La coyuntura provocada por el extraordinario incremento del coste de la energía y la situación crítica del mercado en el sector ha obligado a la UPF a reforzar las medidas para reducir el consumo energético dentro de sus instalaciones, y así paliar el desequilibrio que esta circunstancia puede provocar en el presupuesto de gasto corriente.

Con este objetivo, la Universidad ha elaborado el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética 2023, en el que se describen, por un lado, las especificidades de las instalaciones consumidoras de energía (principalmente climatización y alumbrado), tanto por lo que se refiere a su arquitectura, modelo de gestión y de contratación de suministros, y por otro, se proponen actuaciones de ahorro energético (con o sin necesidad de inversión previa) durante el período 2023-2024.

“Para el período 2023-2024, entre las actuaciones que requieren inversiones y las que no, se prevé un ahorro de hasta el 9,6% del consumo anual previsto”

Para desarrollar este plan, aprobado por el Consejo de Dirección de la UPF el pasado mes de marzo, la Gerencia de la Universidad dictó una instrucción, en la que se concretan diversas acciones y recomendaciones, dirigidas a conseguir una reducción de los consumos energéticos en los edificios de los campus.

Según afirma la instrucción firmada por el gerente de la UPF, Oriol Escardíbul, “para el período 2023-2024, entre las actuaciones que requieren inversiones y las que no, se prevé un ahorro de hasta el 9,6% del consumo anual previsto. El ahorro energético de la UPF es responsabilidad de toda la comunidad universitaria: con la implicación de todos se podrá conseguir una Universidad más eficiente y sostenible, a partir de la aplicación de buenas prácticas en el uso de las instalaciones”.

Medidas que requieren inversión y otras que no

Dentro del primer grupo de medidas detalladas en el Plan de Ahorro y Eficiencia Energética, recientemente la Universidad ha empezado a realizar trabajos de sustitución de luminarias fluorescentes por paneles de tecnología LED, concretamente en los 84 despachos de la estructura “flotante” del edificio Roger de Llúria del campus de la Ciutadella, y en los pasillos y distribuidores del edificio docente del campus Mar: en el primer caso, permitirá un ahorro de consumo de unos 1.000 kW al año y una reducción de emisiones de 0,14 Tm de CO2, además de mejorar el confort visual de los usuarios; y en el segundo caso, se estima un ahorro de 2.800 kW y una reducción de 0,4 Tm de CO2. La próxima actuación de sustitución de luces fluorescentes está prevista de cara al mes de agosto en la sala principal de la Biblioteca del edificio Jaume I.

Otras actuaciones que conllevan necesidad de inversión previa (y que deberá ser asumida por la UPF total o de forma parcial, dada la existencia de subvenciones) son un proyecto de instalación de clima para el edificio del Dipòsit de les Aigües, la instalación de placas fotovoltaicas, la mejora del aislamiento de los edificios y la introducción de criterios energéticos en el diseño y la organización de los nuevos espacios.

Por lo que respecta a las medidas de ahorro energético sin necesidad de inversión, el Plan detalla la optimización del consumo mediante cambios en el comportamiento de los usuarios y la reducción del uso de determinados espacios. Estos aspectos se vinculan a la adquisición de nuevos hábitos de consumo energético, la optimización del horario de funcionamiento de la climatización de los edificios, la priorización de alquiler de espacios, la implantación de cambios en las temperaturas de los edificios o la ampliación del cierre institucional de los edificios de la Universidad.

Acciones y recomendaciones para mejorar la eficiencia energética

Por otra parte, la instrucción de Gerencia detalla una serie de acciones y recomendaciones dirigidas a los equipos técnicos de gestión de los edificios y a toda la comunidad universitaria, entre las que se encuentra la revisión de las instalaciones de iluminación en los vestíbulos y del funcionamiento de los termostatos; la desconexión de las luminarias generales interiores; la recomendación a los usuarios que trabajen prioritariamente con luz natural, cuando las condiciones lo permitan, y detener la iluminación y el clima al salir de los espacios.

La Gerencia, coincidiendo con el inicio del nuevo curso 2023-2024, impulsará una campaña de sensibilización y buenas prácticas

Otros aspectos contemplados son la adaptación de los horarios de funcionamiento de las instalaciones energéticas a las necesidades reales; la detección de los equipos que se mantengan encendidos sin justificaciones técnicas; la prohibición del uso de calefactores, estufas y ventiladores no autorizados; el uso de escaleras en detrimento del ascensor, o ventilar y climatizar espacios con la apertura de ventanas. Asimismo, la Gerencia, coincidiendo con el inicio del nuevo curso 2023-2024, impulsará una campaña de sensibilización y buenas prácticas, dirigida a toda la comunidad universitaria, para reducir consumos de energía.