Atrás Un nuevo reto para la tecnología musical: tocar y componer música con la mirada

Un nuevo reto para la tecnología musical: tocar y componer música con la mirada

Es el objetivo de un nuevo instrumento: el EyeHarp, desarrollado por Zacharias Vamvakousis y Rafael Ramírez miembrosdel Grupo de Investigación en Tecnología Musical, que después de haber superado una fase piloto, podría ser aplicado personas con discapacidad.

07.11.2016

 

Zacharias Vamvakousis y Rafael Ramirez, miembros del Grupo de Investigación en Tecnología Musical (MTG) del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC), presentan y evalúan una nueva interfaz: el EyeHarp, un instrumento musical digital controlado a través de la mirada en que la interacción y la expresividad con el instrumento lo realiza el usuario seleccionando los acordes y arpegios, la melodía y el volumen, sólo a través de su mirada.

En estudios previos se ha visto que aprender música o tocar algún instrumento aporta beneficios importantes, más allá de las competencias meramente artísticas. Tanto en niños como en adultos, el aprendizaje de música se ha asociado a cambios estructurales en el cerebro. Por ejemplo, los músicos presentan algunas regiones cerebrales más grandes que están relacionadas con la visión y el oído; más materia gris en el área de Broca, un área relacionada con el lenguaje; las fibras nerviosas que conectan los dos hemisferios cerebrales más largas, etc., en comparación con las personas que no son músicos. También en niños se ha podido comprobar que la música incrementa la memoria no verbal, el coeficiente de inteligencia, la comprensión aritmética y la concepción espacial.

Las personas con discapacidad motora tienen dificultades a la hora de aprender a tocar un instrumento musical. Por ello, no se pueden beneficiar de las ventajas de aprender música. A pesar de que se han desarrollado interfaces musicales digitales adaptadas (ADMI), esta alternativa es insuficiente para personas con incapacidad motora severa con parálisis muscular completa. Para estas personas, una buena alternativa podría ser la tecnología eye-tracking o de seguimiento de la mirada.

Una prueba piloto que ha sido prometedora

Hasta el momento, los investigadores Vamvakousis y Ramírez, han hecho una fase piloto para estudiar cuantitativa y cualitativamente la usabilidad del EyeHarp desde la perspectiva del intérprete. Este experimento lo realizaron con 8 personas sin ningún tipo de discapacidad y con conocimientos musicales. Un segundo experimento ha permitido estudiar la interfaz desde la perspectiva del público. En este experimento participaron 31 personas que actuaron como audiencia y que valoraron dos conciertos: una interpretación para EyeHarp solo, y otra para EyeHarp, dos guitarras y flauta.

Como indican Vamvakousis y Ramírez, en un estudio publicado en Frontiers in Psychology, "los resultados obtenidos indican que, al igual que los instrumentos musicales tradicionales, el instrumento musical digital que hemos desarrollado tiene una curva de aprendizaje muy pronunciada y permite producir interpretaciones expresivas, tanto desde el punto de vista del intérprete como del público". Estos resultados abren camino para poder disponer del Eye-Harp para personas discapacitadas y facilitar el aprendizaje y la interpretación musical, disfrutando, a su vez, de las ventajas cognitivas que, según han evidenciado varios estudios previos, ofrece esta actividad.

Este proyecto ha recibido financiación del programa de investigación e innovación Horizonte 2020 de la Unión Europea, así como de los proyectos españoles TIN (Tecnologías Informáticas para la Sociedad de la Información) dentro del proyecto TIMUL.

Trabajo de referencia:

Zacharias Vamvakousis , Rafael Ramírez (2016), "The EyeHarp: A Gaze-Controlled Digital Musical Instrument", Frontiers in Psychology, http://dx.doi.org/10.3389/fpsyg.2016.00906.

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