Los discursos sobre el pasado sirven para justificar los sistemas y relaciones sociales del presente desde el que se escriben, aunque también para subvertirlos. Por ello, son profundamente políticos, se reconozca o no. La arqueología feminista lo reconoce y además reivindica porque ambiciona incidir en el fin del patriarcado a través de un pasado que lo desnaturalice. Entiende que los discursos convencionales proyectan sobre el pasado el sistema hegemónico de género del presente y la racionalidad que lo acompaña. Al hacerlo, sostienen y refuerzan la desigualdad que actualmente existe entre hombres y mujeres a la vez que invisibilizan y oprimen a quienes no se ajustan a su normatividad. Es así que pasado y presente se co-constituyen; la lógica del presente se imprime en el pasado, y esa impresión robustece, a su vez, la lógica específica desde la que se escribe. Conversaremos sobre esto y mucho más con la arqueóloga Aitziber González García, de la Universidad del País Vasco, y el arqueólogo Enrique Moral de Eusebio, de la Universidad Pompeu Fabra.

 Moderará la sesión Sandra Montón Subías, de la Universidad Pompeu Fabra.

Organtza Maria Morrás de la Universitat Pompeu Fabra