Atrás "Cuando hay recursos y mediación, se pueden resolver los conflictos entre las bandas juveniles"

"Cuando hay recursos y mediación, se pueden resolver los conflictos entre las bandas juveniles"

Carles Feixa, catedrático de Antropología Social del Departamento de Comunicación y director del proyecto TRANSGANG, impartió la lección inaugural del curso 2018-2019 del grado en Criminología y Políticas Públicas de Prevención, bajo el título "Guerra y paz en las bandas juveniles".
04.10.2018

 

Carles Feixa Pàmpols, catedrático de Antropología Social del Departamento de Comunicación fe la UPF, y uno de los principales expertos mundiales en bandas juveniles transnacionales, impartió la lección "Guerra y paz en las bandas juveniles", que inauguró el curso 2018-2019 del Grado en Criminología y Políticas Públicas de Prevención de la Facultad de Derecho.

El acto académico, que tuvo lugar el 3 de octubre, al mediodía, en la sala de grados Albert Calsamiglia del campus de la Ciutadella, estuvo presidido por Anna M. Caballé, decana de la Facultad de Derecho, y contó con la presencia de David Felip, vicedecano y director de los estudios de Criminología y Políticas Públicas de Prevención, que dieron la bienvenida a los asistentes y presentaron al ponente.

El profesor Carles Feixa actualmente dirige el proyecto "TRANSGANG", acrónimo de "Transnational Gangs as Agents of Mediation: Experiences of Conflict Resolution in Street Youth Organizations in Southern Europe, North Africa and the Americas". Financiado en marco del programa Advanced Grant del Consejo Europeo de Investigación, cuenta con un presupuesto de 2,2 millones de euros para los próximos cinco años.

En su lección, Carles Feixa analizó la trayectoria de las bandas latinas en Barcelona y en el área metropolitana, desde su aparición, aproximadamente hacia el año 2005, hasta la actualidad. Se trata de un período en que se van sucediendo ciclos de conflicto y de tregua, y durante el cual se llevaron a cabo varios proyectos de mediación, muchos de ellos bajo la dirección del propio Carles Feixa.

"Estas bandas se encuentran en Barcelona, ​​en Cataluña y en el mundo. Están ubicadas en un determinado contexto urbano, pero tienen conexiones transnacionales; están sometidas a un proceso migratorio, y es una realidad que tiene muchas conexiones con la criminología", apuntó el ponente.

"Estas bandas se encuentran en Barcelona, ​​en Cataluña y en el mundo. Están ubicadas en un determinado contexto urbano, pero tienen conexiones transnacionales"

Los inicios de las bandas latinas en nuestro país los encontramos hacia los años 2004-2005, cuando comienzan a llegar al área metropolitana los hijos de la inmigración latinoamericana que vino unas décadas atrás (hijos de la generación 1.0, sobre todo femenina, que se había dedicado a tareas domésticas y de cuidado). "Estos chicos y chicas nacidos en América Latina (generación 1.5) cruzan "el charco" para agruparse con sus madres y muchos no saben ni a dónde van. Vienen contra su voluntad, se les ha idealizado el modelo de vida europeo, y enseguida empiezan a sentir soledad".

Cuando se incorporan a las clases del instituto, se encuentran a personas como ellos, con las que se entienden y se identifican: mismo lenguaje verbal y musical, lengua compartida, experiencias similares, etc. Hay un reagrupamiento. No sólo conectan con latinos, sino también con otros grupos, como mulatos o autóctonos".

Analizar las bandas juveniles a partir de los conflictos y de la mediación

"Cuando hay conflictos se generan unos procesos y aquí es el momento en que podemos empezar a intervenir los antropólogos. Es entonces cuando se ofrece la posibilidad de pactar una tregua, la senda habitual desaparece y comienza un camino interesante", afirmó Carles Feixa. Según el catedrático, "si hay recursos, ayudas internas y externas, implicación de las instituciones públicas, criminólogos y otros expertos, se pueden evitar conflictos y el mal mayor, como puede ser la cárcel o incluso la muerte".

Como ejemplo, el ponente se situó en el año 2005, cuando el Ayuntamiento de Barcelona impulsó un estudio (proyecto JOVLAT) dirigido por él mismo, con entrevistas a jóvenes latinoamericanos, pertenecientes a las bandas Latin Kings y Ñetas. Esta iniciativa permitió una tregua, iniciada por las dos personas pertenecientes a estos dos grupos, que participaban en unos encuentros.

A partir de ahí, hubo un diálogo, con la intervención de la Sindicatura de Greuges, el Ayuntamiento de Barcelona y los Mossos, que desembocó en la legalización de las bandas y su constitución como asociaciones juveniles. En este contexto, se llevaron a cabo diversas actividades culturales y de participación y hubo una disminución real de los conflictos.

Criminalizar las bandas no es solución

Desgraciadamente este ejemplo de mediación no siempre se ha seguido, y como muestra, Carles Feixa habló de las experiencias en Madrid: ya desde un primer momento, a mediados de la década de 2000, se criminalizaron las bandas juveniles. Esta situación se vio agravada en 2010 con una reforma del Código Penal, lo que permitió englobar las bandas en la categoría de "asociación criminal". Según Carles Feixa, también en el Ayuntamiento de Barcelona de esta época hubo un cambio de gobierno, y se pasó de la antigua voluntad de mediación al "vamos a por ellos", que implicaba dejar de lado temas de corrupción internos y centrarse en la persecución de las bandas.

"No se puede criminalizar a todo un colectivo. Si un conflicto se detecta a tiempo se puede trabajar preventivamente y hacer las cosas de otra manera"

"No se puede criminalizar a todo un colectivo. Si un conflicto se detecta a tiempo se puede trabajar preventivamente y hacer las cosas de otra manera", aseguró Carles Feixa. Y añadió: "Sólo el 1% de la criminalidad en España se puede vincular a estos grupos, y en las cárceles, el porcentaje de reclusos que pertenece a bandas es mucho más elevado", lamentó.

Entre 2010 y la actualidad aparecen nuevas bandas, como las Black Panters, Lobos Callejeros (jóvenes norteafricanos que se les vincula de manera errónea al jihaidsmo), los 3nis, Mara Salvatrucha o Gatos Locos, y a partir de 2016, hay un repunte de las bandas latinas. Los periodos de tregua y de guerra se siguen alternando, y surgen otros proyectos de mediación, como YOUNGANG, encabezado por Carles Feixa, en el que intervienen universidades y ONG.

TRANSGANG, las bandas juveniles transnacionales en la era global

Actualmente, el proyecto "TRANSGANG", bajo la dirección de Carles Feixa, quiere analizar los experimentos de mediación comunitaria que ha habido a nivel internacional, para comprobar si el respeto entre las bandas es real o una mitificación, y cuáles son las vías de interacción.

Con el foco puesto en las bandas juveniles transnacionales en la era global, se estudian doce ciudades de todo el mundo, pertenecientes a Europa, América y África, entre ellas Barcelona.

De la capital catalana se analizará especialmente el período que va desde 2013 hasta la actualidad, una época en que los jóvenes que forman las bandas ya se puede decir que son de la segunda generación.

Album de fotos del acto publicado en Flickr

 

Lliçó inaugural del grau en Criminologia i Polítiques Públiques de Prevenció 2018-2019

 
 

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