Atrás Cuando la orquesta deja de sonar: investigando los elementos clave sobre el desarrollo del cáncer

Cuando la orquesta deja de sonar: investigando los elementos clave sobre el desarrollo del cáncer

El cáncer no es más que un crecimiento desproporcionado de células que han perdido su identidad y función y que, en buena parte, está regulado por una única proteína.

03.02.2023

Imatge inicial

El cáncer es la principal causa de muerte en el mundo. Casi una de cada seis muertes que se registran se deben a esta enfermedad. “Si llenamos una habitación de personas y les preguntamos si conocen a alguien que haya sufrido cáncer, la mayoría de ellas levantarán la mano”, explica Júlia Urgel, estudiante de doctorado en el Laboratorio de Biología del Cáncer. Y “ver que una enfermedad tan mortal está tan cerca es un estímulo para muchos investigadores”, que como Julia, intentan encontrar soluciones.

El cáncer no es más que “un crecimiento desproporcionado de células que han perdido su identidad y función”, dice Etna Abad, estudiante de doctorado en el mismo Laboratorio. Una situación de caos celular que, a menudo, se debe al hecho de que la célula pierde proteínas esenciales para suprimir la aparición de tumores, como la p53.

Con motivo del Día Mundial Contra el Cáncer, hablamos con Julia Urgel y Etna Abad para que nos expliquen cómo, desde el laboratorio de Biología del Cáncer al Departamento de Medicina y Ciencias de la Vida (MELIS), investigan para entender mejor esta enfermedad.

En vuestro grupo, toda la investigación se articula alrededor de la p53. ¿Qué tiene esta proteína que la hace tan especial?

E. A.: La p53 es como la directora de una orquesta. Ayuda a la célula a gestionar y regular el ciclo celular, el uso de nutrientes, división, muerte, etc. Todos aquellos procesos que serían su sinfonía. Si a esta directora le ocurre algo y no funciona bien, empieza a dar indicaciones erróneas y todos estos mecanismos empezarán a fallar.

J. U.: En la célula, la p53 orquesta muchas otras proteínas que nos ayudan a no desarrollar cáncer. Tanto es así que en el 50% de los casos de cáncer la p53 está mutada. Y por ahora, no tenemos terapias efectivas para tratar directamente cánceres que tengan la p53 mutada. Entonces, estamos intentando entender qué ocurre cuando la p53 y los instrumentos de su orquesta fallan para poder encontrar soluciones.

¿Qué investigáis en el Laboratorio de Biología del Cáncer?

E. A.: Todos estudiamos el rol de la p53 de una forma u otra. En mi caso, me he centrado en una proteína regulada por la p53, que es un supresor de tumores en linfomas. Y estoy intentando ver si también es importante en otros tipos de cáncer, como el de pulmón.

J. U.: Yo, en cambio, me he centrado en estudiar el metabolismo celular. Es decir, cómo la célula obtiene energía y cómo coge las piezas para construir todo lo que necesita para funcionar correctamente. Las células cancerosas tienen un metabolismo algo diferente y estoy intentando ver cuáles son los elementos más importantes, aparte de la p53, para regular estos cambios e intentar encontrar dianas terapéuticas.

La p53 es como la directora de una orquesta. Si le ocurre algo y no funciona bien, empieza a dar indicaciones erróneas y todos los mecanismos celulares empezarán a fallar.

¡Dianas terapéuticas suena muy importante!

J. U.: Al final quiero encontrar aquellos genes del metabolismo que son esenciales para que una célula cancerosa que tiene mutado el p53, sobreviva. Si identificamos estos genes y vemos que, además, no son esenciales para la supervivencia de las células sanas, tendremos una diana. Una pista de por dónde podemos empezar a diseñar un tratamiento selectivo contra este tipo de cáncer.

¿Y cómo buscáis estas dianas?

J. U.: utilizamos la técnica CRISPR, que no son más que unas tijeras genéticas que, dado un molde, reconocen una región del ADN y la cortan para que deje de funcionar. Así, todo lo regulado por el gen que hemos cortado desaparecerá. Si después del corte, la célula no sobrevive, sabemos que el gen cortado es esencial para su supervivencia. Porque sin él, es vulnerable.

Estáis en el Laboratorio, en un centro de investigación; ¡pero pensando en una posible aplicación clínica!

E. A.: ¡Siempre tenemos la terapia en la cabeza! Pero es verdad que primero debemos entender cómo funcionan las células cancerosas y qué las diferencia de las sanas. Entender qué vías de señalización están activas, cómo hablan las diferentes proteínas, etc. para poder diseñar una terapia específica y concreta. Y sí, estamos en la base pero estamos mirando cómo las células responden a diferentes tratamientos que ya se utilizan en la clínica.

J. U.: Al final, nosotras hacemos investigación traslacional y queremos que esta investigación básica acabe siendo un tratamiento real y efectivo para los pacientes.

¿Y para hacer todo esto colaboráis con otros grupos?

E. A.: Trabajamos con otros grupos que tienen más experiencia que nosotros en ámbitos como la inmunología o el metabolismo, e intentamos crear sinergias para llegar más lejos.

J. U.: Incluso tenemos proyectos compartidos como mi doctorado, que lo estoy haciendo a caballo entre dos laboratorios: el de Biología del Cáncer, que dirige Ana Janic en el MELIS-UPF, y el laboratorio del Metabolismo del Cáncer, que dirige Sara Sdelci, en el Centro de Regulación Genómica, aquí, en el Parque de Investigación Biomédica de Barcelona.

Multimedia

Categorías:

ODS - Objetivos de desarrollo sostenible:

03. Salud y bienestar
Els ODS a la UPF

Contact

Para más información

Noticia publicada por:

Oficina de Comunicación