Atrás "El género no se puede separar de la raza y la clase, debemos abordar las causas sistémicas de la explotación"

"El género no se puede separar de la raza y la clase, debemos abordar las causas sistémicas de la explotación"

Angela Y. Davis, activista política estadounidense y profesora emérita de la Universidad de California en Santa Cruz, fue investida el 9 de marzo doctora honoris causa por la UPF, en una ceremonia presidida por Jaume Casals, rector de la UPF, que se pudo seguir en streaming. La madrina de Angela Davis fue Elena Larrauri, catedrática de Criminología, y el elogio fue pronunciado por Tania Verge y Linda G. Jones, catedrática y profesora, respectivamente, de los departamentos de Ciencias Políticas y Sociales y Humanidades.

10.03.2021

Imatge inicial

Angela Y. Davis, activista política estadounidense y profesora emérita de la Universidad de California en Santa Cruz, fue investida doctora honoris causa por la UPF, en una ceremonia que más de 500 personas pudieron seguir en streaming a través de la web de la Universidad, y que fue retransmitida por las redes sociales, con el hashtag #DavisHonorisUPF.

El acto académico, que tuvo lugar el 9 de marzo, a las 19.00 horas, se hizo en formato virtual, presidido y conducido por Jaume Casals, rector de la UPF, presencialmente desde el auditorio del campus de la Ciutadella. En este escenario también estuvieron presentes Tania Verge y Linda G. Jones, catedrática y profesora, respectivamente, de los departamentos de Ciencias Políticas y Sociales y Humanidades de la UPF, que pronunciaron el elogio de la doctoranda, y Elena Larrauri, catedrática de Criminoloiga del Departamento de Derecho, que fue la madrina de Angela Y. Davis.
 
La UPF ha reconocido su dilatada trayectoria académica e intelectual, con valiosas análisis sobre la interrelación entre género, raza y clase social, así como su activa militancia en la defensa de los derechos civiles, la justicia, la igualdad y la libertad de las personas.
 
La activista política, que durante el acto se visualizaba en todo momento en una gran pantalla instalada en el auditorio, se encontraba en su casa, en la ciudad de Oakland, California (EEUU).
 
De este modo, la UPF ha reconocido su dilatada trayectoria académica e intelectual, con valiosos análisis sobre la interrelación entre género, raza y clase social, así como su activa militancia en la defensa de los derechos civiles, la justicia, la igualdad y la libertad de las personas.
 
Se trata de la decimoséptima personalidad que es investida honoris causa por la UPF, desde el primer reconocimiento a Desmond Tutu (curso 1999-2000) hasta el último, que recibió Gonzalo Pontón (curso 2019 a 2020), y la cuarta mujer tras Maria João Pires (curso 2018 a 2019)
 
El acto, en cuya realización han colaboraron estudiantes del grado en Comunicación Audiovisual de la Universidad, incluyó una actuación del Aula de Teatro de la UPF, con el acompañamiento de Sa Nau Dansa y Mariona Ferrer al violonchelo, que interpretaron un fragmento de la pieza "Angela y los ocho mil policías", de Maria Aurèlia Capmany, y una actuación del grupo "The Sey Sisters".
 

Vídeo de apertura de la ceremonia

 

 

Bienvenida del rector y justificación del otorgamiento del título de doctora honoris causa

El rector Jaume Casals, desde un auditorio del campus de la Ciutadella sin público, abrió el acto, recordando que ha sido necesario adaptarlo a las circunstancias sanitarias. En primer lugar, mencionó el doble reconocimiento que la Universidad hace a Angela Y. Davis: por un lado, el del impacto de su producción académica, con un análisis inclusivo de temas de género, raza y clase social, y por otro, por su activa militancia en defensa de los derechos civiles, la justicia, la igualdad y la libertad de las personas.

El rector destacó algunos de los ejes y objetivos sobre los que gira la tarea de Angela Y. Davis: conseguir un planeta más ecuánime y habitable, ser agentes activos del cambio social, la toma de la conciencia colectiva, el uso del contexto de manera transformadora, la academia como lugar de impugnación política de la injusticia, la plenitud del feminismo y de las contribuciones de las mujeres, y la liberación de mentes y sociedades para hacer posible este cambio.
 

