Atrás “Betty Boop i la Gran Depressió. La influència de la crisi nord-americana en la icona cultural”, premio Francesc Noy de Humanidades 2021

“Betty Boop i la Gran Depressió. La influència de la crisi nord-americana en la icona cultural”, premio Francesc Noy de Humanidades 2021

El jurado ha premiado la obra de Jaume Viñas, del Instituto Santiago Sobrequés i Vidal de Girona, por "su interdisciplinariedad, el cuidadoso análisis conceptual y el gran esfuerzo de investigación realizado". Más de 100 trabajos han participado en la XIX edición del premio, de los cuales cuatro han sido finalistas, y otros dos han obtenido menciones especiales.

20.05.2021

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Jaume Viñas Tarradas, autor del trabajo "Betty Boop i la Gran Depresión. La influència de la crisi nord-americana en la icona cultural” y estudiante del Instituto Santiago Sobrequés i Vidal de Girona, es el ganador del Premio Francesc Noy de Humanidades del año 2021. El jurado lo ha premiado "dada la calidad del trabajo, que se refleja en el interés del tema elegido, el gran esfuerzo de investigación realizado, la claridad de la estructura expositiva, el cuidadoso análisis conceptual, y la calidad y la madurez de la redacción". Además, el tribunal evaluador ha tenido muy en cuenta su interdisciplinariedad entre arte e historia, que es una de las características del grado de Humanidades, donde se amplía la interdisciplinariedad en la literatura y el pensamiento.

El premio Francesc Noy de Humanidades da, cada año, un reconocimiento al mejor trabajo de investigación de Bachillerato en cualquier disciplina de humanidades que haya sido presentado durante el curso académico actual en los centros de secundaria de Cataluña.

El premio Francesc Noy de Humanidades da, cada año, un reconocimiento al mejor trabajo de investigación de Bachillerato de Cataluña en cualquier disciplina de Humanidades.

El acto de entrega del premio se hizo en línea el 19 de mayo al mediodía, conducido por Josep Maria Castellà, decano de la Facultad de Humanidades y presidente del jurado, y la catedrática Montserrat Cots mencionó las diversas personas premiadas y reconocidas. Antonio Monegal, catedrático y miembro del Grupo de Investigación de Literatura Comparada (GRLC), presentó el trabajo ganador y reforzó la idea por la que el jurado lo había premiado.

Josep Maria Castellà, decano de la Facultad de Humanidades y presidente del jurado, durante el acto en línea de entrega de premios

Finalistas y menciones especiales, en una edición con más de 100 obras presentadas

De entre las 109 obras presentadas en la XIX edición del premio (en 2020 fueron 52, y en 2019, 78) han llegado a la selección final siete obras, de las que el jurado ha elegido cuatro de finalistas. Estas son " El matrimoni a l’antiguitat com a ritus de pas", de Aina Roig Pérez, del Colegio Badalonès de Badalona, ​​"Estudio sobre las matemáticas en la representación realista de la figura humana en el arte. El Doríforo de Policleto y el Hombre de Vitruvio", de Irene Guirado Muñoz, de la Escuela Verge de la Salut de Sabadell; “L’eterna controvèrsia moral entorn la pràctica avortiva”, de Noa Gibert Aran, del Colegio Sant Josep de Sant Sadurní d'Anoia, y “Valoració i masclisme del treball domèstic i la cura de les persones de manera no remunerada a Catalunya”, de Ainhoa ​​Martín Sierra, del Instituto Baix Empordà de Palafrugell.

El jurado también ha concedido una mención especial a dos obras más: la mención segunda ha sido para "Interpretació filosòfica i hermenèutica de la Segona simfonia de Gustav Mahler", de Maria Subirats Múria, del Instituto Cristòfol Despuig de Tortosa. Finalmente, la mención primera ha sido para "La mirada femenina en 'Música de cámara' de Rosa Regàs", de Maria Castellà Fàbregues, estudiante del Instituto Roquetes de Roquetes.

El jurado de los premios está formado por los profesores Jordi Ibáñez, Josep Pich y Alexandre Coello; los investigadores postdoctorales Maria Betlem Castellà y Jacobo Zabalo, además de los mencionados Josep Maria Castellà (presidente) y Montserrat Cots.

"Entre broma y broma, la verdad se asoma": el reflejo de Betty Boop

Jaume Viñas , tutorizado por el profesor Joan Boada, presentó su trabajo de investigación bajo el seudónimo: Roland Dimon "Doc" Crandall, que fue un dibujante estadounidense conocido por su trabajo de dibujos animados en el Fleischer Studio, especialmente en la versión de Betty Boop de Snow White y como dibujante principal con Seymour Kneitel el primer año de las caricaturas de Popeye el marino, a partir de 1933.

Viñas presentó su trabajo de investigación bajo el seudónimo: Roland Dimon "Doc" Crandall, conocido por su trabajo de dibujos animados en el Fleischer Studio.

El trabajo de investigación premiado pretende mostrar la correlación entre Betty Boop y la sociedad de los años treinta, a través del estudio de la industria del cine estadounidense y los dibujos animados de Betty Boop. Como afirma el autor del trabajo: "Entre broma y broma la verdad se asoma". Viñas explica que a pesar de tener 91 años, Betty Boop sigue siendo un icono estadounidense mundial que refleja lo que se podría identificar como el surgimiento de un nuevo tipo de mujer, que en la sociedad actual se puede considerar muy "normal", pero que en los años del período de entreguerras (1919-1939) no lo era.

Betty Boop sigue siendo un icono estadounidense que mundial que refleja lo que se podría identificar como el surgimiento de un nuevo tipo de mujer.

El personaje es creado cuando los EEUU y el mundo está sufriendo la Gran Depresión de la década de los años treinta del siglo XX. Viñas marca que Betty Boop es conocida en todo el mundo por su explícita sensualidad y optimismo infantil. Sin embargo, los dibujos animados de Betty Boop muestran un mundo sombrío, donde nada tiene sentido. También analiza la relevancia de las caricaturas como fuentes históricas y los doce capítulos protagonizados por Betty Boop, entre 1930 y 1934.

Por otra parte, el autor planteó, prepararó y llevó a cabo una exposición sobre este icono tanto estadounidense como mundial. Jaume Viñas remarca que el éxito de Betty Boop se debería a las características del periodo en el que surgió, ya que con el dibujo crearon un icono optimista y feminista para las mujeres que tenían unos problemas que no eran únicamente económicos, sino también sociales.

El autor destaca que el éxito de Betty Boop se debería a las características del periodo en el que surgió.

El hecho de que el personaje perdiera relevancia a partir de 1934, también respondería a los cambios de la sociedad norteamericana. Como su personalidad era la base de su éxito, las regulaciones del Código Hays -código de producción cinematográfico vigente entre 1934 y 1967 que describía lo que era considerado moralmente aceptable- cayeron sobre sus hombros y exigían una mujer menos independiente. Por ello, crearon una "Betty gris", como dice el autor, que no gustaba al público.

Viñas inicia sus conclusiones afirmando que "si dos años antes me hubieran dicho que mi objeto de estudio sería la Betty, no me lo hubiera creído. Pero cuando no puedes dejar de preguntar si esconde algo detrás de su inocencia, no puedes evitar investigar a fondo". Finaliza diciéndonos que “los iconos se borran muy lentamente. La Betty Boop aún aparece sin dejarnos más bien del todo, trascendiendo el tiempo, confundiendo la historia y sin dejar nunca de latir. Boop-oop-a-Dooper!".

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