Los decanos y la decana de las facultades de Medicina de las universidades catalanas públicas y privadas han firmado un comunicado en el que expresan su preocupación por el efecto de la pandemia de COVID-19 en los planes docentes de las enseñanzas de Medicina, principalmente respecto a las prácticas clínicas.

Ante algunas voces que piden una formación totalmente a distancia, los decanos defienden que la docencia virtual y presencial no deben competir entre sí, sino ser complementarias, y que la enseñanza de la medicina moderna no puede hacerse, ni se debe, siguiendo modelos de universidad a distancia. «No es acertada ni admisible la sustitución radical de la enseñanza compartida en las aulas o en los laboratorios por una formación a distancia fundamentalista», afirman en el comunicado.

El documento también recuerda que más de quinientos alumnos de Medicina y de Enfermería de toda Cataluña que vieron suspendidas súbitamente sus prácticas clínicas debido a la emergencia sanitaria, pocos días después respondían solidariamente a la demanda de voluntarios para trabajar como médicos o enfermeros (los que ya eran graduados) o para realizar tareas de apoyo (los alumnos de grado) junto a los profesionales que cada día se enfrentaban a la pandemia desde todos los ámbitos de nuestro sistema sanitario.

En el comunicado expresan su preocupación por el efecto de la pandemia de COVID-19 en los planes docentes de las enseñanzas de Medicina, principalmente respecto a las prácticas clínicas.

En ese sentido, los firmantes del documento afirman que no se entiende la formación en Medicina «en un entorno que suponga aún más limitación o la desaparición de las prácticas clínicas en los hospitales y centros de atención primaria, fundamentales para que este aprendizaje se haga en contacto con pacientes, familiares y profesionales». «Pretender extrapolar la transformación digital de otros elementos formativos (congresos médicos, estancias y cursos de formación continua) a la formación holística necesaria para los médicos —subrayan— va en contra de demandas básicas de nuestra sociedad hacia la profesión médica: más empatía, mejor comunicación y mayor cercanía con los pacientes».

El comunicado lo firman los decanos de las facultades de Medicina de la Universidad de Lleida, la Universidad de Barcelona, la Universidad Autónoma de Barcelona, la Universidad Rovira i Virgili, la Universidad Pompeu Fabra, la Universidad de Girona, la Universidad Internacional de Cataluña y la Universidad de Vic-Universidad Central de Cataluña.