Vídeo de la justificación del título de doctora honoris causa

 

Laudatio de Angela Y. Davis como doctora honoris causa, por Linda G. Jones y Tània Verge Mestre

La laudatio, pronunciada desde el auditorio, fue a cargo de Linda G. Jones, profesora del Departamento de Humanidades, y Tania Verge Mestre, catedrática del Departamento de Ciencias Políticas y Sociales. En el transcurso de su intervención hicieron un amplio repaso de la trayectoria y la obra de Angela Y. Davis.

Laudatio de Angela Y. Davis como doctora honoris causa, por Linda G. Jones y Tània Verge Mestre (en formato pdf.)

Vídeo de la laudatio de Angela Y. Davis como doctora honoris causa, por Linda G. Jones y Tània Verge Mestre

Extractos de la laudatio

El aumento, durante la década de 1960, de los ataques terroristas de supremacistas blancos contra activistas negros motivó el retorno de la profesora Davis a Estados Unidos para continuar sus estudios de doctorado en la Universidad de California en San Diego, bajo la dirección del filósofo alemán de izquierdas Herbert Marcuse.
 
Las posiciones machistas del SNCC y el BPP hicieron que abandonara estos grupos y la inspiraron a desarrollar uno de sus argumentos más originales y potentes: la lucha por la justicia de género no debe sublimar al objetivo general de la justicia social.
 
La profesora Davis profundiza en la comprensión de la indisoluble conexión entre las luchas por los derechos civiles contra la opresión racista de la población afroamericana y los movimientos obreros internacionales comunistas contra el capitalismo y el imperialismo.
 
Una de las aportaciones intelectuales más significativas de la profesora Davis es la forma en que ha integrado sistemáticamente el género, la clase y la raza en sus análisis académicos.
 
La Dra. Davis combinó análisis en profundidad de cuestiones específicas, como el empoderamiento de las mujeres negras y el impacto del racismo estructural sobre la salud y la integridad física de las mujeres afroamericanas, con una perspectiva global sobre la interconexión de las luchas feministas internacionales de las mujeres en Sudáfrica, Kenia y Egipto.
 
Sus investigaciones posteriores sobre la abolición de las cárceles demuestran, además, que los regímenes represivos de esclavitud y lo que ella ha llamado "complejo industrial penitenciario" no se pueden entender completamente, ni mucho menos pueden ser desmantelados, sin tener en cuenta el género, la clase y la raza.
 
La profesora Davis describió por primera vez la genealogía que vincula directamente el sistema penitenciario moderno norteamericano con el legado de la esclavitud en sus Lectures on Liberation y en su importante ensayo From the Prison of Slavery to the Slavery of Prison: Frederick Douglas and the Convict Lease System.
 
Ha adoptado de manera creciente una perspectiva global que destaca los paralelismos entre las experiencias negras, latinas y nativas americanas de racismo sistémico y opresión que sufren las poblaciones minoritarias de todo el mundo, desde el apartheid sudafricano hasta al estatus de segunda clase de las personas con origen argelino en Francia.
 
La profesora Davis ha estado a la altura de una de sus afirmaciones más célebres e inspiradoras: "No acepto las cosas que no puedo cambiar; estoy cambiando las cosas que no puedo aceptar".
 
Esto requiere el compromiso de utilizar el conocimiento de una manera transformadora para hacer del mundo un lugar mejor. Según sus propias palabras, "el conocimiento no existe en una dimensión propia, sino que puede ser activo. Puede ser práctico", es decir, se puede actuar.
 
La profesora Davis reclama a las universidades que expongan al alumnado a hábitos críticos de percepción, análisis e imaginación de un mundo sin racismo, sexismo, clasismo, xenofobia, transfobia, guerra, persecución política de la disidencia o violencia contra las mujeres en el ámbito público y privado. "Tenemos que hablar tanto de liberar las mentes como de liberar la sociedad", como afirmó brillantemente.
 
Hay que revisar los planes de estudios de manera que proporcionen conocimiento sobre el racismo sistémico y el sexismo, sobre los privilegios masculinos y blancos, sobre el eurocentrismo, y sobre cómo la injusticia económica sostiene la injusticia racial y de género.
 

Interpretación de "Angela y los ocho mil policías"

Una vez terminada la laudatio, llegó una de las partes de la ceremonia con más contenido artístico y simbólico. Fue la interpretación de un fragmento de "Angela y los ocho mil policías", de Maria Aurèlia Capmany, a cargo de un grupo de miembros del Aula de Teatro de la Universidad, en una versión reducida obra de Pep Anton Gómez, director del Aula.

