Atrás Los líderes exiliados aumentan la inestabilidad en sus países de origen

Los líderes exiliados aumentan la inestabilidad en sus países de origen

Una investigación con la participación de Abel Escribà-Folch, investigador del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF, sostiene que los gobernantes en el exilio son actores políticos internacionales que pueden fomentar el conflicto y obstaculizar la reconstrucción y la reconciliación de la posguerra en su estado originario.

22.07.2022

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Durante los últimos 140 años, el exilio ha sido el segundo destino más común para los líderes políticos después de su mandato. Existe una extensa historia de gobernantes que huyeron al exterior una vez que la situación en su país se volvió demasiado peligrosa. Los responsables políticos a menudo ven como una solución pragmática el hecho de otorgar un refugio seguro a los gobernantes violentos o impopulares, para los que el exilio representa una mejor alternativa que aferrarse al poder de forma desesperada.

“En nuestro estudio mostramos, a partir del análisis de la política transnacional y la literatura sobre los líderes nacionales, que los gobernantes exiliados representan una fuente externa de inestabilidad crucial, pero a menudo pasada por alto, para sus países de origen"

¿Pero este exilio supone pagar un precio muy alto? A pesar de ser una solución a corto plazo, ¿puede ser un problema más adelante? Un artículo publicado en el Journal of Conflict Resolution, coescrito por Abel Escribà-Folch, investigador del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF, junto con Daniel Krcmaric, investigador de la Northwestern University (Illinois, EE.UU.), describe los mecanismos a través de los cuales los gobernantes exiliados, una vez fuera del país, pueden desestabilizar la política en su estado de origen, y en última instancia, aumentar el conflicto.

“En nuestro estudio mostramos, a partir del análisis de la política transnacional y la literatura sobre los líderes nacionales, que los gobernantes exiliados representan una fuente externa de inestabilidad crucial, pero a menudo pasada por alto, para sus países de origen. Vemos a estos líderes exiliados como actores políticos transnacionales, y argumentamos que pueden aumentar la agitación en sus estados de origen a través de mecanismos directos e indirectos”, afirman los autores.

Así, como mecanismos directos, apuntan el hecho de que los líderes exiliados pueden regresar a casa y reavivar la lucha en un intento por recuperar el poder por la fuerza; y como indirectos, que pueden desestabilizar la política de su país originario desde el exterior, a partir de la movilización de partidarios, la financiación de los rivales contrarios al régimen actual o logrando el apoyo de fuerzas extranjeras.

Evidencias para demostrar la relación entre exilio e inestabilidad en los países de origen

Los autores utilizan, para su análisis transnacional, un nuevo conjunto de datos de Líderes en el Exilio (Leaders in Exile, LIE), una nueva fuente de información sobre el destino y las actividades de los líderes después de su exilio. A partir de ahí, exploran si los líderes exiliados aumentan el riesgo de violencia, la inestabilidad política (a partir de indicadores como los golpes de estado y las protestas) y los conflictos civiles en sus países de origen.

También han realizado análisis comparativos entre líderes, diseñados para minimizar posibles riesgos inferenciales de los análisis transnacionales. Por ello, investigan si la inestabilidad es más probable en casos en los que los líderes escapan al exilio que en casos en los que los líderes son asesinados o ejecutados.

“Todos nuestros resultados demuestran el argumento de que la inestabilidad política es más probable después de que los líderes se exilien. Constantemente encontramos que los líderes exiliados están asociados con mayores niveles de violencia e inestabilidad política en sus países de origen, como conflictos civiles, golpes de estado, protestas y transiciones irregulares de liderazgo”, aseguran a los autores.

Otorgar un exilio “dorado” de forma condicionada al buen comportamiento político de los líderes

Los autores plantean que su estudio, en el que han demostrado que el exilio puede ser una solución a corto plazo pero un problema más a la larga, puede tener importantes implicaciones políticas. Así, se plantean cómo los políticos deberían tratar este “paracaídas dorado”: ​​a diferencia de la mayoría de factores que influyen en los conflictos civiles y en la inestabilidad política (como el desarrollo económico, el tipo de régimen, la geografía, etc.), facilitar (o no) el exilio y sus condiciones es un tema que los políticos pueden manipular fácilmente.

"En ciertas circunstancias, un paracaídas dorado puede representar la última y mejor esperanza para permitir una transición de liderazgo y evitar un baño de sangre"

"En ciertas circunstancias, un paracaídas dorado puede representar la última y mejor esperanza para permitir una transición de liderazgo y evitar un baño de sangre", reflexionan los investigadores. Y añaden: “En lugar de acabar con la práctica de otorgar un refugio seguro a los gobernantes salientes, los legisladores deberían tomar medidas para minimizar los riesgos que los líderes exiliados representan para sus países de origen. Es decir, los estados que brindan un refugio seguro a sus líderes exiliados deben asegurarse de que la jubilación cómoda de un líder debe estar condicionada a un buen comportamiento político”, concluyen.

Artículo de referencia: Krcmaric, D., A. Escribà-Folch, A.  (julio 2022). "I'll Be Back? Exiled Leaders and Political Instability." Journal of Conflict Resolution.

https://doi.org/10.1177/00220027221115622

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