La editorial Cátedra ha publicado este mes de mayo el libro El cuerpo erótico de la actriz bajo los fascismos como resultado de las investigaciones realizadas en el marco del proyecto Eros/Censura del grupo CINEMA del Departamento de Comunicación de la UPF.

Núria Bou y Xavier Pérez, miembros del Grupo de Investigación CINEMA han sido los coordinadores y el trabajo analiza la relación entre la coacción censora y el ideario sociopolítico de la mujer pensando la cuestión desde las imágenes y el cuerpo de las actrices, a partir del caso paradigmático de tres estados totalitarios (España, Italia y Alemania).

El cuerpo erótico de la actriz bajo los fascismos reúne el trabajo de diversos autores: Albert Elduque, Carlos Losilla, Gonzalo de Lucas, Endika Rey, Alejandro Montiel, Jordi Balló, Núria Bou y Xavier Pérez abordan la carrera de actrices españolas; Marga Carnicé, Gino Frezza, Mario Tirino, Raffaele Pinto y Gonzalo de Lucas analizan el fascismo italiano y Marta Muñoz, Manuel Garín, Marta Verheyen, Gonzalo de Lucas, Carlos Losilla y Chantal Poch se centran en la Alemania nazi.

El libro ilumina sobre las diferencias cruciales en el modo en que cada régimen construye el estatus visual de la mujer

La cinematografía más conflictiva con el erotismo es la española

De las cinematografías estudiadas en este trabajo se concluye que la más conflictiva con el erotismo es la española. Durante el franquismo, el cuerpo está totalmente asociado a la sexualidad y por ello está muy reprimida cualquier manifestación mínimamente pecaminosa. Tan solo en el ámbito de la comedia la sexualidad tiene cierta vía de apertura.

Bou y Pérez comentan “resulta curioso comprobar que la cinematografía italiana, a pesar del Vaticano, tuvo más margen de maniobra para incluir en su cinematografía figuras femeninas más voluptuosas, incluso algún desnudo, y abrió una línea de espontaneidad que recogerá más tarde el neorrealismo”.  El cine español siempre es metafórico, todo se encuentra más velado, mientras que, por ejemplo, el cine italiano es más metonímico y puede enseñar con cierta picardía algunas partes del cuerpo para llegar a finalmente a la totalidad”, añaden.

El interés del ideario nazi por el cuerpo ario está bastante desvinculado de la sexualidad y se manifiesta sin las connotaciones moralistas

Por lo que concierne al caso de la Alemania nazi, los autores indican que la represión no afectó de la misma manera. El interés del ideario nazi por el cuerpo ario está bastante desvinculado de la sexualidad y se manifiesta sin las connotaciones moralistas.

En el trabajo de todos estos autores se reconoce un esfuerzo común por tratar la problemática sin acudir a esquemas meramente deterministas (pensar el erotismo como causa directa de la represión) o buscar conclusiones de carácter universal (reduciendo las diferencias nacionales a una misma ideología patriarcal). Por el contrario, el libro ilumina diferencias cruciales en el modo en que cada régimen construye el estatus visual de la mujer y trata de dar cuenta de las contradicciones y los reflejos metaficcionales, a menudo sutiles, que dejan entrever referencias a las propias trayectorias profesionales de las actrices.

Tal y como demuestran los capítulos de este libro, el cuerpo de las actrices recibe imperativos narrativos de muchas clases, cargando modelos políticos y arquetipos simbólicos, pero en todos los casos, la carnalidad del gesto parece desbordar los moldes y con tal suerte que, de forma inevitable, la ambigüedad y la sensualidad abren nuevos interrogantes. Es desde esta premisa que El cuerpo erótico de la actriz ofrece su propia lectura de los imaginarios históricos.

Esta investigación tendrá su continuidad en un nuevo proyecto “El deseo femenino en el cine español durante el franquismo: evolución gestual de la actriz bajo la coacción censora”, que se centrará estrictamente en la cinematografía franquista durante todo el franquismo.

Obra de referencia:

Núria Bou, Xavier Pérez (2018), El cuerpo erótico de la actriz bajo los fascismos, editorial Cátedra. Colección Signos e imagen, pp. 300, 17 de mayo.