Atrás Los cinco tigres simbólicos (五虎)

Los cinco tigres simbólicos (五虎)

«Como está prescrito [por Lao zi], es el Tigre Amarillo el que se sienta entre vosotros, el Soberano del Centro.

 

Lleno de poder, augusto, sin debilidad, dispensa sus directrices inteligentes y sublimes». 

 

Plegarias e invocaciones a los Cinco Tigres

22.07.2019

Imatge inicial

«Cuando la noche es oscura, vuestros ojos brillan como estrellas. Vuestro rugido produce la tormenta. Vuestra fuerza no tiene rival, y oís con claridad todo lo que acaece en la lejanía. […] ¡Cinco Tigres, oh vosotros que sois los magníficos señores de las Cinco Regiones del Espacio, repeled y mantened lejos de nosotros los crueles maleficios de toda índole! »

 

Prières et invocations aux Cinq-Tigres

 

«Oh corazón mío, sé como el centro de la tierra, que se mueve, pero no varía.»

 

Canto del alfarero hindú

 

Si bien el Tigre, con su poder y ferocidad propios del animal cazador que es, aparece con frecuencia como un símbolo eminente de la casta guerrera, en este caso preciso la simbología energética y cosmológica prima sobre el sentido marcial, igualmente presente. En la geomancia como en la alquimia sino-vietnamita, el Tigre se opondría al Dragón; si en el primer caso su influjo se considera «maléfico», en el segundo es una figuración del principio energético activo y expansivo (Yang, Duong), opuesto al principio húmedo y receptivo (Yin, Am), el plomo opuesto al mercurio, el soplo al semen.[1] Los Cinco Tigres —Ngu-Ho en vietnamita (五虎)—  son símbolos de fuerza protectora, son los guardianes del Centro y de los Cuatro Puntos Cardinales. En la historia, las fábulas y las leyendas sino-vietnamitas, la apelación de Cinco Tigres es empleada con frecuencia para denominar a grupos de guerreros valerosos, protectores del reino o del imperio. Por otro lado, la aparición de un Tigre Blanco sería un signo de poder y virtud real. El Tigre es, según esta simbología, un animal del Norte, del solsticio de Invierno, dónde combate y devora las influencias maléficas. Dotado de Longevidad, aparece como montura de los Inmortales.[2] Zhang Daoling, fundador de la Secta de los Maestros Celestiales y Primer Tianshi de la Iglesia daóica, aparece con frecuencia montado en un Tigre y blandiendo su espada para desterrar a las fuerzas maléficas:

 

 

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En esta antigua imagen bicolor sin datación, el Tigre montado por el Primer Maestro Celeste aparece con el sinograma Wang (王), «Soberano», en la frente; en efecto, el Tigre es también llamado «El Príncipe de la Montaña» y considerado el Rey de los demás animales de la espesura.[4] Se emplea la expresión «Cabalgar el Tigre» para aludir a las técnicas de la Alquimia Interior para conseguir el Elixir de Oro y conocer los secretos de la Vía.[5] Su fuerza simboliza, en el buddhismo, la de la fe, del esfuerzo espiritual que atraviesa la jungla de las faltas, ella misma figurada por un bosque de bambúes. [6] En China también aparece como «Guardián de Buddha», confundiéndose con el León.[7] En Malasia, los curanderos tienen el poder de transformarse en Tigre. En todo el sureste asiático, el Tigre-Ancestro mítico es considerado como el iniciante a las Artes Guerreras y Esotéricas. Él conduce a los neófitos a la jungla para iniciarlos, es decir, matarlos y resucitarlos. El Tigre es también una hipóstasis del «ser auténtico» o «hombre verdadero».[8]

