Gayatri López y otros catorce estudiantes del barrio del Raval celebraron su acto de graduación como primera promoción del proyecto Prometeus, el pasado 8 de noviembre de 2021, en el Saló de Cent del Ajuntament de Barcelona.

En 2016, la Asociació Educativa Integral del Raval y el medio El Periódico el Raval impulsaron el proyecto Prometeus con el objetivo de aumentar el número de jóvenes con titulación universitaria o ciclo de formación superior en el barrio. Según Open Data BCN, el servicio de datos abiertos del Ajuntament, se observa como en los barrios con mayor índice de renta familiar disponible (RFD) per cápita, como Sant Gervasi – Gavany, disponen de un mayor número de graduados universitarios comparado con barrios como el Raval, donde la RFD es menor.

Los informes también muestran cómo, a medida que la RFD disminuye, la tasa de formación superior se reduce hasta menos del 10% en barrios como Torre Baró. Este fenómeno se convierte en un pez que se muerde la cola y perpetúa los índices de desigualdad. Un claro indicador de la rotura de esta rueda nos la muestra el ejemplo de Gayatri López, participante de Prometeus y graduada en Traducción e Interpretación en la UPF.

El éxito de este primer grupo de estudiantes es coherente con un proyecto que, actualmente, acompaña a más de 70 alumnos en su estancia en la universidad.

- ¿Cuándo oíste hablar por primera vez del Proyecto Prometeus? ¿Tienes pensado en ir a la universidad?

Pues fue mientras estudiaba bachillerato. Mi profesora nos explicó que había una reunión en la que hablarían de un proyecto muy interesante para los que queríamos ir a la universidad y que nos ayudaría mucho. Además, mis padres siempre me animaron a aprender y, como siempre me ha gustado leer, quería seguir ese camino.

- ¿En qué ha consistido el acompañamiento del proyecto durante tu estancia en la universidad?

Más allá de los temas burocráticos, me han ayudado a acceder a todo tipo de becas y me han prestado material, como portátiles en caso de que algún alumno lo necesite. Además, Prometeus tiene una vertiente de soporte emocional importante. Si, por ejemplo, algún alumno cree que es imposible acabar la universidad, hay otros estudiantes en el proyecto que ofrecen su ayuda desde las materias con las que tienen facilidad. Después, uno de los directores del proyecto, Javier Alegría, se preocupa muchísimo del bienestar mental y emocional de los Prometeus. En mi caso, cuando tuve problemas de depresión en segundo, fue él quien me recomendó un psicólogo y me ayudó en todo lo que pudo, junto a su esposa.

Diría que en Prometeus no sólo te animan a continuar, sino que te muestran a las personas con las que puedes hablar en caso de que lo necesites.

- ¿Se vio afectado ese acompañamiento durante la pandemia? ¿De qué modo?

Un poco sí. Normalmente, tenemos una reunión al mes para ver cómo va todo el mundo con la carrera y los estudios. Durante la pandemia debíamos hacerlo por zoom y así es mucho más difícil de escuchar, además de los problemas de conexión o si simplemente no tienes ganas de hacer la llamada. Por eso, la comunicación se hizo algo más difícil. Yo, por ejemplo, me quedé sin wifi durante tres semanas y me olvidé de que podía hablar con los Prometeus para que me ayudaran con este tema. Creo que, durante la pandemia, el no verlos hizo que se nos "olvidara" que podíamos pedir ayuda.

- ¿Crees que es importante tener referentes de personas con formación universitaria en barrios como el Raval?

La semana pasada hicimos una visita al instituto donde yo estudiaba y vi lo importante que era ir y decirle a los alumnos que es posible entrar y acabar la universidad. Muchos de ellos decían que era imposible, que era demasiado cara y que no se veían capaces, pero todavía no habían empezado. Uno de los estigmas típicos en el barrio del Raval es que al vivir allí acabarás trabajando en la tienda de la familia, pero yo misma soy la evidencia de que no tiene por qué ser así. Por esta razón, es importante hablar con ellos y decir: "Yo he estudiado aquí, en vuestro instituto, me ha ido del mismo modo que a vosotros, bien en algunas materias y mal en otras; soy una persona normal y he terminado la universidad. Vosotros también podréis hacerlo".

Uno de los estigmas típicos en el barrio del Raval es que al vivir allí acabarás trabajando en la tienda de la familia, pero yo misma soy la evidencia de que no tiene por qué ser así

- ¿Y por qué crees que en barrios como en el Raval frecuentan más ese pensamiento de "es demasiado cara" o "no me veo capaz"?

Con la falta de dinero es muy típico querer tomar un trabajo lo más rápido posible para llevar dinero a casa, y eso se repite mucho en el barrio. La gente "se olvida" de este camino y lo dejan de lado.

- ¿Por qué escogiste el grado en Traducción e Interpretación en la UPF?

¡Me costó mucho elegir! Estaba entre Periodismo, Psicología o Traducción e Intepretación, pero ésta última no se me ocurrió hasta final de bachillerato. Creo que no fue hasta la selectividad que un profesor me comentó en qué consistía la carrera y me iría bien si me gustaban los idiomas. Además, también me encanta pensar que traducir no es sólo gramática, sino que es literatura, es entender y traer historias a gente que no habla el idioma original.

