Artículo publicado en el Ara el 13 de julio del 2021

En 2019 el Parque de los Aiguamolls del Empordà difundía en su Facebook una dura imagen. Una cigüeña colgaba estrangulada de una rama de un árbol, con una soga de plástico apretándole el cuello, justo ante su nido y su pareja. El pájaro se había enroscado con un plástico desfilado, que probablemente había cogido de los campos del mismo parque natural o del vertedero cercano de Pedret i Marzà. Quizá quería hacer el nido más blando para los polluelos que estaban gestando o tal vez lo había recogido por su apariencia comestible.

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