En su obra Huê la mystérieuse, Louis Chochod describe una imagen parecida a la que aparece en la Chrestomatie annamite de Nordemann, en la que igualmente aparecen los Cinco Tigres, con brío y aspecto truculento; el Jefe-Tigre es reconocible por sus atributos de mando situados ante él —un sable y un cofre que contiene su sello. Su pelaje es Amarillo. Se halla en la cumbre de una montaña con peñascos abruptos. A su alrededor aparecen en las nubes acumuladas otros cuatro tigres. Arriba, a su izquierda, un Tigre Azul (que igualmente podría ser Verde, pues ambos cromatismos son equivalentes en la simbología sino-vietnamita). Abajo, también a su izquierda, un Tigre Blanco. A su derecha, y de arriba hacia abajo, un Tigre Rojo y un Tigre Negro. Estos animales sagrados son las formas o hipóstasis simbólicas de los cinco genios o divinidades tutelares del Centro del Mundo y de los cuatro puntos cardinales. El Sur es el dominio del Tigre Rojo; el Norte, el del Tigre Negro. El Tigre Azul habita Oriente, y el Tigre Blanco, Occidente. Todos han recibido la misión de proteger a los seres humanos de los demonios y de las influencias nefastas, y es Lao zi en persona el que les ha confiado dicha misión, entregando al Tigre Amarillo las insignias de su estatus cosmológico y energético, el sable y el sello. Si bien la disposición ritual de los Tigres no corresponde con las direcciones que les son atribuidas, no se trata, como cree Louis Chochod, de una degradación o desnaturalización de consideraciones estrictamente cosmológicas y «científicas» que se han transformado en realidades concretas; se trata, por el contrario, de la expresión del substrato chamánico común a China, cuyo nombre más antiguo es el de «Continente de los Espíritus»[9], y a todo el sureste asiático; afirmar dicha degradación equivale a afirmar que el Daodejing es un texto de carácter eminentemente político y filosófico en un sentido abstracto, al que se han añadido posteriormente nociones ascéticas, místicas, mistéricas y cosmológicas, sin embargo, si seguimos la interpretación de Schipper, los numerosos estratos que constituyen este texto de origen oral muestran como el hogar, el poblado, el «Estado» o el «Reino» que aparecen en él son, de hecho, imágenes y figuraciones del cuerpo humano, la integridad del cuerpo-mente, el «paisaje interior», el microcosmos que debe adecuarse con el macrocosmos, humano y no-humano, y del que evidentemente deriva una forma de conducta y pensamiento político (o digamos, una política-apolítica). El Daodejing puede interpretarse como un anti-discurso, el anti-discurso paradójico del Viejo Maestro, que nos dirige — sin dirigirnos— a una enseñanza sin palabras.[10]

 

 

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De la misma forma, la disposición de los Cinco Tigres simbólicos posee distintos niveles de lectura no excluyentes entre sí. De hecho, la disposición ritual presenta igualmente una coherencia energética, pues si leemos la imagen de izquierda a derecha, empezando por arriba, el primer Tigre que aparece es el Azul, de energía mixta pero predominantemente Duong, Yang, que indica el inicio de la expansividad energética, pues corresponde a la Primavera. Le sigue el Tigre Rojo, la expresión máxima de la energía Duong, expresión del Verano y del acmé de la energía expansiva. Como es sabido, en la práctica de la Vía transcendente del Arte marcial, un gran consumo de energía puede conllevar un descenso abrupto a una coyuntura energética plenamente Am, Yin, que corresponde al Tigre Negro, al Agua, al Invierno. A este le sigue el Tigre Blanco, que si bien representaría el Otoño, su carga energética, de predominancia Am, es más Duong que la del Tigre Negro. El Tigre Blanco expresa, como el Azul, una fase intermedia entre el auge y el descenso energético, por lo que es símbolo de flexibilidad y versatilidad energética. Así, vemos la coherencia energética de dicha disposición ritual (y existen otras, igualmente interesantes y justificables). Examinemos ahora la disposición horizontal y cardinal;

 

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Esta disposición tiene igualmente un valor fenoménico como brújula energética. El motivo central del diagrama corresponde aquí al Centro y al Interior (Nôi), con un sentido plenamente ascético y cosmológico, como punto de convergencia y de irradiación de las corrientes energéticas.[13] Como veremos más adelante, este punto de convergencia e irradiación que posee el Centro tiene un valor tanto exotérico como esotérico en la práctica del Viet Vo Dao. Las fuerzas inteligentes que emanan del Centro, como el pensamiento que precede la acción y baña con energía el gesto naciente, controlan las corrientes de energía cósmica orientadas del Occidente al Oriente, y del Sur al Norte. Estas corrientes energéticas y la Inteligencia que las dirige son simbolizadas por los Cinco Tigres, representativos de la fuerza y del coraje marcial. Las regiones cardinales del espacio conservan su carácter geográfico y cosmográfico, pues los Tigres son los guardianes del Templo del Espacio, interior y exterior, y sobre ellos recae la apertura y la protección de las diversas Puertas del Espacio, presentes tanto en el cuerpo del practicante de la Vía como  en la totalidad del Cosmos. El Fuego, el Sur y el Verano corresponden al Tigre Rojo. El Agua, el Norte y el Invierno corresponden al Tigre Negro. El Viento, el Este y la Primavera, al Azul. El Metal, el Oeste y el Otoño, al Tigre Blanco. El que dirige a los demás Tigres es el Tigre Amarillo, de suprema sabiduría, que corresponde al Centro, a la Tierra, al Interior, y es el «Augusto Espíritu del Suelo Terrestre».[14] De nuevo, el Cuadrado representa la Tierra, y el Círculo, el Cielo.

