La edición 2020 del Campus Junior UPF, el programa de cursos de verano de la Universidad dirigido a estudiantes de secundaria de tercero y cuarto de ESO y de primero de bachillerato, transcurrió en formato virtual entre el 29 de junio y el 10 de julio, con un total de 160 participantes.

Este año el programa de los cursos, impartidos por profesores e investigadores de la UPF, se vio afectado por la pandemia, que obligó a adaptarlos a la modalidad virtual, y provocó que una veintena de los previstos inicialmente se tuviera que anular.

La Universidad creó las aulas globales correspondientes para que los estudiantes pudieran seguir los cursos desde su casa.

Los nueve cursos ofrecidos, que han combinado docencia con una parte práctica, experimental y lúdica, contaron con la participación de entre 10 y 26 estudiantes, con una media de 18 personas por curso.

Los docentes adaptaron la metodología y los materiales de los cursos para poder impartirlos en línea, y la Universidad creó las aulas globales correspondientes para que los estudiantes pudieran seguirlos desde su casa.

Se llevaron a cabo los siguientes cursos: Ciencia de los Datos: Python, Biomedicina, Web, Redes Sociales y Mucho Más; Como Ser Emprendedor: Aprende a Generar Buenas Ideas; Diseña tu Carrera; Derecho para Ir Derecho; Hackers Matemáticos en la Red; La Inteligencia Artificial y sus Aplicaciones (aprende la ciencia que está cambiando el mundo); Los Retos del Cerebro; Política y Comunicación: Argumentos, Ideas y Discursos; y finalmente, Videojuegos e Inteligencia Artificial.

La anulación de la veintena de cursos se debió a dos motivos diferentes: un primer grupo de cursos, a pesar de contar con las inscripciones necesarias, por sus características debían tener una parte presencial, ya que se basaban en prácticas en laboratorios o en programas específicos sólo disponibles en las instalaciones de la Universidad; un segundo grupo se tuvo que cancelar por la falta de inscripciones, ya que muchos estudiantes se echaron atrás.

Mucho protagonismo de los estudiantes, con aprovechamiento de las herramientas virtuales

Mireia Artigot i Golobardes, docente del área de Derecho Civil del Departamento de Derecho de la UPF, ha impartido el curso Derecho para Ir Derecho, que han seguido en línea 18 estudiantes. La profesora comenta que durante el curso los estudiantes han estado en casa y ella en un aula de la UPF. "El contenido del curso ha sido sustancialmente el mismo que en ediciones anteriores. Sin embargo, ajusté la modalidad y los materiales de las sesiones. La UPF abrió un Moodle que pude utilizar para colgar materiales de cada tema y sesión y preguntas sobre las que quería que los estudiantes reflexionaran o prepararan".

Sobre cómo los chicos y chicas han seguido las sesiones, Mireia Artigot se muestra satisfecha: "Los 18 estudiantes han participado mucho con comentarios constructivos e interesantes, han debatido entre ellos, e incluso, en bastantes ocasiones, hemos tenido problemas para programar las pausas durante las cuatro horas y media de las sesiones", asegura. "No ha sido lo mismo, pero sí lo más parecido a una clase presencial. De hecho, cuando la situación nos lo permita, tenemos previsto encontrarnos en la UPF y conocernos personalmente".

Otro testimonio es el de Ana Freire Veiga, profesora del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones, que ha tenido una veintena de estudiantes en el curso Ciencia de los Datos: Python, Biomedicina, Web, Redes Sociales y Mucho Más, mayoritariamente con plazas reservadas para chicas, para fomentar la ciencia y la tecnología entre ellas y romper estereotipos.

La profesora explica que intentó reducir la parte teórica del curso, y utilizar una orientación más práctica, en la que el alumnado debía intervenir más. "Esta ha sido la primera edición realizada de forma remota y, lejos de suponer un problema, ha presentado una serie de ventajas muy interesantes", afirma. Por ejemplo, "la modalidad no presencial ha permitido invitar virtualmente, durante la última sesión, dos referentes en el ámbito de la ciencia de datos, independientemente de su localización geográfica".

"Esta ha sido la primera edición realizada de forma remota y, lejos de suponer un problema, ha presentado una serie de ventajas muy interesantes",

Las invitadas en esta última sesión fueron Ruth García-Gavilanes, científica de datos a Spotify (Reino Unido) y Berta Benet, estudiante de cuarto curso de Ingeniería Matemática en Ciencia de Datos de la UPF. "Su participación ha permitido a las estudiantes interactuar con ellas y conocer cómo es su día a día tanto a nivel académico como profesional", explica Ana Freire.

Por otra parte, la profesora apunta que han utilizado herramientas de vanguardia para el desarrollo del curso, como Blackboard Collaborate, una plataforma que permite no sólo hacer videollamadas, sino subdividir la audiencia en grupos para que trabajen en salas virtuales separadas. Otra de las herramientas utilizadas ha sido Google Colab, que permite programar en Python en línea, en el mismo navegador, sin necesidad de instalación local.

Ana Freire comenta que quizás la parte negativa de la edición remota ha sido que ha habido menos interacción entre el alumnado: "En las pasadas ediciones se hacía un recreo de treinta minutos en el que las participantes interactuaban e incluso establecían relaciones de amistad". En general, sin embargo, asegura que la respuesta ha sido muy buena, ya que las estudiantes hicieron comentarios como que el curso se había hecho muy corto y que les gustaría que hubiera una segunda parte.