Según este trabajo elaborado por el Centro de Estudios UPF Sports Lab, las estaciones de esquí de La Molina, Vall de Núria, Vallter 2000, Espot y Port Ainé (estas dos últimas juntadas en una única estación, Ski Pallars) generan un impacto económico neto de 121,25 millones de euros y un impacto total sobre la producción de la actividad económica de 222,90 millones de euros.

Los datos del estudio, encargado por Ferrocarrils de la Generalitat de Catalunya (FGC), una empresa dependiente del Departamento de Territorio, reflejan el peso, tanto en términos de actividad económica como de creación de empleo, de las estaciones de montaña sobre la economía de las respectivas comarcas: la Cerdanya (La Molina), Ripollès (Vall de Núria y Vallter 2000), y los dos Pallars, Jussà y Sobirà (Espot y Port Ainé).

Según se desprende del trabajo, las cinco estaciones generan un total de 2.194 puestos de trabajo y 31,74 millones de euros de impacto fiscal en estas comarcas. Para todos los destinos del Grupo FGC, por cada euro adicional de gasto, se genera una producción alrededor de dos euros. Asimismo, por cada millón adicional que la empresa pública invierte en cualquier tipo de gasto, se genera alrededor de veinte puestos de trabajo.

Los autores del estudio destacan que los impactos económicos calculados procedentes del gasto de los visitantes representan entre el 60 Y el 80% del total del impacto económico, ya que este gasto del visitante es el que se reparte más directamente en los sistema productivo más cercano.

Por otra parte, el impacto económico total se puede dividir en un 45% de impacto directo (restaurantes, hoteles, tiendas, material deportivo, etc.); un 22% indirecto (aumento de la demanda del resto de sectores no relacionados estrictamente con la actividad del esquí), y el 33% restante es inducido (el aumento de la demanda y el empleo producida como consecuencia de la mayor actividad general).

¿Cómo se ha elaborado el estudio?

El estudio se ha realizado a partir de los datos que reflejan los gastos de explotación y de inversión del año 2015 en La Molina y Vall de Núria, y del año 2016 en Espot, Port Ainé y Vallter 2000. Se han tomado los datos referentes a visitantes sobre los gastos en alojamiento, restauración, compras, forfaits y actividades en la misma estación, entre otros. Además, se ha extraído información de encuestas a visitantes (1.537) de todas las estaciones, durante los meses de febrero y marzo del 2016 y 2017.

La metodología utilizada para calcular los impactos económicos de las estaciones ha sido la de las tablas Input-Output (TIO), que proporcionan información desagregada sobre los consumos intermedios que hacen referencia a la compra de bienes y servicios entre los diversos sectores de una economía ; las compras finales de bienes y servicios por parte de los consumidores, las empresas, el sector público y el sector exterior; y los pagos de las empresas a los sectores primarios, público y exterior.

La Molina, la estación con más impacto económico

Por estaciones, de más a menos impacto, La Molina encabeza el ranking, con una producción total de 80 millones de euros (MEUR), que teniendo en cuenta el valor añadido bruto (VAB), un indicador similar al PIB, se queda en 43,4 millones de euros. Genera 829 empleos y tiene un impacto fiscal de 11,5 millones de euros. La sigue Vall de Núria, con una producción total de 68,7MEUR, que con el VAB se sitúa en 37 millones de euros, genera 689 puestos de trabajo y 9,8 millones de euros de impacto fiscal.

Espot y Port Ainé tienen una producción total de 64,5 millones, que con el VAB queda en 35,5 MEUR; generan 586 puestos de trabajo y un impacto de 9 millones de euros; y finalmente, Vallter 2000, con una producción de 9,8 millones de euros (5,4 millones si tenemos en cuenta el VAB); 90 puestos de trabajo y un impacto fiscal de 1,4 millones.