estas estancias?

 Cuando estaba en el instituto tuve la gran oportunidad de ser seleccionada por el programa "Jóvenes y Ciencia" de la Fundación Catalunya-La Pedrera. Ellos me ayudaron a descubrir el mundo de las estancias de verano internacionales que luego seguí continuando por mi cuenta. Creo que a nivel humano son una gran experiencia y me han enseñado mucho más que ciencia.

 - ¿De qué manera crees que la tecnología debería buscar soluciones ante los retos a los que se enfrenta el mundo?

Me parece que no te seré del todo capaz de responder a esta pregunta. Personalmente creo que en el campo de la ingeniería biomédica hay dos grandes tendencias. La primera es hacia la innovación: desarrollar nuevas tecnologías para resolver problemas hasta ahora sin solución. La segunda es hacia la accesibilidad: elegir soluciones ya existentes y simplificarlas, hacerlas más económicas para que puedan estar al alcance de todos. El verano pasado, mi compañero de estudios de grado Joan Puig y yo participamos, en el contexto del Campus Junior de la UPF, en un proyecto mundial de diseño de prótesis con impresión 3D (Hand Challenge) para personas en riesgo o desfavorecidas. Ha sido una de las mejores experiencias de los últimos años y quiero seguir dando todo el apoyo que me sea posible.

 - Con la ayuda que la beca Toptal STEM Scholarschip for Women te otorgó, qué programa de formación estás siguiendo y hasta cuándo?

El programa consta de dos partes. En primer lugar, un importe económico que he usado para comprarme una impresora 3D y poder colaborar aún más activamente en el proyecto de diseño de prótesis. En segundo lugar, la beca también consta de un programa personalizado de formación de un año de duración que estoy aprovechando para mejorar mis conocimientos de programación en python. Ahora mismo, estoy trabajando en un proyecto de procesamiento de señales médicas que podría ahorrar mucho trabajo a los servicios de neumología. Es complicado, pero tengo un equipo genial y estamos haciendo todo lo posible para sacarlo adelante.

-El programa de la red Toptal, te ha abierto nuevas expectativas profesionales o personales? ¿Qué planes tienes para el futuro?

 Este reconocimiento y mis estudios de máster en la ETH de Zürich (Suiza) me han hecho darme cuenta de que, en un futuro cercano, quiero un trabajo que me permita utilizar no sólo mis conocimientos técnicos sino también los que he ido adquiriendo a lo largo de la vida en otros ámbitos, combinando así mis intereses. Con mi compañero de estudios Joan Puig, tenemos una iniciativa empresarial denominada Medmake de cursos de impresión 3D para profesionales del ámbito sanitario. Este mes de febrero trabajaremos con médicos de Althaia (Red Asistencial Universitaria de Manresa) para enseñarles a convertir una imagen médica del paciente en un modelo 3D que luego pueden imprimir. Es un proyecto innovador que combina la ingeniería, la empresa y la comunicación y, por ello, nos hace tanta ilusión. Esperamos poderlo trasladar más adelante a otros hospitales.

  -Y además, ¿qué te gusta hacer cuando no estás trabajando ni estudiando?

Me encanta el arte, especialmente la pintura y la arquitectura; por eso Barcelona es, aún hoy, mi ciudad favorita. También me apasionan las historias: leer, escribir, verlas en un escenario o interpretarlas yo misma. Sin el arte, el teatro y la escritura no sería yo.