Atrás Daniel Innerarity plantea diferentes "ejercicios de reanimación" para revitalizar una democracia en crisis

Daniel Innerarity plantea diferentes "ejercicios de reanimación" para revitalizar una democracia en crisis

El catedrático de Filosofía Política y Social e investigador Ikerbasque de la Universidad del País Vasco, además de director del Instituto de Gobernanza Democrática, ha impartido la lección "la democracia después de la democracia", que ha abierto el nuevo curso de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales.

06.11.2018

 

"Hoy en día todo el mundo coincide en la fragilidad y la condición mortal de la democracia; en lo que hay discrepancias es en la explicación de la medicina forense que hace falta aplicar". Con esta afirmación contundente, Daniel Innerarity ha comenzado la lección inaugural, en la que ha explicado su receta de las causas que han provocado esta decrepitud y las posibles soluciones para revertir la situación.

La lección, bajo el título "La democracia despés de la democracia" ha puesto en marcha el curso 2018-2019 de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF. El acto, que ha sido abierto por Jaume Casals, rector de la UPF y catedrático de Filosofía, ha tenido lugar el 6 de noviembre en el auditorio del campus de la Ciutadella, en el que era difícil encontrar un lugar vacío para poder seguir las explicaciones del ponente.

La lección, bajo el título "La democracia después de la democracia" ha abierto el curso 2018-2019 de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales de la UPF

Carles Ramió, comisionado para la estrategia del Grupo UPF y catedrático de Ciencia Política de la Universidad, y Miquel Salvador, decano de la Facultad de Ciencias Políticas y Sociales, que ha presentado al ponente, han ocupado la mesa presidencial.

Miquel Salvador ha definido la lección inaugural como un espacio de reflexión más allá de las habituales actividades académicas y regladas que ofrece la Facultad, y ha alabado la calidad de Daniel Innerarity para dar argumentos legitimadores y profundizar en el concepto de democracia, "un término que se tiende a usar y a abusar, a modo de comodín" .

La lección inaugural de Daniel Innerarity

Daniel Innerarity, catedrático de Filosofía Política y Social, investigador ikerbasque en la Universidad del País Vasco (UPV/EHU) y director del Instituto de Gobernanza Democrática (Globernance), ha comenzado su lección explicando cómo desaparecen las democracias hoy en día: "Las sociedades actuales son más desarrolladas que hace unos años como para permitir tolerar el prefascismo y que éste dé paso al fin de las democracias".

Según el filósofo, no se pueden aplicar soluciones pasadas a épocas actuales, sino que "necesitamos otro marco de referencia para buscar soluciones y afrontar los problemas". Para crearlo, hay que pensar en términos de crisis de la democracia, como inadaptación, deficiencias, debilidad política, falta de confianza, negativismo de los electores o desplazamiento de los centros de decisión en lugares no controlables democráticamente.

El ponente ha planteado las teorías que recogen las diferentes amenazas que planean sobre la democracia, y que ha simplificado en dos puntos: el primero, el exceso versus la falta de democracia, y el segundo, la gente no tiene el poder que debería tener versus la gente tiene más poder de lo que debería tener.

Estas amenazas, que se concretan en la tecnocracia y el populismo, habitualmente se quieren solucionar intentando limitar el poder del ciudadano o incrementándolo. "El problema de la democracia es que algunos de sus valores han dejado de funcionar de manera equilibrada. Hay una disociación brutal entre el principio de placer y el principio de realidad", ha enfatizado.

Cuatro "ejercicios de rehabilitación" para ayudar a la democracia a sobrevivir

En una segunda parte de la lección, Daniel Innerarity ha planteado cuatro puntos que, según él, pueden ayudar a "reanimar este muerto viviente al que no sabemos qué medicina forense aplicar".

En el primer punto, y bajo el epígrafe "Una democracia completa", ha alertado de que "cualquier elemento de la democracia, si lo tomamos por separado, puede acabar produciendo algún efecto inesperado". Ha explicado que ningún elemento por sí solo de los que conforman las democracias, como la participación, la rendición de cuentas, los procesos constituyentes, el respeto a las minorías, etc, se puede utilizar de forma aislada.

Para conseguir esta globalidad, "hace falta un todo, una articulación equilibrada y sofisticada de los diversos componentes de la democracia que incluya valores, actores e instituciones. Una democracia es un proceso que no se puede simplificar ni reducir. Hay que trabajar para conseguir una cultura política más compleja y matizada", ha recomendado.

