Ana Freire es investigadora postdoctoral en el Grupo de Investigación Ciencia Web y Computación Social del Departamento de Tecnologías de la Información y las Comunicaciones (DTIC) de la Universidad Pompeu Fabra. Estudia técnicas de recuperación de información para hacer los grandes motores de búsqueda más eficientes y recientemente ha iniciado una línea de investigación que estudia la detección de comportamientos suicidas en redes sociales. Es promotora del nuevo grado en Ingeniería Matemática en Ciencia de Datos de la UPF y co-organiza Wisibilízalas, concurso para escuelas de primaria y secundaria para la divulgación y promoción del trabajo de las mujeres en tecnología.

— ¿En qué proyectos estás trabajando ahora mismo?

En el Grupo de Investigación Ciencia Web y Computación Social nos dedicamos a aplicar técnicas informáticas para buscar solución a diversas necesidades sociales, siempre desde el punto de vista de la tecnología web. Mis líneas de investigación en este grupo son fundamentalmente dos: la primera, cómo hacer los motores de búsqueda web más eficientes desde el punto de vista energético, y la segunda, detectar usuarios con comportamiento suicida en redes sociales. Fuera del ámbito de la investigación, coorganizo, junto con Aurelio Ruíz (UPF), el concurso Wisibilízalas, cuyo objetivo es dar a conocer el papel de la mujer en tecnología a estudiantes de primaria y secundaria.

— ¿Es cierto que se pueden llegar a prevenir comportamientos suicidas analizando las redes sociales?

Lo que podemos afirmar de momento es que usuarios con comportamiento suicida han sido autores de mensajes en redes sociales que pueden ser interpretados como señales de estas tendencias. Nuestro aporte consiste en diseñar algoritmos que sean capaces de aprender estas señales mediante, por ejemplo, análisis del lenguaje empleado. El objetivo final será que dichos algoritmos activen alertas para intervención psicológica en casos de riesgo.

— Recibiste el premio Big Data Talent Awards por tu tesis doctoral, ¿cuál fue la principal aportación de tu investigación?

La tesis propone un nuevo modelo matemático que permite reducir en torno al 30% el consumo energético de grandes motores de búsqueda, como pueden ser Google o Bing, que a diario reciben billones de consultas por parte de los usuarios. Dicho modelo permite adaptar de modo automático el número de servidores dedicados a procesar estas consultas, en función del tráfico que reciben, evitando que estén activos continuamente, o permitiendo su reutilización para otras tareas. La motivación principal de este trabajo fue el hecho de que el 2% de las emisiones de CO₂ en el planeta provienen del sector de las TIC. Sigo trabajando en este tema de investigación, y recientemente he publicado un trabajo en colaboración con investigadores de Yahoo Research en la revista  ACM Transactions on Information Systems.

— ¿Recuerdas alguna situación o hecho que determinara o influenciara en tu vocación científica?

Recuerdo mi vocación científica desde muy pequeña, pero creo que la pasión por la tecnología surgió cuando mi padre compró el primer ordenador para la empresa familiar a principios de los 90. Se convirtió para mí en un nuevo entretenimiento, y eso que simplemente utilizaba un editor de texto en una pantalla bicolor (a años luz de una simple tableta de hoy en día).

— Siguiendo tu ejemplo, ¿hay mujeres cursando el nuevo grado en Ingeniería Matemática en Ciencia de Datos?

Este grado se ha lanzado por primera vez en el curso actual 2017-2018, y lo cierto es que ha dado un giro a las estadísticas de género en ingenierías. Hasta ahora, en la Universitat Pompeu Fabra, el porcentaje de mujeres estudiando los grados de Ingeniería Informática o de Redes de Telecomunicaciones rondaba el 12%. El nuevo grado ha conseguido un asombroso balance con un 50% de mujeres. ¿Los motivos? Es una carrera nueva, con alta demanda laboral y, sobre todo, gran aplicación práctica en diversos ámbitos de la sociedad. Además, desde el DTIC dedicamos muchos esfuerzos antes del lanzamiento del grado, con el objetivo de romper los estereotipos masculinos asociados a ingenierías.

— ¿En qué consiste el concurso Wisibilízalas y que crees haber conseguido hasta el momento?

Wisibilízalas es un concurso dirigido a estudiantes de primaria y secundaria, en el que deben crear una página web con perfiles de mujeres españolas que están trabajando en tecnología actualmente. Los mejores perfiles serán añadidos a Wikipedia, ayudando así a reducir el desbalance de género que existe en esta enciclopedia en línea. El objetivo principal es que las niñas puedan tener referentes femeninos para animarse a estudiar carreras técnicas. Mediante unos cuestionarios pudimos comprobar que antes del concurso la mayoría no era capaz de nombrar a tan sólo tres mujeres trabajando en tecnología. Ya está en marcha la segunda edición, en la que se han inscrito casi 300 participantes de toda España. Las valoraciones que nos llegan por su parte son muy positivas, pues el concurso les permite no sólo conocer a mujeres inspiradoras, sino aprender a crear una página web y trabajar en equipo. En 2017, Wisibilízalas recibió la distinción especial por parte del Colegio Oficial de Ingenieros Informáticos de Catalunya en la 2ª edición del premio equit@T.

— ¿Qué les dirías a las chicas interesadas por la tecnología y las matemáticas? ¿Qué futuro les espera?

Hoy en día me preocupan más las chicas que no quieren estudiar carreras técnicas. A las que ya están interesadas en el mundo tecnológico, simplemente animarlas a introducirse en él, pues les espera un futuro prometedor. He visto varias publicaciones que aseguran que en 2020 no se cubrirán cientos de miles de puestos de trabajo tecnológicos en Europa por falta de personal cualificado. La sociedad necesita estos perfiles para aplicar en diferentes ámbitos (biomedicina, finanzas, energía, política…), lo que dota a las carreras técnicas de un gran atractivo y las convierte en una apuesta segura.

— ¿Te gusta la divulgación científica y la ciencia ficción? ¿Recomendarías muy especialmente algún libro o autor? Dinos porqué.

La divulgación científica ha tomado nuevos formatos gracias a iniciativas como las conferencias TED (Technology, Entertainment, Design). Es un modo fantástico para difundir ciencia y las ideas y trabajos más vanguardistas en formato audiovisual, lo que lo hace más atractivo y entretenido. Una de mis charlas favoritas es la de Stephen Petranek en 2015: “Your kids might live on Mars. Here's how they'll survive”. Diecisiete minutos de entretenimiento científico y, para algunos, quizá ciencia ficción.