El grado en Medicina se organiza en torno a los siguientes ejes, planteamientos y principios:
1. Las personas, en el centro de los estudios
Tanto el médico como el propio paciente están en el centro de la práctica médica. Por este motivo, es imperativo formar médicos integradores, capaces de ver al paciente desde un punto de vista global en su contexto social, así como comprender los factores determinantes de la salud individual y comunitaria.
Para ello, se potencia el contacto precoz del estudiante con la realidad clínica, con especial relevancia de la atención primaria, intercalado con el aprendizaje de los componentes científicos para motivar y centrar la actividad del alumno en su objetivo final, además de facilitar la incorporación temprana de hábitos clínicos y el desarrollo de capacidades profesionales.
2. La ciencia, en el corazón de la práctica médica
El conocimiento sobre la salud y la enfermedad, así como su constante evolución, proceden de la investigación científica. Por este motivo, es esencial integrar la investigación como parte de la educación médica.
En el médico, la mentalidad científica y profesional van de la mano, y la investigación es tanto un instrumento para resolver problemas médicos en el día a día como una fuente de nuevo conocimiento. Para fomentarlo, los estudiantes desarrollarán proyectos de investigación en el marco del Parque de Investigación Biomédica de Barcelona (PRBB) y de las instituciones clínicas y biomédicas que lo integran.
Por otro lado, las tecnologías de valor médico han experimentado avances espectaculares y, entre ellas, las de comunicación e información (TIC), la genómica, la proteómica, la metabolómica, el análisis de los “big data” o las técnicas de imagen. Este es el contexto científico y social en el que un médico, allá donde esté, va a desarrollar su práctica en el futuro. Por este motivo, es importante aprender estos nuevos lenguajes.
3. Compromiso social y ético de la profesión médica
Para que el conocimiento científico y las tecnologías médicas estén al servicio de las personas, es necesario un firme compromiso social y ético.
La comprensión del paciente pide conocimiento y actitudes relacionadas con las condiciones culturales y sociales y las situaciones generadas por la pérdida de la salud. Esto incluye un reconocimiento adecuado de la diversidad de género y cultural.
El futuro médico deberá saber manejar situaciones complejas en el ámbito médico-social como son la muerte digna, las terapias génicas, la priorización de recursos humanos y materiales, el uso de las nuevas tecnologías y su implicación social, la igualdad de género, la investigación clínica y de transferencia, así como los problemas asociados a la utilización del material genético y los biobancos, entre otros ejemplos.
Por otro lado, el grado en Medicina está comprometido con los objetivos de desarrollo sostenible (ODS), con un plan de estudios socialmente responsable que proporciona a los estudiantes las aptitudes y capacidades para ejercer una medicina que contribuya a alcanzarlos.
4. Desarrollo de habilidades socioemocionales o no cognitivas y de comunicación en los estudios de Medicina
Las habilidades no cognitivas o socioemocionales —como la empatía, la tolerancia, la perseverancia, la responsabilidad, el autocontrol, la autoestima, la resiliencia, la curiosidad, la capacidad de emprender de forma productiva— se valoran, se enseñan y se evalúan en esta titulación tanto como las científico-técnicas, puesto que tienen un peso muy importante en el desarrollo individual y social de los profesionales.
Entre otras cosas, estas habilidades implican la capacidad de informar y comunicar, de generar espacio de decisiones compartidas basándose en la evidencia científica sobre las enfermedades y los tratamientos, cómo explicar las buenas y las malas noticias y, finalmente, la forma de asesorar en situaciones difíciles.
5. El estudiante, en el centro del aprendizaje activo: el desarrollo del razonamiento clínico
Si el paciente es el centro de los estudios, el alumno lo es del proceso de aprendizaje.
El plan de estudios incluye materias que contienen el análisis transversal de problemas de salud con la consideración de los mecanismos fisiopatológicos que los justifican, incluyendo la etiología, las manifestaciones clínicas, las herramientas de diagnóstico y tratamientos disponibles.
El modelo tradicional de enseñanza, basado en la clase magistral y las prácticas tradicionales, no permite lograr las competencias clínicas deseadas de forma completa. En este sentido, se focaliza la enseñanza de los contenidos y las competencias con modelos pedagógicos innovadores como el aprendizaje basado en problemas y en proyectos, la flipped classroom y otros métodos de blended learning, que son actividades formativas óptimas para lograr el desarrollo de un pensamiento clínico crítico dirigido a automatizar los procesos de diagnóstico esenciales para la actividad profesional.