¿Nos aburrimos mucho cuando hacemos un curso por Internet? ¿Qué videos nos han parecido más apasionantes? ¿Hacemos cara de angustia cuando hacemos un test de evaluación por Internet? ¿Podemos certificar que el estudiante ha alcanzado las competencias? ¿Podemos incluir el certificado de un curso directamente al currículo?

Estas y otras preguntas son las que se formula el proyecto nanoMOOCs que lidera Miquel Oliver, coordinador del grupo de investigación Network Technologies and Strategies research group (NeTS), en el Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la UPF. El consorcio que desarrolla el proyecto lo completan investigadores de la UPF, la UOC, la UB y el CSIC, y representantes de las empresas Lavinia Next, Edebé y Grupo Ormo. 

Los nanoMOOCs van mucho más allá de los cursos en línea tradicionales y representan un nuevo reto educativo y formativo que explora diversos mercados

Su esencia: contenido muy concreto y en un tiempo breve

Los nanoMOOCs provienen de la hibridación de los Massive Open Online Courses que ya hace unos años han inundado Internet y revolucionado el aprendizaje en línea. De los primeros MOOC, "largos en duración y densos en contenidos, hemos aprendido que acortándlos y centrándonos solo en una competencia podemos hacer que el proceso de aprendizaje sea mucho más efectivo", explica Oliver. Esta es la particularidad central del nanoMOOC: centrarse en un contenido muy concreto (una competencia) y un tiempo breve (una semana).

Un formato innovador que incluye módulos tecnológicos avanzados como el detector de emociones

Aparte del formato breve, el nanoMOOC también incluye módulos tecnológicos avanzados como el detector de emociones, a partir de técnicas de visión por computador. También prevé la certificación con blockchain, la aplicación de la inteligencia artificial o la gamificación avanzada, además de contenidos de alta calidad. Por lo tanto, los nanoMOOCs van mucho más allá de los cursos en línea tradicionales y representan un nuevo reto educativo y formativo que explora diversos mercados.

En el marco del proyecto, cofinanciado por ACCIÓ, se trabajará en cuatro experiencias piloto en ámbitos formativos que van desde el turismo experiencial, la nutrición y la salud, pasando por el pequeño y mediano comercio y la educación STEM o la producción y el consumo de transmedia. De hecho, pronto se abrirá una convocatoria para la creación de nanoMOOCs entre los expertos de las organizaciones participantes en el proyecto.

Se llevarán a cabo cuatro experiencias piloto en ámbitos que van desde el turismo experiencial, la nutrición y la salud, pasando por el pequeño y mediano comercio y la educación STEM o la producción y el consumo de transmedia

Las empresas que forman parte del consorcio ven los nanoMOOCs como elementos que añaden valor a productos digitales existentes o simplemente como posibles nuevos productos o líneas de negocio. Entre otros, por lo tanto, el proyecto también tiene como objetivo idear modelos para monetizar este nuevo formato audiovisual. 

El proyecto nanoMOOCs forma parte de Comunidad RIS3CAT Media que agrupa treinta y cinco empresas, administración, centros tecnológicos y universidades alrededor de las industrias culturales y creativas. Impulsará ocho proyectos que hasta 2023 incidirán en distintos ámbitos como la Inteligencia Artificial, el análisis de datos, la hiperpersonalización, la ciberseguridad y el desarrollo de nuevos formatos, entre otros. La ejecución de los ocho proyectos percibirá una ayuda de 6 millones de euros por parte del Gobierno de la Generalitat de Catalunya, concedidos a través de ACCIÓ.