En la representación, las actrices de la UPF fueron recitando diferentes partes del texto, acompañadas simultaneamente de las evoluciones, por encima y por debajo de las butacas del auditorio del campus de la Ciutadella, de Sa Nau Dansa y de Mariona Ferrer al violonchelo, en una fusión del mito de Antígona con la biografía de Angela Davis.

 

Vídeo de "Angela y los ocho mil policías"

Investidura de la doctoranda

El momento más solemne de la ceremonia fue la investidura de Angela Y. Davis como doctora honoris causa: "Por el Consejo de Gobierno de la UPF ha sido nombrada doctora honoris causa, en testimonio y reconocimiento de sus relevantes méritos. En virtud de la autoridad que me ha sido conferida, os concedo esta medalla, símbolo de este título, y del diploma acreditativo", afirmó el rector.

Seguidamente, Jaume Casals le dijo a Angela Y. Davis que se pusiera la medalla honoris causa, que ya se le había hecho llegar previamente. Ya con la medalla puesta, y de manera simbólica, el rector le envió un abrazo de fraternidad en señal de incorporación al Claustro de doctores y doctoras de la Universidad, y le hizo un aplauso, como muestra de reconocimiento de toda la comunidad universitaria.

Discurso de aceptación de Angela Y. Davis

Angela Y. Davis hizo un discurso de aceptación contundente y con una idea general clara, hay que apelar a la conciencia social para que el mundo en que vivimos sea mejor, sea más justo y sea más habitable para todos. Remarcó que la distinción recibida a título individual no es sinónimo de una tarea individual, sino que es el reconocimiento a una obra colectiva, de muchas personas. Y, del mismo modo que ha defendido durante muchos años, reivindicó el feminismo interseccional como elemento para cambiar el mundo, con una fuerte conexión con el activismo por los derechos civiles y la justicia social.

Vídeo del discurso de aceptación de Angela Y. Davis

Extractos del discurso

Aunque soy la destinataria individual de la tarea que ha llevado a designarme con ese título de honoris causa, el honor nunca ha sido obra de un solo individuo.
 
Agradezco la organización de esta ceremonia en las difíciles condiciones de una pandemia mundial y en un momento en que Cataluña continúa con sus propias luchas por la justicia y la igualdad.
 
La coyuntura histórica actual provoca un gran dolor y sufrimiento en todo el mundo, pero al mismo tiempo, es un momento de esperanza y optimismo para el futuro. Por fin está emergiendo una conciencia colectiva, en defensa de la libertad del planeta, de un mundo más amable para todos.
 
Por primera vez en la historia de la humanidad, un gran número de personas de muchas partes del mundo están reflexionando seriamente sobre las consecuencias estructurales del colonialismo y la esclavitud.
 
El planeta está afligido por el virus de la covid-19 en un momento álgido del capitalismo, en el que la riqueza se ha concentrado cada vez más en manos de relativamente pocas personas.
 
Las instituciones que deberían dedicarse al bienestar de los seres humanos y de los animales y de la Tierra están subordinadas a las necesidades del capital y, por tanto, esto tiene un precio en la salud.
 
Hay una crisis producida por la privatización de la salud; las camas de hospitales vacíos no son consideradas rentables por las corporaciones capitalistas globales que prestan atención médica.
 
Nuestra historia sigue estando obsesionada por la esclavitud: en prácticamente todas las coyunturas históricas en las que hemos considerado colectivamente cuestiones de justicia y democracia ha surgido la cuestión de la esclavitud.
 
Los países del nuevo mundo se beneficiaron del capitalismo racial que se forjó en la intersección de las invasiones coloniales, los genocidios indígenas y la esclavitud de los africanos.
 
El movimiento feminista blanco dominante en EEUU tiene su origen en el movimiento para abolir la esclavitud, ya que las sufragistas equipararon su recorte de derechos con los de la población esclava.
 
Hoy en día, cuando reconocemos que "black lives matter" (las vidas de los negros importan), no estamos diciendo simplemente que los negros merecen justicia, igualdad y libertad. Estamos señalando que la posición de las personas negras en la sociedad de EEUU es uno de los mejores indicadores del significado de la democracia.
 
