Olga Valverde, líder de una investigación en la UPF sobre la depresión periparto: “Las enfermedades puramente femeninas a menudo quedan relegadas a un segundo plano”
Olga Valverde, líder de una investigación en la UPF sobre la depresión periparto: “Las enfermedades puramente femeninas a menudo quedan relegadas a un segundo plano”
Olga Valverde Granados (Cádiz, 1965) es investigadora y profesora del Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS) de la Universitat Pompeu Fabra (UPF). Recientemente, ha recibido una ayuda de 200.000 euros de la Fundación de La Marató de 3Cat en el contexto de la pasada edición celebrada en 2023, dedicada a la salud sexual y reproductiva. Bajo el título "Interacción entre endocannabinoides y oxitocina en la fisiopatología de la depresión periparto (INDOOR)", la investigación liderada por Valverde estudia cómo ciertos sistemas neuronales influyen en la depresión durante el embarazo (conocida como depresión periparto) y qué efectos tiene este trastorno posteriormente en la paciente.
Licenciada en Medicina y Cirugía por la Universidad de Cádiz, Valverde también es doctora en Neurociencias por la Universidad de Cádiz y en Farmacia por la Universidad René Descartes de París. En 1998 se incorporó a la Facultad de Ciencias de la Salud y de la Vida de la UPF. Actualmente, es catedrática de Psicobiología y dirige el Grupo de Investigación en Neurobiología del Comportamiento (GReNeC) del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud, que centra sus líneas de investigación en el estudio de las bases neurobiológicas de los trastornos afectivos, la adicción a drogas de abuso y el estudio del dolor.
¿Por qué es importante estudiar las bases biológicas de la depresión periparto?
La salud mental de las mujeres ha sido históricamente infravalorada. Esto provoca que no se les dé la suficiente importancia ni se destinen los recursos necesarios, tanto económicos como humanos. Enfermedades como la depresión periparto u otros trastornos exclusivamente femeninos, como la endometriosis, se han considerado a menudo 'enfermedades de segunda'. La depresión periparto se ha investigado poco, porque se veía como una extensión de la depresión. Ahora sabemos que es una entidad diferente, con características específicas que necesitan ser estudiadas a fondo.
¿Cuál es la magnitud de este trastorno? ¿Cuantitativamente, se puede hacer una analogía con otra enfermedad para visualizar su alcance?
Se calcula que afecta entre el 10% y el 15% de las mujeres embarazadas o en el postparto, aunque esta cifra puede ser superior, ya que muchas veces no se diagnostica. Durante la pandemia de la Covid-19, este porcentaje aumentó significativamente, probablemente debido al aislamiento y al temor que muchas mujeres tenían, no solo por el posible impacto del virus en la gestación, sino también por la incertidumbre sobre cómo serían atendidas durante el parto.
Además, el hecho de que aún exista un estigma asociado a la salud mental contribuye a esta falta de diagnóstico. Muchas mujeres pueden sentir vergüenza o miedo de ser juzgadas por admitir que no están disfrutando plenamente de la maternidad, lo que retrasa el acceso al tratamiento adecuado. Esto hace que este trastorno continúe siendo infraidentificado, a pesar de su impacto significativo en la calidad de vida de las mujeres y en el desarrollo del bebé.
“La depresión periparto afecta entre un 10% y un 15% de las mujeres, pero muchas veces no se diagnostica debido al estigma asociado”
¿Qué estrategias considera clave para reducir el estigma asociado a esta depresión?
Es importante demostrar que la depresión periparto tiene una base biológica mediante pruebas científicas que desmientan la idea de que depende de la voluntad de la persona. Además, los profesionales de la salud y los políticos deberían utilizar un lenguaje claro y accesible para explicar que este trastorno es el resultado de factores biológicos y sociales complejos. También es fundamental sensibilizar a la sociedad sobre el impacto de la enfermedad tanto en la madre como en el desarrollo del bebé, para darle la visibilidad que merece e impulsar políticas públicas que prioricen la salud mental.
¿Por qué cree que este tipo de depresión no se ha investigado lo suficiente? ¿Existe un sesgo de género?
Hay varios motivos. Por un lado, los modelos experimentales que utilizamos para estudiar la depresión en animales no siempre reproducen de manera fiel los cambios hormonales y neurológicos que se producen durante la gestación. Por otro lado, existe un sesgo de género en la ciencia: históricamente, los estudios biomédicos se han hecho con hombres como modelo principal. Por último, las enfermedades puramente femeninas, como la depresión periparto, a menudo quedan relegadas a un segundo plano.
Hemos asumido que las mujeres somos resilientes y que debemos soportarlo todo: la menstruación dolorosa, el dolor del parto... Y así sucesivamente, pero no debería ser así.
¿Cómo se diagnostica la depresión periparto?
El diagnóstico suele hacerse a partir de los síntomas que la madre explica a su ginecólogo o médico de cabecera, como episodios de tristeza prolongada, falta de energía o dificultades para establecer un vínculo con el bebé.