Muchos de ellos decían que la universidad era imposible, que era demasiado cara y que no se veían capaces, pero todavía no habían ni empezado

- Tu hermana pequeña, Sarasvati López, también cursa esta carrera en la UPF

Sí, somos bastante parecidas. A ella le encantan las lenguas, los libros y lo que yo estaba estudiando. Durante un tiempo miró muchas cosas sobre edición de libros, pero no sabía exactamente cómo ser editora. Al final pensó que si tiraba por la rama de la traducción, podría hacer edición en algún momento, y así acabamos estudiando lo mismo. Pero, mientras que ella está más interesada en traducir en papel, a mí me interesa mucho más la interpretación. De hecho, en primero de carrera escuchamos un discurso de una hora sobre el trabajo de los intérpretes en el Parlament de Catalunya y me inspiró mucho.

- ¿Cómo de importante es la red de apoyo y acompañamiento del proyecto Prometeus?

Muchísimo. De hecho, es una de las cosas más relevantes que hay en Prometeus en realidad. Quizás, el primer año no lo era tanto porque todavía se estaba viendo cómo iba el proyecto. Pero en segundo y tercero firmé un papel donde verificaba que estaba recibiendo ayuda, pero que también debía darla. Al final, el proyecto consiste en recibir soporte, pero también darlo a las futuras generaciones.

- ¿Qué das a cambio al proyecto Prometeus?

Experiencia. Puedes ayudar con tus conocimientos, tanto al resto de prometeos como a los alumnos del instituto. Si alguien no domina una asignatura, otro se ofrece a ayudarle, si estás desanimado con la carrera o piensas que no eres capaz de realizarla, en el grupo también te animamos a seguir adelante. Sin embargo, también hubo casos que dejaron la carrera porque no pudieron seguir.

- ¿Qué crees que puedes aportar desde tu experiencia?

Mis 'errores' (ríe). Más que errores, hablo de las cosas que me han pasado que no son buenas. Puedo animar a alumnos de Prometeus y explicarles todo lo que he pasado. Otra de las cosas que les dije es que la selectividad me pareció fácil y, cuando lo hice, se quedaron asombrados. Era la primera persona que les hablaba de la selectividad como una prueba fácil. Obviamente, debes estudiar, pero no es imposible, ni debes morirte de la ansiedad para sacar buena nota. Hay que decir a los alumnos que tienen capacidad, animarles y apoyarles.

Al final, el proyecto consiste en recibir soporte, pero también darlo a las futuras generaciones.

- ¿Qué significa para ti formar parte de la primera promoción de graduados de este proyecto?

Soy la prueba de que se puede terminar aunque tengas problemas y dificultades con la carrera, puedo volver y ayudar a otras personas. Es más, me gusta que la gente se dé cuenta y vea lo importante que son este tipo de proyectos y, por eso celebramos la graduación en el Ayuntamiento, con la alcaldesa y todo. Tiene mucha importancia que 15 personas del proyecto Prometeus hayan podido graduarse; demuestra que la iniciativa es todo un éxito.

Tiene mucha importancia que 15 personas del proyecto Prometeus hayan podido graduarse, demuestra que la iniciativa es todo un éxito.

- Si no hubiera existido este proyecto, ¿qué camino crees que habrías tomado?

Hubiera ido a la Universidad, pero no estoy segura de si la hubiera terminado. Primero, por problemas económicos. Las becas ayudaban mucho, sobre todo en el caso de la 'beca salari', que no hubiera logrado sin Prometeus. Pero aparte, en segundo, tuve muchos problemas. Al año siguiente me quedaron cuatro asignaturas pendientes y no pude acceder a la beca salari. Sin el proyecto habría sido bastante difícil hacerlo por mi cuenta.

- ¿Cuál es el siguiente paso ahora que ya te has graduado?

Ahora quiero trabajar de lo que sea. Después de la pandemia y cuatro personas en casa, ¡me quiero independizar! Cuando tenga un trabajo estable y lo vea posible intentaré buscar algo más relacionado con el mundo de la interpretación. Pero, en realidad, ahora mismo estoy haciendo un encargo para traducir dos libros con mi hermana, por lo que de momento estoy ocupada (ríe). También estamos en Ràdio Rambles con unos compañeros de Prometeus y tenemos intención de seguir.

- ¿Seguirás en contacto con el proyecto Prometeus aunque ya te hayas graduado?

Sí, porque ahora estamos dando el siguiente paso que es el Prometeus Laboral. Desde el proyecto no te quieren dejar solo una vez te has graduado, sino que te ayudan a buscar trabajo, a hacer un currículum atractivo, crear el perfil en Linkedln y, sobre todo, a hacer contactos. De hecho, el otro día tuvimos una reunión con Salvador Alemany, un hombre muy importante nacido en el Raval que es el fundador de los parkings SABA y presidente del Liceu. Nos habló de muchas cosas, sobre todo de cómo buscar trabajo y cómo aprovechar las mejores oportunidades.