Atrás «Dos Fénix ascienden hacia la Claridad» (Emblema del Institut Phuong Hoang, la «Escuela del Fénix»)

«Dos Fénix ascienden hacia la Claridad» (Emblema del Institut Phuong Hoang, la «Escuela del Fénix»)

El emblema de la «Escuela del Fénix» evoca la regeneración energética que es obra del rojo alquímico.

19.07.2019

Imatge inicial

Las dos aves Fénix del Institut Phuong Hoang, la «Escuela del Fénix», fundada por el Gran Maestro Nguyen Tien, tienen una significación eminentemente daóica, ascética y cosmológica. Los colores del emblema de Phuong Hoang (fènghuáng 鳳凰 en chino)—que no pueden apreciarse en esta imagen— son el rojo, el amarillo (para el Sol, el Cielo, y la Tierra) y el irisado (los cinco colores) para el plumaje de las aves Fénix. Según la Chrestomathie annamite, las leyendas les atribuyen gracia, elegancia, poder y «eficiencia celeste»; estas aves fabulosas sólo aparecen ante los hombres en períodos de gran prosperidad o para anunciar el nacimiento o advenimiento de un gran sabio.[1]

 

 

 

[2]

Otro nombre para esta ave mítica es el de pájaro de cinabrio — referencia a la alquimia interna— y es una de las monturas privilegiadas de los Inmortales daóicos:

Les Taoïstes désignent le phénix sous le nom d’oiseau de cinabre (tanniao), le cinabre étant le sulfure rouge de mercure. Le phénix correspond d’ailleurs, emblématiquement, au Sud, à l’été, au feu, à la couleur rouge. Son symbolisme est de même en rapport avec le soleil, la vie et l’immortalité. Le phénix est une monture des Immortels [xiān, 仙]. Il est l’emblème de Niukoua qui inventa le cheng, instrument de musique en forme de phénix, imitant le chant surnaturel du phénix.[3]

Paz, Prosperidad, Serenidad, Flexibilidad y Felicidad son atributos del Fénix:

Le phénix mâle est symbole de félicité ; le phénix femelle est l’emblème de la reine, par opposition au dragon impérial. Phénix mâle et phénix femelle sont ensemble symbole d’union, de mariage heureux. [En el caso del emblema de la Escuela Phuong Hoang, las dos aves representan la Harmonía, el perfecto equilibrio entre Yin y Yang, Am y Duong]. Encore les phénix de Siao-che et Long-yu, s’ils manifestent le bonheur conjugal, conduisent-ils les époux au paradis des Immortels. C’est un phénix qui révéla à Pien-ho la présence du jade dynastique de Tcheou, symbole d’immortalité, et c’est le Fong-hoang, manifestation du pur yang, qui apparaît lors des règnes heureux.[4]

El Fénix se halla en constante mutación según los 64 hexagramas. Como hemos dicho, evoca Flexibilidad, Vivacidad, Poder. Los dos Fénix de la Escuela, macho y hembra, implican la unión que conduce, según los textos del canon daoísta, al «Paraíso de los Inmortales». Para recargarse de energía, ambos se dirigen hacia el Cielo Rojo (circunferencia central) en el que se purifican, para regresar a la Tierra Amarilla (contorno del emblema). Las correspondencias, son, por lo tanto: Cielo-Tierra, Thien-Dia, rojo-amarillo, masculino-femenino, emisión-recepción, «espíritu-materia», es decir, materia-energía liviana—materia-energía pesada. El cuerpo-mente (mente-cuerpo para el Maestro Nguyen Tien, pues en ontología y en la metafísica daóica la mente precede el cuerpo como el Cielo precede a la Tierra) es liberado de las influencias nefastas a través de la práctica respiratoria (Tam The). Como escribe el Maestro Duc Long, el practicante que aplica con pertinencia este simbolismo se convierte entonces en un Hombre en equilibrio entre el Cielo y la Tierra. La «Escuela del Fénix», fundada por el Gran Maestro Nguyen Tien en Hanói, se halla ligada a las dos grandes corrientes de reflexión y de acción marcial vietnamita: la escuela externa (Yang, Duong) y la escuela interna (Yin, Am). La armonización de estos dos principios energéticos y filosóficos constituye su fundamento.[5] El emblema de la «Escuela del Fénix» evoca la regeneración energética que es obra del rojo alquímico:

Le cinabre est le sulfure rouge de mercure, composé dans lequel on reconnaît les deux éléments de base de l’alchimie universelle ; le souffre et le mercure. La forme ancienne du caractère tan, qui le désigne en chinois, figure d’ailleurs le cinabre à l’intérieur du fourneau de l’alchimiste ; une autre forme archaïque évoque la transformation de l’homme par l’usage du cinabre. C’est par excellence la drogue d’Immortalité, d’autant qu’il est rouge (couleur faste et couleur du sang), et qu’il rend le corps rouge, c’est-à-dire à la fois qu’il en rajeunit le teint et qu’il lui donne la luminosité du soleil. On notera par ailleurs que la consommation du cinabre n’est pas spéciale à la Chine ; elle est aussi connue de l’Inde, et même de l’Europe, où elle fut recommandée par Paracelse.[6]

