Atrás Emblema original del Viet Vo Dao

Emblema original del Viet Vo Dao

 

«Es lo que se dice iluminación sutil:

 

Lo blando vence a lo duro.

 

Lo débil vence a lo fuerte.»  

 

Urdimbre del Curso y de su Eficiencia, XXXVI

19.07.2019

Imatge inicial

El emblema original del Viet Vo Dao es una síntesis gráfica de los valores, la filosofía y de la cosmología propios de la «Vía de las Artes Marciales vietnamitas». Según los Maestros, el Círculo representa la plenitud, la perfección, el Círculo de la Vida, el Cielo. El Cuadrado contenido en su interior representa la regularidad, la justicia, la Tierra. El bambú representa la rectitud, la constancia, la flexibilidad, el desinterés, el ser humano. Los valores búdicos y daóicos que expresa se realizan plenamente en la práctica de la Vía;

Il est surtout l’un des éléments principaux de la peinture de l’époque Song, fortement influencé par le Bouddhisme tch’an. La peinture du bambou est plus qu’un art : un exercice spirituel. La rectitude inégalable du bambou, la perfection de son élan vers le ciel, le vide de ses entre-nœuds —image de la shunyatâ, de la vacuité du cœur— symbolisent pour le Bouddhiste, voire pour le Taoïste, les caractères et le but de sa démarche intérieure. Sans oublier l’évocation de son bruissement qui fut, pour quelques maîtres, le signal de l’Illumination.[1]

La pintura del bambú se acerca al arte caligráfico, con el que forma un todo; de la misma forma, la práctica del Viet Vo Dao se realiza como una poética y una caligrafía espacial que se inscribe directamente en el fluctuante tejido de las cosas; como nos dice el Diccionario de Símbolos de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant, el lenguaje del bambú y del arte referido a él es un lenguaje verdadero, pero al cual sólo se accede mediante la percepción intuitiva y la acción inmediata. Para comprender el bambú, el lenguaje del bambú, un lenguaje sin palabras, un lenguaje más allá de las palabras, un no-lenguaje, uno debe habitar el flujo del acaecer como él, debemos devenir bambú. Es lo que el poeta japonés Bashō denomina koto, lo que el filósofo Nishitani interpreta como el hogar de las cosas, su punto de partida, su propio fundamento, la manifestación de lo que son.[2] El hecho de que las cosas sean y que éstas hablen (de) su propio koto, su locus, su lenguaje existencial, es, desde este punto de vista, una y la misma cosa. Como escribe Amador Vega;

Sembla que les coses no poden parlar i pensar més que allò que elles mateixes són. Si preníem el bambú com a motiu i metàfora de la nostra existència, res no ens assegura una imatge irreal del que les coses, les paraules i els pensaments són. Només si fas com el bambú, que es gronxa sense exercir cap resistència al vent, faràs també de tu mateix un ésser real i podràs repetir amb Dōgen (1200-1253), el fundador de la secta zen Sōtō al Japó: «L’ocell vola i sembla un ocell.» (Nishitani 1983: 139)[3]

De la misma forma, el hombre respira y parece un hombre. Como el bambú, el ser humano debe actualizar y (re)unir en su propio microcosmos el conjunto de lo existente y convertirse así en un mediador entre el Cielo y la Tierra. Regresando al conjunto del emblema, en su centro hallamos tres palabras: «VIET VO DAO», la «Vía Transcendente del Arte Marcial», la unión, la harmonía entre el Cielo y la Tierra, el equilibrio entre la fuerza y la flexibilidad. Más adelante regresaremos a la noción de Centro.

En total, el emblema del Viet Vo Dao está constituido por seis colores —cinco tradicionalmente, ya que el azul y el verde son agrupados. Siguiendo las correspondencias cromáticas y elementales ya mencionadas, cada color evoca y representa un valor o una actitud vital, una «fase» y una dirección que el practicante debe comprender y hacer «suya»;

El Negro corresponde a la Determinación, al Norte, al Agua.

El Rojo al Coraje, a la Combatividad, al Sur, al Fuego.

El Azul representa la Bondad; el Verde la Perseverancia, la Esperanza. Ambos representan el Este y la Madera.

El Amarillo representa la Generosidad, la Lucidez, el Centro, la Tierra.

El Blanco representa la Pureza (síntesis de todos los colores), el Oeste, el Metal.

Así, el emblema del Viet Vo Dao puede comprenderse como una brújula ética, estética, ascética y energética para el practicante. En ella hallamos los elementos, las cinco fases, las «Puertas del Espacio» y las diversas «eficiencias», de (德), asociadas a ellas, manifestaciones y expresiones de la Vía. El emblema es cosido sobre el Vo Phuc (la túnica del practicante) en el costado izquierdo, sobre el corazón, la «mente», xin (心), tradicionalmente considerado como la sede del pensamiento, la voluntad, el carácter, etc.[4]

 

Referencias

[1] Chevalier, J. & Gheerbrant, A. (2005). Dictionnaire des symboles. Mythes, rêves, coutumes, gestes, formes, figures, couleurs, nombres. París: Robert Laffont/Jupiter. pp. 103-104.

[2] Vega, A. (2012). Passió, meditació i contemplació. Sis assaigs sobre el nihilisme religiós. Barcelona: Fragmenta, pp. 21-22.

[3] Ídem, p. 23.

[4] Suárez, A-H. (1998). Tao te king. Libro del curso y de la virtud. Madrid: Siruela. p.126.

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