Christopher Tulloch es profesor agregado del Departamento de Comunicación y director del máster en Periodismo Político Internacional (UPF-BSM). Creció en Gran Bretaña, en una de las zonas más afectadas por las políticas de Thatcher, y vive en Cataluña desde hace 26 años.

Ha seguido de cerca el referéndum del Brexit, cuyo resultado ha desembocado en el inicio de la activación del proceso formal para la separación de Gran Bretaña de la Unión Europea, previsto para este mes de marzo.

— El Reino Unido, en la Unión Europea, ya tenía algunos rasgos diferenciales respecto a países como Francia, Alemania o Italia. ¿Por qué los ciudadanos han votado NO a permanecer en ella?

La primera observación que debemos hacer respecto a la votación del Brexit es que el "Reino" lo ha sido todo menos "Unido". El 62% de los escoceses votaron a favor del "remain", al igual que el 56% de los norirlandeses. El 60% de los habitantes de Cardiff, la capital de Gales, votó en contra del Brexit, y muchas ciudades inglesas importantes —Londres, Manchester, Leeds, Liverpool, Newcastle— también querían quedarse dentro de la Unión Europea. Entonces, la pregunta es: ¿qué motivó el 51,9% de la población a votar en contra de permanecer dentro? Pues puedo ofrecer cinco respuestas entre las muchas explicaciones posibles: i) el partido ultraderechista UKIP puso la inmigración en el centro de la campaña; ii) Cameron dijo que después de ganar las elecciones de 2015 renegociaría las relaciones con la UE y los votantes pensaron que volvía con pocas concesiones de Bruselas; iii) el Partido Laborista no jugó de una manera clara; iv) se repitió que salir de la UE aportaría 350 millones de libras semanales para el Sistema Nacional de Salud (NHS), una mentira más de la campaña, y v) tres de cada cinco votantes mayores de 65 años optaron por el Brexit.

— Por lo que comentas, se deduce que la campaña del Brexit ha movido con informaciones falsas. ¿Podemos hablar de "post-verdad" también en este caso?

Desde el inicio, la campaña del Brexit se ha movido con informaciones falsas. La más grande de todas fue la que esparció Nigel Farage, del UKIP, cuando dijo que si los británicos salieran de la UE se podrían destinar 350 millones de libras cada semana (!) En el Sistema Nacional de Salud (NHS). ¡Claro que los ancianos votaron a favor del Brexit con argumentos como este! La diferencia entre Farage y Trump, con respecto a la "post-verdad", es que la mañana siguiente de la votación, Farage admitió que fue un "error de cálculo".

— ¿Qué queda en ese país de las políticas de Margaret Thatcher? ¿Hubiera estado de acuerdo con la salida de la Unión Europea?

Queda mucho. La "Dama de Hierro" dejó una huella imborrable. La destrucción de la industria manufacturera, el desmembramiento de los sindicatos, la división norte-sur, el hiperconsumo ... ¿Si hubiera estado de acuerdo? Seguro que sí. Iba a Bruselas cada año, como decía ella, "para que nos devuelvan el dinero que nos deben".

— ¿Cómo calificarías la cobertura mediática nacional del Brexit?

Creo que ningún medio de la denominada "prensa de calidad" pensaba que saldría el "sí" al Brexit. En cambio, los "tabloides" actuaron de portavoces de la derecha antieuropeísta con mucha fuerza, y como tienen millones de lectores, su mensaje "coló". Me ha recordado un poco de la campaña de Trump, todos los medios "tiraron" de Trump para incrementar sus ventas hasta que terminaron haciendo la campaña por él.

—Y los ciudadanos, ahora que va en serio, ¿qué dicen? ¿cómo afectará el Brexit la población del Reino Unido?

Esta Navidad he estado en Inglaterra y cuando he hablado con gente desde una perspectiva de alguien que vive en el "Continente" —como lo llaman ellos— y les he explicado cómo el Brexit les afectará —la educación de sus hijos, la retirada de financiación de infraestructuras, el traslado de Londres a Frankfurt como capital financiera, etc.—, y no ha caído bien. Hacia fuera hay una imagen de unidad y de desafío ante la UE, pero internamente, la gente está muy preocupada, sobre todo las personas de mediana edad y las clases "profesionales".

— La salida de Europa, tendrá alguna repercusión en los que , como tú, viven y trabajan en el continente? ¿Qué piensan sobre ello? ¿Cuál fue el voto de los expatriados?

Una de las pocas consecuencias positivas del Brexit es que parece ser que en 2020 los expatriados podremos volver a votar en las elecciones británicas. Por fin nuestros gobernantes se han dado cuenta de lo absurdo de la" Ley de los quince años" que nos ha convertido en "apátridas electorales". Según esta legislación, todos aquellos británicos que llevamos más de quince años fuera no podemos votar en las elecciones nacionales y por supuesto, tampoco podemos votar aquí por no tener la nacionalidad española. Es un tema capital. Somos dos millones que vivimos en la UE. Ahora bien, en cuanto a cómo me afecta el Brexit a título personal, como profesor de universidad, se nos presenta un panorama complicado si decidimos mantener la nacionalidad británica. Por ejemplo, los investigadores principales de los proyectos europeos deben ser de la UE. ¿Y cómo reformularemos el programa Erasmus?

 — Donald Trump se ha manifestado entusiasta de los resultados del referéndum de junio de 2016. Dijo: "Tendréis vuestra propia identidad y tendréis a las personas que deseéis tener en vuestro país, y podréis hacer tratados comerciales sin que os controlen". ¿Los británicos, no tenían ya estos privilegios?

La política exterior de Trump es muy previsible. Es una estrategia de "conquistar y dividir". Si la UE es un rival comercial, pues hará cualquier cosa para debilitarla, como por ejemplo, dar todo su apoyo al Brexit. Si incluso recibió Nigel Farage como "representante de la política exterior británica". Aplica la misma política con Taiwán y China.

—¿A Quién beneficia realmente la salida del Reino Unido de la Unión Europea?

A tres grupos: i) a los rivales comerciales europeos: Francia, Alemania e Italia: Francia ya ha avanzado a Gran Bretaña como quinta economía del mundo; ii) a Putin: él estuvo a favor de la salida del Reino Unido de la UE, y iii) a los líderes ultraderechistas, como Marine Le Pen en Francia, Wilders en Holanda o Amanecer Dorado en Grecia. Los tres fueron los primeros en felicitar a los británicos por su "gesto valiente ante los eurócratas de Bruselas".