Atrás Un estudio de la UPF y el IDIBGI relaciona un virus presente en el intestino con la adicción a la comida mediante la alteración de dos neurotransmisores

Un estudio de la UPF y el IDIBGI relaciona un virus presente en el intestino con la adicción a la comida mediante la alteración de dos neurotransmisores

El artículo científico, publicado en la prestigiosa revista Nature Metabolism, también asocia la presencia de este tipo de virus, que forma parte de la microbiota intestinal, con alteraciones en el funcionamiento de dos neurotransmisores involucrados en el sistema de recompensa y en la regulación de la saciedad, mecanismos típicos de la adicción. La investigación también identifica una sustancia en el plasma sanguíneo, el ácido antranílico, que podría proteger de los comportamientos vinculados a la adicción a la comida.

05.12.2024

Imatge inicial - Foto: Nature Metabolism

Un nuevo estudio de la Universitat Pompeu Fabra y el Instituto de Investigación Biomédica de Girona Dr. Josep Trueta (IDIBGI) ha revelado que un tipo de virus presente en la microbiota intestinal, concretamente los Microviridae, se asocia a la adicción a la comida y la obesidad. Hasta ahora, las investigaciones sobre la microbiota se habían centrado principalmente en las bacterias, pero este hallazgo pone de manifiesto que otros microorganismos, como los virus, también influyen en el equilibrio de la salud intestinal y en conductas relacionadas con la nutrición y el metabolismo. La investigación, publicada en la prestigiosa revista Nature Metabolism, también identifica una sustancia en el plasma sanguíneo, el ácido antranílico, que podría proteger de los comportamientos vinculados a la adicción a la comida.

La adicción a la comida es un trastorno en el que las personas pierden el control sobre qué comen, y se relaciona directamente con problemas como la obesidad. Desencadena mecanismos del cerebro similares a los que ocurren con otras adicciones. Este nuevo estudio asocia la presencia de una especie de Microviridae en la microbiota intestinal con la obesidad y la adicción a la comida.

Concretamente, relaciona la presencia de este tipo de virus y la adicción a la comida con el metabolismo de la serotonina y la dopamina. Los investigadores han encontrado que la presencia de Microviridae se relaciona con un mayor nivel de triptófano y tirosina en sangre. El triptófano y la tirosina son sustancias que el cuerpo utiliza para producir la serotonina y la dopamina, neurotransmisores esenciales en la regulación del humor y el placer y que están involucrados en mecanismos del cerebro que actúan en la adicción, como el sistema de recompensa y la regulación de la saciedad y el bienestar.

“El estudio subraya la importancia de incluir a los virus en la investigación de la microbiota intestinal, unos microorganismos que a menudo habían sido ignorados. Es importante destacar que la composición del viroma, es decir, el ecosistema de virus del intestino es muy específica de cada persona, pero dentro de cada uno es muy estable en el tiempo. Esto facilita la adopción de estrategias personalizadas para tratar la adicción a la comida”, remarca el dr. Jordi Mayneris-Perxachs, jefe del grupo de Medicina y Biología Integrativa de Sistemas del IDIBGI que ha liderado la investigación y coautor de correspondencia del estudio.

“La microbiota intestinal podría convertirse en una vía innovadora para tratar la obesidad y la adicción a la comida, a través de suplementos alimenticios. Estos resultados tan sólidos se suman al conocimiento que tenemos de la relación entre microbiota y cerebro e identifican el papel de componentes como los Microviridae”, subraya el también coautor de correspondencia dr. José Manuel Fernández-Real, jefe del grupo de Nutrición, Eumetabolismo y Salud del IDIBGI y el CIBERObn, que también es el jefe de la sección de Endocrinología del Hospital Trueta y catedrático de la Universidad de Girona.

Resultados validados en seres humanos, ratones y moscas de la fruta

Las conclusiones se han validado en tres grupos independientes de personas, que en total suman 264 individuos, y encajan con el resultado de otro análisis del mismo equipo del IDIBGI en otro grupo de 942 personas, en las que se ha validado hallado una asociación de los Microviridae con un menor control inhibitorio.

La asociación descubierta en humanos también se ha probado en ratones y moscas de la fruta. En colaboración con investigadores de la UPF, cuando se transfirió microbiota de pacientes con alta presencia de Microviridae a ratones, éstos mostraron una mayor adicción a la comida y alteraciones en el metabolismo del triptófano, serotonina y dopamina en el cerebro. Además, estos ratones presentaron comportamientos típicos de la adicción a la comida, como la motivación, la compulsividad y la persistencia.

“La identificación de este mecanismo innovador implicado en la pérdida de control de la ingesta alimentaria podría representar un avance relevante para la identificación de nuevas estrategias terapéuticas para un abordaje más eficaz de estos trastornos alimentarios y sus complicaciones metabólicas asociadas como obesidad”, afirma el también co-autor de correspondencia dr. Rafael Maldonado, jefe del laboratorio de Neurofarmacología del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) ​​de la Universidad Pompeu Fabra. Por su parte, el neurocientífico, catedrático e investigador del Centro del Cerebro y la Cognición de la UPF, Gustavo Deco asegura que estos hallazgos “revelan una asociación entre ciertos bacteriófagos intestinales y la actividad de regiones cerebrales clave en la adicción, como la corteza orbitofrontal y el estriado”. "Estos virus parecen modular la dinámica cerebral en circuitos relacionados con la recompensa y el comportamiento alimentario, sugiriendo un vínculo entre la microbiota intestinal y los mecanismos neurobiológicos de la adicción a la comida", añade Deco.

En este estudio también han colaborado investigadores de la Fundación para el Fomento de la Investigación Sanitaria y Biomédica de la Comunidad Valenciana (Fisabio)-CIBERESP y la Universidad de Alicante, entre otros.

Artículo de referencia: Castells-Nobau, A., Puig, I., Motger-Albertí, A. et al. Microviridae bacteriophages influence behavioural hallmarks of food addiction via tryptophan and tyrosine signalling pathways. Nat Metab (2024). https://doi.org/10.1038/s42255-024-01157-x