Muchas cosas han cambiado desde aquel 1993 en que los estudios de Comunicación Audiovisual de la Universidad Pompeu Fabra dieron inicio en el edificio Rambla. Nuevos medios, nuevas formas de finaciación, nuevas maneras de hacer arte y de explicarlo. Pero hay algo que ha permanecido a lo largo de estos veinte años, y es el éxito profesional de los estudiantes de este grado que atrae a los estudiantes más excepcionales.

"Las altas notas de corte de los estudiantes son un claro indicador del hecho de que tenemos alumnos brillantes", afirma Fran Benavente, director de los estudios de Comunicación Audiovisual de la UPF. "Ellos tienen un gran potencial, y nosotros tratamos de crear el entorno adecuado para que se desarrolle. Parte de esta  responsabilidad recae en los profesores del grado, muchos de ellos grandes teóricos y profesionales en activo que están en contacto con la realidad directa del mundo audiovisual".

Esta intención de mantener una relación constante con las nuevas tendencias se encuentra presente desde el momento fundacional de los estudios, época en que Jordi Balló, profesor del grado en Comunicación Audiovisual y del máster en Documental de Creación UPF-IDEC, empezó a impartir sus primeras lecciones. "En un ambiente de crisis como el de los inicios de la licenciatura en Comunicación Audiovisual, se cuestionaba su existencia por falta de una industria que generase demanda. En este sentido, la Universidad originó movimentos de creación y fue capaz de crear nuevos perfiles y de avanzarse a los acontecimientos", dice Balló.

"Un destacado factor diferencial que ofrecía y que aún ofrece el grado en Comunicación Audiovisual en la UPF es que hemos apostado por una vertiente más creativa y no tan periodística", afirma Benavente; "es por este motivo que queremos que nuestros alumnos partan de una sólida base teórica que les de herramientas para poder desarrollar sus capacidades artísticas".

Fran Benavente: "Ellos tienen un gran potencial, y nosotros tratamos de crear el entorno adecuado para que se desarrolle"

Víctor Alonso, actualmente estudiante de cuarto de Comunicación Audiovisual y ganador del premio a la Mejor Dirección SGAE Nueva Autoria en el Festival de Sitges 2014 por su cortometraje documental "Puño y Metal", corrobora la necesidad de partir de unos fundamentos claros que puedan ayudar a adquirir y ampliar una mirada crítica respecto a lo audiovisual. "Supone una gran motivación tener como referentes a antiguos estudiantes de este grado que no solo están viviendo del cine, sino que son, además, modelos a seguir por la calidad de sus obras. Te ves proyectado en ellos como aquello que yo podría ser si todo fuese bien'".

Con el objetivo de aproximarlos a una realidad más cercana al ámbito profesional, los estudiantes deben realizar un trabajo de final de grado en que ponen en práctica los conocimientos adquiridos durante su especialización, y que tiene una gran importancia en su trayectoria educativa y personal, ya que sirve como carta de presentación hacia el mundo laboral. "No se trata estrictamente de un ejercicio académico, sino que pretende funcionar más allá de las fronteras universitarias", confirma Fran Benavente. "Los estudiantes tienen la oportunidad de desarrollar un proyecto personal en condiciones  privilegiadas, ya que tienen el apoyo de un profesor que tutorizará y revisará su proyecto a lo largo de un curso entero, y con quien podrán discutir cualquier duda que surja a lo largo del proceso de creación".

Víctor Alonso: "Supone una gran motivación tener como referentes a antiguos estudiantes de este grado"

El documental, territorio fructífero

De todos los cineastas que provienen de la UPF, hay muchos que destacan por haberse decantado por un tipo de cine que se encuentra en la frontera entre la realidad y la ficción. Es el caso de Jordi Morató con "Sobre la marxa", una pieza surgida a partir de un trabajo de final de grado sobre el "Tarzan de Argelaguer"; de Carla Subirana, con sus piezas intimistas "Volar" (2013) y "Nedar" (2009), y también de Neus Ballús, licenciada en Comunicación Audiovisual el año 2002 y también antigua estudiante del máster en Documental de Creación UPF-IDEC (2004), que es uno de los casos más recientes y prolíficos.

"El hecho que en la universidad se traten profesiones y temas tan diversos favorece que los estudiantes que todavía no tienen demasiado clara su vocación la puedan encontrar aquí. Muchas veces se trata de un momento de iluminación en que descubres aquello que realmente te gusta, y que puede pasar antes, durante o después de los estudios. En mi caso fue durante las clases de Dirección de Documental con Ricardo Íscar", explica Neus. Ella ha recibido diversos galardones a lo largo del año 2014, entre ellos el premio a la mejor dirección, al mejor guión y a la mejor película en los premios Gaudí 2014, gracias a su film de debut "La plaga".

Neus Ballús "Se tratan temas diversos, y esto favorece que los estudiantes que no tienen clara su vocación la puedan encontrar aquí"

Un caso similar es el de la película "10.000km", dirigido por el ex-estudiante Carlos Marqués-Marcet, que ha recogido numerosos premios a lo largo del 2014 y principios del 2015. Entre estos destacan el Goya 2015 a mejor director novel y los cinco premios Gaudí 2015, entre ellos los de mejor película en lengua no catalana, mejor director y mejor guión, este último para Clara Roquet, coguionista del film y también antigua estudiante de la licenciatura en Comunicación Audiovisual en la UPF. En la película se abraza la ficción sin dejar de lado el realismo sobrecogedor con que se trata el tema de las relaciones a distancia.

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