En el segundo punto, "Proteger la democracia de sí misma", Daniel Innerarity ha querido dejar claro que la democracia es un sistema de limitación del poder, y que los sistemas políticos deben pensarse ​​para que el soberano esté sometido a estas limitaciones: "La democracia no es la presencia continua de la ciudadanía en el lugar donde se toman las decisiones, sino que los electos deben ser juzgados por esta ciudadanía. Tiene que ser un sistema inteligente, que no proteja sólo frente a los demás, sino frente a nosotros mismos".

La tercera propuesta de reanimación que ha expuesto el ponente ha sido "Sobreponerse a los malos gobernantes". En este punto, ha recalcado el hecho de que las instituciones deben estar diseñadas de manera que puedan resistir los gobernantes incompetentes. "Mi tesis es que todo lo que sea poner el foco, a la hora de pensar en el sistema de gobierno, en el ser humano, implica infravaloración de las propiedades sistémicas de la democracia".

 "Un sistema político no va de individuos, sino que va de las interacciones y su correspondiente institucionalización"

Una buena manera de actuar en esta línea es diseñar protocolos, procedimientos, sistemas y reglas: "Un sistema político no va de individuos, sino que va de las interacciones y de su correspondiente institucionalización". Y ha añadido: "Vivimos en unas sociedades del pánico, del contagio, epidémicas, que no gestionan bien su interacción. Podemos tener buenos gobernantes individuales, legitimados, pero la interacción entre estados a escala global es burda". Y ha sentenciado: "Podemos prescindir de personas inteligentes, pero no de sistemas inteligentes".

Finalmente, en cuarto lugar, el profesor Innerarity ha hablado de "La prótesis global de la democracia". Para él, en una democracia compleja, la interdependencia entre los estados es una oportunidad de mejora de la calidad democrática de los estados miembros, y ha puesto como ejemplo el proceso de integración europea: "Si causa problemas a escala nacional, es porque los estados no son capaces de garantizar a nivel interno aspectos básicos como la paz, el desarrollo económico o la democracia".

Para concluir este punto y la lección, ha asegurado que esta colaboración entre países es una oportunidad de construcción nacional, de convivencia, de organizarse. "No debe ser un proceso de desglobalización, sino el inicio de una nueva era para la política, un nuevo escenario interdependiente en el cual se juega el futuro de la democracia".

Carles Ramió habla de los valores y de las competencias que necesitarán los futuros graduados en Ciencias Políticas

En el último parlamento del acto, Carles Ramió, comisionado para la estrategia del Grupo UPF, ha alertado de la complejidad de la situación actual: "La democracia va ligada al bienestar, y el bienestar depende de la economía. Si la economía genera desigualdad, la democracia está en crisis".

Para el profesor Ramió, el problema lo encontramos en el hecho de que los gobiernos no tienen el poder, que radica en la economía y los mercados. "Hay una crisis de los intermediarios entre el conocimiento, los expertos, y el ciudadano, un papel que hasta ahora jugaban las universidades, o los partidos políticos. Es una crisis de "demos" y de autoridad: no hay unos vasos comunicantes entre los grupos sociales. Se crea la posverdad, cada grupo genera un relato emocional propio, poco racional, y no hay comunicación entre ellos".

"Los valores que debe transmitir una facultad de Políticas son los de formar buenos profesionales, personas con valores públicos, ética pública, defensores del bien común, altruistas, y que están al servicio de los ciudadanos"

Finalmente, Carles Ramió ha hablado de los valores que puede dar una facultad de Ciencias Políticas y Sociales a sus estudiantes, y que cree que la UPF sí proporciona. Entre estos valores, ha destacado los de formar buenos profesionales, personas con valores públicos, ética pública, defensores del bien común, altruistas, que están al servicio de los ciudadanos.

Las principales competencias que requerirán los futuros graduados y profesionales, entendidas de manera sofisticada, son saber leer (interpretar la realidad a través de la formación multidisciplinaria), saber escribir (resolver problemas a través de la creatividad) y saber hablar (seducir, trabajar en equipo, liderazgo). "Como novedad, si hay dos tipos de formación imprescindible para el presente y el futuro: la filosofía, que siempre hace falta en momentos de cambio, y las matemáticas, ya que estaremos regidos por algoritmos", ha concluido.

Álbum de fotos del acto publicado en Flcikr

Lliçó Inaugural de Ciències Polítiques 2018-2019

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