Atrás “Desde la investigación contribuimos a la función social de la Universidad”

“Desde la investigación contribuimos a la función social de la Universidad”

Hablamos con Ferran Casals, responsable del Servicio de Genómica de la UPF, y con Nury Cecilia Rivas, que está realizando una estancia de formación en el Servicio en el marco de un proyecto para identificar a los niños desaparecidos en la guerra civil en El Salvador.

15.02.2019

 

Utilizar la genética forense para identificar a los niños desaparecidos durante la guerra civil en El Salvador es la base de un proyecto que recientemente ha obtenido una subvención de la Agencia Catalana de Cooperación al Desarrollo (ACCD). La iniciativa es fruto de la colaboración entre el Servicio de Genómica del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud (DCEXS), UPF Solidaria, y las asociaciones Pro-Búsqueda y Red de Solidaridad para la Transformación Social (REDS).

Hablamos con Ferran Casals, responsable del Servicio de Genómica de la UPF y con Nury Cecilia Rivas, médico forense de la Universidad de El Salvador (UES), que está realizando una estancia de formación en la UPF como parte del proyecto.

¿Cuáles son los objetivos generales del proyecto?

Ferran Casals (FC): La idea es analizar muestras y contribuir a la creación de una base de datos genéticos que sirvan para la identificación de personas desaparecidas en El Salvador.  Cuando se realizan identificaciones de personas es muy importante saber la frecuencia de los diferentes marcadores de una población, es decir, para saber si una muestra corresponde a una persona o a otra, nos ayuda conocer la genética de la población. Para crear la base de datos de frecuencias genéticas utilizamos unas 500 muestras de donantes anónimos. Esto nos permitirá caracterizar genéticamente por primera vez la población de el Salvador en profundidad. La otra parte del proyecto, que es igual de importante, consiste en continuar la formación de investigadores de la UES, que ya iniciamos hace un par de años. Entonces vinieron Tania Cuadra y Celia Yanira, para aprender sobre nuevas técnicas de secuenciación del ADN. Ahora, Nury ha venido para estar con nosotros, el equipo del laboratorio de Genómica, durante un mes.

Creo que este proyecto es un claro ejemplo de como la genética puede contribuir a mejorar la vida de las personas.

¿En qué consiste esta estancia en el Servicio de Genómica?

Nury Cecilia Rivas (NR): En esta estancia de formación estoy aprendiendo técnicas relacionadas con el banco de datos que haremos de El Salvador. Concretamente la aplicación de tecnologías de secuenciación de nueva generación a la genética forense.

FC: Durante su primera semana aquí, Nury pudo asistir a un curso de genética forense del Máster de Antropología Biológica, que organizan la UAB y la UB conjuntamente. Las otras tres semanas de formación está con nosotros en el Servicio de Genómica. También está participando en otros proyectos en los que utilizamos tecnologías de genética forense distintas, como por ejemplo el de las fosas de la Guerra Civil española.

 ¿Cómo conociste el proyecto?

NR: Conocí el trabajo de Pro-Búsqueda por medio de su genetista, Patricia Vásquez, que también es docente de la Universidad. Yo empecé participando en el proceso de la toma de muestras y así me incorporé al proyecto. Anteriormente solo se habían tenido en cuenta muestras de la capital del país, pero en este estudio se incluyeron los 14 departamentos que conforman El Salvador. Por ello, tomamos muestras de personas nacidas en cada una de las zonas para que el estudio tenga más significancia.

La genética nos sirve para poder localizar a aquellos niños que fueron separados de sus familias o murieron durante el conflicto armado.

¿Qué destacaríais del proyecto?

NR: Creo que este proyecto es un claro ejemplo de como la genética puede contribuir a mejorar la vida de las personas. En Pro-Búsqueda, en este momento la genética nos sirve para poder localizar a aquellos niños que fueron separados de sus familias o fallecieron durante el conflicto armado, poder conseguir esa identificación y reunirlos con sus familiares, que los están buscando. Hasta ahora se han conseguido resolver 444 casos, de los cuales 277 se han reencontrado, tanto en nuestro país como en el extranjero, y 82 habían fallecido. Todavía queda camino por recorrer, pero ha sido un gran trabajo.

FC: A mí me gustaría destacar que somos un laboratorio universitario y, como tal, participamos en las labores principales de la Universidad, la docencia y la investigación, pero también en su función social. Así que desde la investigación también contribuimos a esta función social de la Universidad. Otra vertiente interesante del proyecto es que esto, de alguna manera, empieza una colaboración, en el ámbito de la investigación y de la formación, entre la UPF y la UES.  

¿Qué os gustaría poder conseguir en un futuro próximo?

NR: Pro-Búsqueda se centra en buscar niños desaparecidos durante el conflicto armado y para ello ya cuentan con una base de datos genética propia. Ahora le queremos sumar este nuevo banco genético que estamos realizando, para que pueda facilitar también la búsqueda de personas adultas desaparecidas. También esperamos que el banco sirva en un futuro próximo para iniciar un proceso de mejora de los procedimientos que usamos para la identificación de las personas desaparecidas en nuestro país. Personalmente deseo seguir formándome en el área de genética y colaborando con Pro- Búsqueda. Cuando regrese, espero aplicar el procesamiento para poder continuar con la base de datos y compartir el conocimiento adquirido con mis compañeros que también se están especializando en medicina forense.

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