En los últimos años ha crecido el interés por conocer cuál es la calidad de vida en las prisiones. Varias investigaciones han intentado captar el clima social de una prisión a través de varios instrumentos. La calidad de vida ha sido generalmente asociada a una buena organización (condiciones materiales, de seguridad y servicios). En este sentido, la evaluación de las prisiones se produce en Inglaterra a través de los Key Performance Indicators. En España, la Administración no ha desarrollado ningún instrumento análogo, aunque se han realizado investigaciones aplicando instrumentos como la Escala de Clima Social de Moss y otros han estudiado la percepción subjetiva de los internos de diferentes aspectos asociados a la vida en la prisión.

En este contexto, el Grupo de Investigación en Criminología y Sistema Penal de la Universitat Pompeu Fabra ha traducido la encuesta Measuring Quality of Prison Life (en adelante, MPQL), que ya ha sido aplicada en tres prisiones catalanas. Esta encuesta ha sido elaborada por el Instituto de Criminología de la Universidad de Cambridge y ha sido adoptada por el National *Offender Management Service (NOMS) del Reino Unido. Los primeros resultados del análisis muestran la diferente valoración de las prisiones bajo diferentes modelos de gestión. En este sentido, el reto es conocer cuáles son aquellos aspectos que en opinión de los internos inciden más en el cumplimiento de la condena y en la calidad de vida de la prisión. 
En este contexto, esta investigación va dirigida a estudiar el efecto de los programas de tratamiento psico-conductuales a las prisiones catalanas (programa de tratamiento de delitos violentos como DEVI, VIGE, VIDO o SAC; programa de preparación de permisos; programa de seguridad en el tránsito; programa de resolución de conflictos) en la calidad de vida de los internos.

En este sentido la investigación pretende:

a) Determinar en qué grado los programas de tratamiento influyen en la calidad de vida a las prisiones.
b) Conocer si estos programas tienen un efecto diferente según diferentes características sociodemográficas (cómo, por ejemplo, el género o la nacionalidad) o de la pena (cómo, por ejemplo, el tiempo hasta la salida de la prisión).

La respuesta a estas preguntas de investigación puede permitir orientar en qué condiciones los programas de tratamiento y de rehabilitación tienen un impacto en la calidad de vida de los internos. La calidad de vida a las prisiones está asociada a una mayor legitimidad del sistema que se prevé que produzca varias consecuencias como una menor conflictividad, una mayor seguridad, menor radicalización y es posible que influya en unas menores tasas de reincidencia. Por otro lado, puede ayudar a identificar aquellos colectivos en que los tratamientos no están teniendo un efecto por la calidad de vida, para poder desarrollar mejoras dentro del programa.