Atrás Antonio Monegal hace una reflexión sobre qué es y para qué sirve la cultura en su último ensayo

Antonio Monegal hace una reflexión sobre qué es y para qué sirve la cultura en su último ensayo

El catedrático de Teoría de la Literatura y Literatura Comparada del Departamento de Humanidades de la UPF es el autor de la obra Como el aire que respiramos. El sentido de la cultura, publicada por la editorial Acantilado.

28.03.2022

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¿Qué es y para qué sirve la cultura? ¿Cuál es su función social? ¿Qué rol jugó durante el confinamiento? ¿Qué relación tiene con la política, la educación o la economía? Éstas son algunas de las cuestiones que Antonio Monegal Brancós, catedrático de Literatura y Literatura Comparada del Departamento de Humanidades de la UPF, intenta responder en el libro Como el aire que respiramos. El sentido de la cultura, publicado recientemente por la editorial Acantilado.

En este ensayo, Antonio Monegal propone una definición amplia de “cultura”, y considera de manera inclusiva dos modos de verla, que normalmente se presentan separadamente: la concepción de cultura como un todo, una manera de entender el mundo y sin la que los seres humanos no podríamos vivir, y la concepción más simplista, que la entiende como un entretenimiento, un accesorio.

Según Antonio Monegal, para empezar a hablar de cultura, lo primero que hace falta es debatir y ponerse de acuerdo sobre qué es y su alcance

Según el catedrático de la UPF, para empezar a hablar de cultura, lo primero que hace falta es debatir y ponerse de acuerdo sobre qué es y su alcance. Y él apuesta por un sentido de cultura como un instrumento, una “droga saludable”, que sirve tanto para la alta cultura, la cultura popular y la cultura de masas. Lejos de pensar que se puede prescindir de ella y que sólo es necesario dejarla en manos de las élites, dos errores de apreciación que hacen mucho daño.

Así, la obra pone el foco en la dimensión colectiva de los fenómenos culturales, es decir, en la relevancia social, con independencia de consideraciones personales, puesto que según el autor, la cultura sólo tiene sentido si ayuda a pensar y hacer posible un mundo mejor. 

La cultura no puede considerarse de forma separada de la política o la educación

Mediante un diálogo con las principales obras de referencia en la materia, Monegal, que es miembro del Instituto de Cultura (IUC) de la Universidad, interpreta la cultura como una actividad intrínsecamente política e indisoluble de nuestro sitio y nuestra intervención en el mundo, pero sobre todo como un bien común de primera necesidad para enfrentarnos a los retos de la existencia.

Sobre la relación de la cultura con la política, considera que esta dicotomía es falsa, ya que tanto una como otra son formas de gestionar el espacio de lo común y están totalmente entrelazadas.

En cuanto a relación de la cultura y la educación, Monegal cree que no se pueden tratar de forma separada, ya que el estado del bienestar tiene como una de sus funciones básicas proveer la cultura, fundamental para el ser humano.

También aborda los lazos que la cultura tiene con la economía, un ámbito en el que hoy en día todo se quiere cuantificar. Y los beneficios de la cultura, según el autor, tienen unos ritmos que no pueden medirse ni por indicadores cuantitativos ni por plazos cortos: sólo se pueden observar a largo plazo.

Un apartado del libro, y que ejemplifica el sentido de la cultura, es la función  que tuvo durante el confinamiento provocado por la pandemia, durante la cual demostró su capacidad para unir a los que estaban separados, dar contenido al tiempo y enriquecer la experiencia del cierre. 

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