Desmantelar el racismo estructural en la policía, las cárceles, el sistema de salud, la educación, el trabajo y la vivienda es un esfuerzo colectivo para mejorar nuestra sociedad y romper los impedimentos de la democracia.
 
La historia de las cárceles y la policía siempre ha sido la historia de los esfuerzos para reformar las prisiones y la historia de los esfuerzos para reformar la policía.
 
Deberíamos ser críticos con la forma en que las mujeres blancas de clase media han llegado a representar todas las supervivientes de la violencia.
 
El activismo feminista debe reconocer su interdisciplinariedad, tanto académica como basada en los movimientos sociales.

Interpretación de “Believe”, por The Sey Sisters

Una vez terminado su discurso de aceptación, Angela Y. Davis pudo escuchar la actuación en directo desde el auditorio, de la canción "Believe", interpretada por las tres hermanas del grupo The Sey Sisters, Edna, Yolanda y Kathy, y el pianista Albert Bartolomé. Esta pieza, que forma parte de su álbum "Rise", exhorta a tener fe, esperanza, y a creer que las cosas las podemos hacer mucho mejor entendiendo las situaciones que todavía tienen que cambiar.

Vídeo de la interpretación de "Believe", por The Sey Sisters

Parlamento del rector, Jaume Casals

Parlamento del rector, Jaume Casals (en formato pdf.)

Vídeo del parlamento del rector, Jaume Casals

Extactos del parlamento

Los temas que ha estudiado la Dra. Davis, que han sido magníficamente explicados en la laudatio de las doctoras Verge y Cole, y la misma personalidad de su autora me hacen un efecto que no es nuevo para mí, pero que tampoco es frecuente. Sin ánimo de banalizarlo, diría que es un efecto de zoom.
 
En los términos finos de Walter Benjamin: "No hay un monumento de la cultura que no sea a la vez un monumento de la barbarie.
 
El trabajo de pensamiento y de compromiso que tenemos delante nos muestra que los puñetazos eran los mismos, y que la heroica lucha contra la esclavitud todavía la tenemos en cierto modo aquí, entre nosotros, en nuestra cotidianidad.
 
La Dra. Davis nos convoca a entender que el conocimiento de la historia, ya sea lejana como muy reciente, pertenece a una exigencia del conocimiento correcto del presente. Nos convoca literalmente, demostrando el movimiento andando.
 

El acto concluyó con la interpretación del "Gaudeamus igitur", el tradicional himno universitario, a cargo del Coro de la UPF y dirigido por Aída Vera.

Vídeo del "Gaudeamus Igitur"

Álbum de fotografías de la ceremonia

Acte d'investidura com a doctora honoris causa per la UPF d'Angela Y. Davis

Breve biografía de Angela Y. Davis, una luchadora por los derechos humanos y contra la discriminación racial

Angela Y. Davis, graduada en Estudios de Francés por la Universidad de Brandeis (Massachussets) y en Filosofía por la Universidad Johann Wolfgang Goethe (Frankfurt), ha dedicado gran parte de su vida a defender los derechos humanos, el feminismo, y a combatir la discriminación racial. Actualmente, a sus 76 años, es profesora emérita de la Universidad de California Santa Cruz y continúa luchando firmemente por sus principios y difundiéndolos por todo el mundo.

Su infancia estuvo marcada por las Leyes de Jim Crow que privaban la población afroamericana de derechos civiles e imponían la segregación racial en los espacios públicos, como escuelas y transporte público, del sur de Estados Unidos. Desde pequeña, fue testigo de la discriminación en el barrio donde residía, llamado Colina Dinamita (Birmingham, Alabama) por el elevado número de casas de familias afroamericanas que el Ku Klux Klan dinamitó.
 
Hija de familia activista, se involucró rápidamente en movimientos contra la segregación social, la opresión de clase y el patriarcado. En la universidad, se impregnó de los principios del filósofo Herbert Marcuse, y sobre todo de la idea de que el individuo tiene el derecho de rebelarse contra el sistema.
 
Davis fue profesora de Filosofía en la Universidad de California, en Los Ángeles, hasta el 1970, cuando la despidieron por pertenecer al Partido Comunista. Entre otras organizaciones, formó parte de las Panteras Negras, un partido que luchaba por los derechos civiles de la población negra.
 
En 2006, recibió el Premio Thomas Merton, un reconocimiento a su lucha por la justicia en Estados Unidos y en el resto del mundo.

Obras principales de Angela Y. Davis

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