Estos profesionales derivan a la paciente a un especialista en psiquiatría, donde se realizan pruebas más específicas: se lleva a cabo una historia clínica completa, incluyendo los antecedentes personales y familiares, y se utilizan tests específicos para identificar trastornos emocionales como la depresión. Sin embargo, hoy en día dependemos mucho de lo que nos comunica la paciente, lo que puede hacer que muchos casos no se detecten a tiempo. De hecho, los tests están estandarizados y son muy útiles para detectar la depresión periparto y evaluar el bienestar de las pacientes durante la gestación. En nuestro proyecto utilizaremos algunas de estas herramientas diagnósticas, aunque no las aplicaré yo directamente, sino el psiquiatra que forma parte del equipo.
¿Qué impacto puede tener este trastorno en el neurodesarrollo del bebé y, en consecuencia, en el entorno familiar?
La depresión periparto puede afectar negativamente el vínculo entre madre e hijo, un aspecto fundamental durante los primeros meses y años de vida del bebé. Este vínculo comienza a formarse antes del parto y es especialmente crucial durante los primeros mil días de desarrollo del niño. En esta etapa, el bebé depende casi exclusivamente de su madre, especialmente durante los primeros meses, en los que el establecimiento de este vínculo es esencial para su bienestar y desarrollo.
“La depresión periparto puede afectar negativamente el vínculo entre madre e hijo, un aspecto fundamental durante los primeros meses y años de vida del bebé”
Este vínculo no solo tiene una función afectiva, sino que también contribuye al desarrollo cognitivo y emocional del bebé. Cuando este vínculo se ve alterado, el cerebro del bebé puede desarrollarse de manera inadecuada, lo que puede tener efectos en su capacidad de aprendizaje, sus relaciones emocionales e incluso en su salud mental futura.
En nuestro proyecto, estudiamos este impacto tanto en modelos experimentales como en humanos. Trabajamos con las díadas de madre e hijo: seguimos el vínculo entre ellos durante un tiempo y realizamos entrevistas a la madre para conocer cómo se siente. También evaluamos el desarrollo psicomotor del bebé a través de pruebas y tests para ver si el hecho de que la madre esté deprimida afecta al desarrollo infantil. Normalmente, seguimos este proceso durante seis meses, aunque podemos ajustarlo según el caso.
¿Qué papel juegan los sistemas de oxitocina y endocannabinoides en esta depresión?
Son dos sistemas clave para la regulación de las emociones, el vínculo afectivo y la motivación. La oxitocina, por ejemplo, es fundamental durante el parto y el postparto, ya que favorece las contracciones uterinas, la leche materna y el vínculo entre madre e hijo. Los endocannabinoides, por su parte, modulan muchas funciones cerebrales y ayudan a regular la oxitocina. Este sistema de endocannabinoides actúa como un modulador general del cerebro, influyendo en varios neurotransmisores, lo que le otorga un papel central en la regulación del comportamiento y las emociones.
Estos sistemas no actúan de manera independiente, sino que están conectados, y es esta interacción lo que nos interesa explorar. Por ejemplo, sabemos que la liberación de oxitocina durante el parto y el postparto facilita el vínculo afectivo entre madre e hijo, pero si este sistema se ve alterado, el vínculo puede no desarrollarse correctamente. De la misma manera, los endocannabinoides tienen un papel importante en la regulación de las respuestas al estrés y en la capacidad de adaptación, aspectos clave durante el postparto. Nosotros queremos investigar cómo estas alteraciones podrían contribuir al desarrollo de la depresión periparto y si podemos identificar biomarcadores que señalen estas disrupciones, abriendo así la puerta a posibles estrategias terapéuticas.
¿Qué avances terapéuticos esperan lograr con este proyecto?
Nuestro objetivo principal es generar conocimiento sobre los mecanismos biológicos de esta depresión e identificar biomarcadores que permitan diagnosticarla de manera precoz. Esto podría ayudarnos a anticiparnos al trastorno antes de que aparezca o desarrollar terapias más personalizadas en el futuro. Sin embargo, debemos ser prudentes: aún estamos en una fase inicial, y pasar de este conocimiento a diseñar nuevos tratamientos puede requerir años de investigación.
“Queremos identificar biomarcadores para diagnosticar precozmente y avanzar hacia terapias personalizadas”
Sin embargo, esto escapa al alcance de este proyecto concreto y requeriría futuras investigaciones más enfocadas en el desarrollo de tratamientos específicos. Por el momento, nuestra prioridad es establecer las bases para mejorar el diagnóstico y la comprensión de esta condición.
¿Cómo contribuye esta ayuda de 200.000 euros de la Fundació de La Marató a la investigación?
Esta ayuda es clave para poder llevar adelante el proyecto. La investigación científica es muy costosa, tanto por los materiales y los modelos experimentales como por los recursos humanos necesarios. Sin este apoyo, no habríamos podido poner en marcha el proyecto en las condiciones actuales. Además, el financiamiento de la Fundación La Marató no solo nos permite avanzar en la investigación, sino que también otorga al proyecto una gran visibilidad pública, facilitando la atracción de más apoyo e interés tanto científico como social.