Vivimos en un mundo complejo y globalizado en el que sistemas económicos, sociales, tecnológicos y ecológicos de gran escala interactúan a un nivel profundo. A menudo, los sistemas son inherentemente complejos e inciertos y nuestro conocimiento sobre ellos es limitado, ya sea por desconocimiento o conocimiento parcial, o por interpretaciones que entran en conflicto por parte de diferentes actores mundiales. El año 2018 la UPF emprendió la iniciativa UPF Planetary Wellbeing, un proyecto que manifiesta el compromiso de la Universidad con los grandes retos del siglo XXI.

Hay una conciencia creciente de que la salud humana está profundamente relacionada con el medio ambiente

Interactive Policy Explorer for Planetary Wellbeing (IPER) es un nuevo proyecto que se ha iniciado el 21 de enero en una reunión en el campus del Poblenou de la UPF y que lideran los investigadores Mario Ceresa y Miguel Ángel González Ballester (ICREA) del grupo de investigación Simbiosys de la unidad BCNMedTech del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la UPF, y en el que participan los investigadores Cathryn Tonne y Josep Maria Antó de ISGlobal.

Un primer prototipo, se concentrará principalmente en la contaminación, la salud y los transportes en el área metropolitana de Barcelona

El objetivo del proyecto y por es crear un simulador de varios modelos interconectados mediante herramientas de modelización de sistemas, específicamente simulaciones basadas en agentes. Este primer prototipo, se concentrará principalmente en la contaminación, la salud y los transportes en el área metropolitana de Barcelona.

El proyecto parte del supuesto según el cual a pesar de que los expertos consideran que los humanos no han estado tan sanos como hasta ahora, los sistemas ecológicos naturales se han ido degradando en gran medida en los últimos tiempos. Hay una conciencia creciente de que la salud humana está profundamente relacionada con el medio ambiente, aunque no están claros cuáles son los efectos de aplicar una u otra política en materia de salud y medio ambiente, tanto en lo referente a las actividades humanas como al bienestar planetario.

"De ahí que se necesiten buenos modelos interpretativos de nuestro entorno que fomenten las políticas y que simulen las consecuencias de la toma de decisiones, ya sea para prevenir potenciales riesgos futuros, para elegir entre posibles respuestas ante emergencias o para mejorar el bienestar general", afirman Ceresa y González-Ballester.

IPER es un proyecto interdisciplinario de un año de duración en el que convergen metodologías de high performance computing, inteligencia artificial, ciencias sociales, salud pública y calidad del aire. Para determinar los efectos de diferentes políticas sobre esta compleja red de interacciones, el proyecto empleará a escala masiva simulaciones de agentes con métodos avanzados de aprendizaje de refuerzo. Esto ayudará a todos los interesados, investigadores académicos, responsables políticos y particulares obtener información sobre los efectos a largo plazo de una decisión política concreta.