Por otro lado, deseamos mencionar un juego de palabras que alude a la naturaleza del Tigre Amarillo y al hecho de que Lao zi (Lǎo tú en vietnamita) le entregue las insignias de la soberanía cosmológica y energética. En vietnamita, la pronunciación de Lǎo tú («Viejo Niño») y la de Lǎo hǔ, compuesto de 老 (lǎo) («viejo») y 虎 () («tigre»), «Viejo Tigre», son  cercanas fonéticamente. El Viejo Tigre, que denota sabiduría y experiencia —y que corresponde al Tigre Amarillo, que preside el Centro de los Cuatro Puntos Cardinales y del organismo en la práctica de la Vía— sería una hipóstasis o una delegación energética del mismo Lao zi (Lǎo tú) que le entrega el sable y el sello de la supremacía del Centro. A continuación, recogemos reproducciones gráficas de bellos poemas sino-vietnamitas tradicionales de plegarias e invocaciones a los Cinco Tigres, compilados por Louis Chochod en su obra Huê la mystérieuse;

 

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Como podemos apreciar en estos memorables poemas invocatorios, los Cinco Tigres son presentados como magníficas e imponentes criaturas nacidas en las profundidades de los bosques. Son los soberanos de los animales. En la noche oscura sus ojos brillan como los astros. Su rugido produce la tempestad. Su fuerza es inigualable y oyen distintamente todo lo que ocurre en la lejanía. Cuando atraviesan el bosque, todos los demás animales se arrodillan ante ellos. Con frecuencia su espíritu ha poseído cuerpos humanos que han dirigido los ejércitos al combate, protegiendo el reino y liberando el pueblo, o asistiendo a Huyên-Dân, famoso general y taumaturgo vietnamita que habría vivido en el siglo X de nuestra era y que se habría enfrentado a hordas de demonios. Poseía una espada mágica, una cuerda encantada y una varita divinatoria con la ayuda de las cuales nada le era imposible. Tenía la facultad de elevarse por los aires y cabalgaba un Tigre Negro. Vemos aquí los atributos característicos de un Inmortal daóico. Tras su muerte aparente, Ngoc Hoàng, (玉皇), el «Emperador de Jade», hipóstasis del Dao y una de las divinidades supremas del daoísmo, colocó bajo sus órdenes a doce de los generales celestes. La primera plegaria concluye con la súplica de que los Tigres desciendan sobre el altar en el que tiene lugar la ofrenda. La fórmula sánscrita que la cierra no ha sido identificada.

El segundo poema, más extenso, precisa más características de los Cinco Tigres y de su acción. Combatientes contra los demonios, los Cinco Tigres son caracterizados de la siguiente forma; el Tigre Azul, Señor de Oriente, tiene un carácter augusto y poderoso. El Tigre Rojo, Maestro del Sur, un inmenso vigor. El Tigre Blanco, Soberano de Occidente, es sereno y ecuánime. Es en el Tigre Negro, Maestro del Septentrión, en el que se condensan las influencias mágicas. A continuación, el poema dice; «Como está prescrito [por Lao zi, se entiende], es el Tigre Amarillo el que se sienta entre vosotros, el Soberano del Centro. Lleno de poder, augusto, sin debilidad, dispensa sus directrices inteligentes y sublimes». Cinco Jefes de los ejércitos, magníficos Señores de las Cinco Regiones del Espacio, son los encargados de repeler y purificar las influencias maléficas, así como de destruir las ciudadelas demoníacas. Sus rostros son radiantes y su renombre se extiende como un perfume. Sagaces y con grandes poderes mágicos, rápidos como el rayo, vencedores de las nueve ciudades infernales, los Cinco Tigres expresan el heroísmo marcial, pero sobre todo energético y cosmológico, pues representan la Soberanía sobre uno mismo y el Equilibrio cósmico que siempre debe ser mantenido.

 

 

 

 

 

 

 

[1] Dictionnaire des symboles… p.949.

[2] Ídem.

[3] Antigua imagen sin datación procedente de The History of Chinese Science and Culture Foundation: http://www.chinesehsc.org/chinese_astronomy.shtml (última consulta el 24 de mayo 2019).

[4] Huê la mystérieuse… p. 150-156.

[5] Véase las dos ediciones citadas del Viaje al Oeste, Wu Cheng'en. (1991). Xiyou Ji- La Pérégrination vers l'Ouest, Tome I et II. París: Gallimard, Bibliothèque de la Pléiade y Anónimo chino del siglo XVI . (2019). Viaje al Oeste. Las aventuras del Rey Mono. Madrid: Siruela.

[6] Dictionnaire des symboles… p. 949.

[7] L’art chinois… p. 37.

[8] Dictionnaire des symboles… p. 949.

[9] Véase Javary, C. (2012). Les trois sagesses chinoises. Taoïsme, confucianisme, bouddhisme. París: Albin Michel.

[10] Schipper… p. 241.

[11] Disposición ritual de los Cinco Tigres.

[12] Huê la mystérieuse… p.151.

[13] Véase Huê la mystérieuse… p. 152. Nuestra interpretación corresponde con la práctica del Viet Vo Dao, a la vez exotérica y esotérica.

[14] Ídem.

[15] Ídem, p.154.

[16] Ídem.

[17] Ídem, p. 155.

[18] Ídem.

[19] Ídem.

[20] Ídem, p. 156.

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