El simbolismo del cinabrio está alineado con la duplicidad energética del Fénix —uno de los modelos del sabio daóico plenamente realizado—, cónyuge del Dragón imperial y del Cielo, así como con el estado vital paradójico que conduce de la receptividad creativa a la plenitud de la eficiencia celeste. El Yang o Duong puro se realiza en lo esencialmente Yin o Am:

Il faut remarquer que le symbolisme du cinabre ne résulte pas de sa qualité de sel, combinant le yin et le yang et en neutralisant les effets réciproques […]. Ce que l’on cherche à obtenir, c’est le yang à l’état pur, or ou cinabre, bien qu’identifié à l’ovule, il soit substantiellement yin (VANC). Ce résultat s’acquiert par des calcinations successives, qui ont pour effet de libérer le mercure. L’alternance cinabre-mercure est le symbole de la mort et de la renaissance, de la régénération perpétuelle, à la manière du phénix renaissant après la combustion.[7]

Si bien el Fénix sino-vietnamita no queda pulverizado por la combustión, ésta es igualmente purificadora y renovadora. El pájaro de cinabrio, como el rojo alquímico que encarna, tiene, al menos, un significado simbólico que se realiza sobre dos planos:

—l’opération alchimique, qui réalise symboliquement la régénération ;

—la consommation du produit, qui est censée conférer l’immortalité physique. Il existe manifestement une hiérarchie entre ces deux conceptions, et les textes chinois ne s’y trompent pas, qui donnent la primauté à la première ; la longévité corporelle n’est elle-même qu’une résultante (ELIF, GRIF, KALL, WIEC).[8]

Se expresa aquí la distinción y la polémica entre el dao de los sabios y el dao de los Inmortales[9]; en este caso es difícil hablar de una inmortalidad meramente «física» en el sentido habitual de la palabra, ya que según algunas interpretaciones el adepto que ha realizado plenamente la transmutación interior se convierte en pura energía celeste. Se trata de una mutación, una transformación más; el embrión inmortal originado en su seno se funde con la integralidad de su mente-cuerpo y asciende a alguno de los Paraísos de los Inmortales o simplemente se funde con la Totalidad, regresando al Dao.[10] Como escribe el Maestro Schipper;

Les Immortels, êtres de lumière, sont eux-mêmes comme les miroirs qui nous guident dans le labyrinthe de la montagne, à travers le monde de la mort et de la résurrection. Ils sont les passeurs, les Arianes qui nous aident en nous révélant la structure secrète du corps. Ce secret des Immortels est bien celui de savoir mourir quand on le veut, quand il le faut. Au-delà des mythes, de l’histoire, des théories, ils nous enseignent concrètement à vivre et à passer, d’un monde à l’autre, en souriant, dans l’ivresse, dansant au rythme de la nature retrouvée.[11]

Por lo que respecta la gestualidad de las técnicas psico-físicas del Fénix en la práctica energética y de la Vía del Arte Marcial vietnamita, éstas no deben confundirse con las de la Grulla; las del pájaro de cinabrio son más amplias, nobles y majestuosas que las del ave que simboliza la longevidad (otra montura de los Inmortales), cuyas técnicas son más incisivas, picadas y sincopadas. La inscripción del emblema de la «Escuela del Fénix» es la siguiente: «Dos Fénix ascienden hacia la Claridad» o «Dos Fénix en Harmonía se inclinan y saludan el Sol, la Claridad del Cielo». Es porque se hallan en harmonía que ambas aves místicas pueden asistir juntas al nacimiento periódico del Sol. Si no se hallaran en harmonía, no podrían saludar al Sol conjuntamente. De la misma forma, si nuestras energías sutiles no se hallan harmonizadas, no seremos capaces de saludar ni presenciar la Luz Celeste de forma pertinente. Como el Fénix, el practicante debe ascender hacia la Claridad del Cielo y de la sabiduría para realizar plenamente el Dao, la Flor de Oro que alberga en sí mismo. 

 

 

 

 

 

 

 

 

[1] Nordemann. E. (1898) Chrestomathie annamite. Hanoï : Société tonkinoise d’enseignement mutuel, p. 254.

[2] Una de las representaciones tradicionales sino-vietnamitas del Fénix extraída de la Crestomatía, p. 254.

[3] Dictionnaire des symboles… p.747.

[4] Ídem.

[5] Cahier technique, nº1 citado, p. 3.

[6] Dictionnaire des symboles… p. 253.

[7] Ídem, p.254.

[8] Ídem.

[9] Distinguimos entre el Dao como «principio» inmanente y transcendente del Universo, en su sentido más cosmológico e incluso «metafísico», y el dao como vía humana para alcanzar (o recuperar) la unión con el Dao. Como nos dice el Maestro Nguyen Tien de forma paradójica: «El ser humano es el dao en movimiento hacia el Dao».

[10] Colectivo. (1995). Dictionnaire de la sagesse orientale. Bouddhisme, Hindouisme, Taoïsme, Zen. París: Robert Laffont. pp. 218-219.

[11] Schipper, K. (1982). Le corps taoïste : corps physique — corps social. París: Fayard. …  pp. 235-236.

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