Atrás “Sin diálogo entre todas las partes y sin empatía no se pueden alcanzar grandes transformaciones”

“Sin diálogo entre todas las partes y sin empatía no se pueden alcanzar grandes transformaciones”

Adrian Jofre Bosch, alumni UPF de Economía, socio y presidente de beBartlet, entre las 100 personas más creativas en el mundo de los negocios de 2022 según Forbes España.

02.12.2022

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Adrian Jofre Bosch, graduado en Economía por la Universidad Pompeu Fabra (promoción 2015), actualmente es socio y presidente de beBartlet, el primer gabinete de incidencia pública en España que fundó junto a Nacho Corredor, graduado también por la UPF en Ciencias Políticas y de la Administración.

El pasado mes de septiembre, la revista Forbes España lo incluyó en su lista de Los 100 más creativos en el mundo de los negocios 2022, “100 hombres y mujeres provenientes de multitud de sectores, que demuestran inventiva, adaptación y experiencia para hacer frente a los retos planteados por un entorno cada vez más competitivo e incierto.”

Profesor asociado en IE University, ESADE o la Escuela Diplomática de España, es presidente de PIMEC Jóvenes, la patronal catalana de jóvenes emprendedores en Madrid, miembro del Consejo Asesor de Blum - Venture Building for Social Impact y de 1Planet4All de la ONG Ayuda en Acción.

Ha sido consultor de negocio en el ámbito de la digitalización, M&A y nuevos modelos de negocio, y también ha trabajado como analista político para la CNN en Español y en diferentes medios de comunicación, además de ser investigador colaborador del Real Instituto Elcano.

Después de su paso por la UPF, estudió un master of Science (MSc) en Negociación y Resolución de Conflictos en la Universidad de Columbia; el Program on Negotiation (PON) de la Harvard Law School y recientemente participó en el Georgetown Leadership Seminar (GLS) de la Universidad de Georgetown.

—Hace unos meses la revista Forbes España te escogió para salir en su lista de las 100 personas más creativas en el ámbito de los negocios de 2022 ¿Cómo valoras este reconocimiento?

Vivo esta mención como un reconocimiento a beBartlet y al trabajo de todo el equipo. Ser considerado creativo ofreciendo servicios profesionales de consultoría no es fácil; es un sector de alta especialización y con muchos jugadores en el terreno. En beBartlet hemos logrado desarrollar un modelo diferencial basado en la incidencia pública, nuestra elevada sensibilidad social y una lógica intergeneracional. Combinamos una capa directiva milenista (millennial, en inglés) formada por profesionales que han ocupado puestos de responsabilidad desde muy pronto, con un Círculo de Asesores con décadas de experiencia. Hemos invertido la dinámica habitual.

Forbes destaca que beBartlet es el primer gabinete de incidencia pública que ha incorporado el modelo de advocacy anglosajón. ¿Nos puedes explicar en qué consiste este modelo que os define y en qué se diferencia del tradicional?

El modelo de advocacy, o de incidencia pública en español, combina la capacidad de comunicar con la sensibilidad necesaria para leer el contexto en el que nos movemos, no sólo en términos de mercado o consumo, sino también de valores, ventanas de oportunidad, contexto político, social y económico. Hoy en día, es crucial adaptarse al contexto para desarrollar cualquier estrategia y, al mismo tiempo, contribuir de forma responsable a la configuración del debate público. Estos valores se han convertido en nuestras credenciales para alzarnos como una firma destacada en el sector de la comunicación y los asuntos públicos en España.

—¿El hecho de que las personas que estáis al frente de beBartlet seáis jóvenes, miembros de la generación milenista, es una de las claves de este éxito?

Sin duda, el éxito de beBartlet es en parte porque somos un equipo transversal, donde hay economistas, periodistas, politólogos, juristas, internacionalistas y hasta un ingeniero. Lo que nos une a todos es que somos personas con una sensibilidad social alta por la suma de nuestras experiencias en medios de comunicación, en la universidad, en organizaciones no gubernamentales o en las instituciones. Conocemos de primera mano las bases de la sociedad civil organizada y los sectores público y privado. Esto, sumado a los conocimientos y experiencias de nuestros asesores, potencia nuestras capacidades en la articulación de las relaciones entre empresas, instituciones públicas, y sus alianzas, vínculos y relación con la sociedad.

"En beBartlet hemos identificado la necesidad de que los líderes emergentes en el ámbito político, mediático y empresarial, asuman la importancia de su papel en la sociedad"

—¿Para interpretar la realidad e incidir en la sociedad es vital conocer a fondo a las generaciones jóvenes? ¿El Observatorio de Nuevos Liderazgos, vuestro proyecto que identifica nuevos talentos emergentes, va en esta línea?

En beBartlet hemos identificado la necesidad de que los líderes emergentes en el ámbito político, mediático y empresarial, asuman la importancia de su papel en la sociedad. El Observatorio de Nuevos Liderazgos (#NuevosLiderazgosbB) es un espacio de diálogo intrageneracional y plural entre instituciones y sociedad civil. Hemos logrado implicar en nuestras actividades a representantes diversos de la sociedad: altos cargos del Gobierno, diputados, eurodiputados, alcaldes, consejeros, así como líderes de opinión, emprendedores y dirigentes de empresas y organizaciones no gubernamentales. Sin diálogo entre todas las partes y sin empatía no se pueden alcanzar grandes transformaciones.

—¿Es necesaria una nueva visión más creativa e innovadora para movilizar e implicar a la opinión pública? ¿Qué papel juegan las nuevas tecnologías en ese proceso?

Las redes sociales como Twitter o Instagram han incrementado la información disponible y han facilitado que la ciudadanía pueda participar en el debate público de descentralizadamente. Además, han surgido nuevas formas de comunicación que han impregnado el modo de relacionarse de las empresas o de las entidades sociales con la sociedad, y más recientemente, han alcanzado a la política y a las instituciones públicas. Por otro lado, estos nuevos medios y formatos han generado mucho ruido, y resulta complicado distinguir qué es información y qué son fake news. Por ello, es importante no sólo dominar los nuevos formatos comunicativos y de incidencia pública, sino también fomentar un debate público de calidad, basado en los datos y la evidencia.

—¿Brechas como la digital, la generacional, de género o la territorial hacen más complicado conseguir este objetivo?

El contexto actual es de una elevada complejidad, donde conviven numerosas brechas que impactan y movilizan a la ciudadanía en múltiples direcciones. Estas brechas suponen una oportunidad para generar nuevos debates e involucrar a diferentes entornos sociales y colectivos en la configuración de la opinión pública, más allá de las élites tradicionales que suelen estar presentes. En beBartlet trabajamos en la construcción de espacios transversales y plurales de intercambio de experiencias y reflexiones, una de las aportaciones más importantes que se pueden hacer desde el sector privado al conjunto de la sociedad. También asesoramos a nuestros clientes para que desarrollen políticas de autorregulación, en las que sean los propios líderes corporativos y sociales los que propongan de forma proactiva y constructiva soluciones a esas brechas.

"Si practicáramos activamente la negociación, seguramente viviríamos en sociedades con mayor convivencia y entendimiento"

—¿Estas brechas son una de las causas principales de las dificultades a la hora de resolver conflictos en nuestra sociedad y llegar a acuerdos en los procesos de negociación? En este sentido, la actualidad política no es precisamente un buen espejo…

Vivimos en un contexto muy polarizado. Existen muchos actores en la escena política y social que ven una oportunidad de obtener rédito de estas divisiones y trabajan activamente por quebrar los grandes consensos. En este sentido, es importante negociar como filosofía de vida. Sentarnos en una mesa a debatir soluciones que sean capaces de satisfacer las necesidades reales de los ciudadanos, en vez de quedarnos constantemente discutiendo en la capa más superficial de la batalla cultural. Si practicáramos activamente la negociación, seguramente viviríamos en sociedades con mayor convivencia y entendimiento. En una democracia mejor.

—En tu etapa en la UPF fuiste vicepresidente de la asociación deba-t.org, y hace años que estás vinculado a la ONG Ayuda en acción. ¿Este tipo de implicación da herramientas para conocer mejor los problemas de la sociedad?

La participación en la sociedad civil organizada es algo que siempre me ha divertido. Me ha aportado sensibilidad sobre entornos desconocidos, me ha abierto caminos y me ha permitido conocer personas de diferentes ámbitos, así como entender otras visiones, enfoques y formas de hacer y pensar diferentes a la mía. Mi paso por deba-t.org me permitió conocer a Nacho Corredor, a quién considero un buen amigo desde entonces y con quién años más tarde fundé beBartlet. De hecho, beBartlet existe gracias a la UPF y su ecosistema asociativo.

"beBartlet existe gracias a la UPF y su ecosistema asociativo"

Actualmente, en paralelo a mi trabajo en beBartlet, presido PIMEC Jóvenes Madrid donde trabajamos para representar a los jóvenes emprendedores y a las pymes. Y continúo siendo voluntario de la ONG Ayuda en Acción, ahora como miembro del Consejo Asesor de 1Planet4All, una iniciativa contra la crisis climática. Con mi interacción con los jóvenes activistas conozco la opinión de las generaciones más jóvenes en materia de cambio climático y aprendo de ellos. También soy vicepresidente del Columbia Alumni Association, donde impulsamos el acceso equitativo a la educación de excelencia.

—¿Qué recuerdos tienes de tu paso por la UPF?

Aunque no sea muy atractivo reconocerlo, recuerdo estudiar mucho y tomármelo muy en serio. Pero lo que más recuerdo de la “uni” es todo lo que ocurría más allá del propio grado en Economía. Todas las actividades y charlas de invitados y ponentes, que organizaban las diferentes facultades y las asociaciones de estudiantes. Ligas de debate, modelos de Naciones Unidas, cursos y formaciones complementarias… Estas actividades extracurriculares fueron verdaderamente transformadoras y diferenciales para mí, así como todas las personas que conocí al participar en ellas, con muchas de las cuáles mantengo contacto a día de hoy.

"El gran valor de la negociación y la resolución de conflictos está en la toma de decisiones colectivas"

—¿Crees que en la universidad pública se trata suficientemente la resolución de conflictos y la negociación? ¿Habría que darles más peso en sus planes de estudios?

Desde la aparición de los mercados, el comercio internacional y la escalada de la tecnología, los seres humanos tenemos cada vez más interconexiones entre nosotros y somos más interdependientes. El gran valor de la negociación y la resolución de conflictos está en la toma de decisiones colectivas. Si queremos encontrar soluciones a los grandes retos que afrontamos como país y llegar a consensos, es fundamental que los más jóvenes desarrollen estas capacidades como parte de su recorrido formativo. Las habilidades blandas deberían tener mayor peso en el currículum académico. Incluso en etapas preuniversitarias como el colegio o el instituto. Por tanto, la universidad pública en España sí debe reforzar sus planes de estudios introduciendo más formación en habilidades, empezando por la negociación y resolución de conflictos. Y debería ser algo transversal, aplicable a cualquier carrera universitaria. Estoy seguro que así, viviríamos en sociedades más pacíficas, tolerantes y menos polarizadas.

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