Atrás Bcn en tiempos de coronavirus: una ciudad más allá del turismo. Cristina Pujades

Bcn en tiempos de coronavirus: una ciudad más allá del turismo. Cristina Pujades

Cristina Pujades, catedrática del Departamento de Ciencias Experimentales y de la Salud y vicerrectora para política de retención y captación de talento de la UPF.
29.06.2020

 

Barcelona es un polo científico importante y de reconocido prestigio internacional en cuanto a la investigación biomédica. Esto se debe sobre todo a una voluntad colectiva continuada, tanto política, por parte de las administraciones públicas y las instituciones académicas y sanitarias, así como de los propios investigadores.

Artículo publicado en el dario Ara el 25 de junio de 2020

Barcelona es conocida en todo el mundo como una ciudad turística; una ciudad que combina el acceso al mar y en las playas, con una vida en la calle agradable, divertida. Pero Barcelona es algo más que eso, y lo hemos podido comprobar durante la crisis global sanitaria que ha comportado la pandemia del coronavirus. Se ha demostrado la capacidad de Barcelona para afrontar este reto, gracias a los grandes profesionales de que dispone y los hospitales públicos, que han asumido esta responsabilidad en unas condiciones muy mejorables.

Actualmente Barcelona es un polo científico importante y de reconocido prestigio internacional en cuanto a la investigación biomédica. Esto se debe sobre todo a una voluntad colectiva continuada, tanto política, por parte de las administraciones públicas y las instituciones académicas y sanitarias, así como de los propios investigadores. Juntos hemos sido capaces de construir en los últimos 20 años un sistema de investigación científica relevante, ya que en los años 80 ya se establecieron las bases del sistema I+D en España con el segundo gobierno en nuestra nueva democracia. En el año 2000, con la creación de un departamento de Universidades, Investigación y Sociedad de la Información (DURSI), Cataluña apostó claramente por la investigación científica, primero creando centros de investigación de excelencia (CERCA) y atrayendo talento internacional (ICREA) y más tarde promoviendo investigadores académicos (distinciones nacionales e ICREA Academia). Finalmente, se pusieron en marcha las grandes infraestructuras de apoyo a la investigación, en colaboración con el gobierno español. Estas inversiones han supuesto que podamos disponer de infraestructuras tan importantes como el superordenador MareNostrum (2004), el Centro Nacional de Análisis Genómico (CNAG, 2009) o el Sincrotrón Alba (2010). Todo un entramado complejo y coordinado con el objetivo de ponernos en el mapa de la ciencia mundial y generar un polo científico internacional. Hemos sido suficientemente atractivos para que centros de investigación internacionales pensaran que valía la pena establecerse en Barcelona, ​​como fue el caso, en 2017, del European Molecular Biology Laboratory (EMBL), un centro internacional pionero en estudios de biomedicina.
 
Hemos sido suficientemente atractivos para que centros de investigación internacionales pensaran que valía la pena establecerse en Barcelona, ​​como fue el caso, en 2017, del European Molecular Biology Laboratory (EMBL), un centro internacional pionero en estudios de biomedicina.
 
Por lo tanto, tenemos una ciudad que tiene grupos de investigación biomédica reconocidos internacionalmente y hospitales públicos con profesionales muy potentes en la investigación médica, y en los últimos años hemos construido infraestructuras que hace 30 años no tendríamos ni podíamos imaginar. Además, hemos logrado construir una comunidad científica internacionalizada, conectada y multinterdisciplinaria, preparada para afrontar los nuevos retos de bienestar planetario. En este sentido, el Ayuntamiento de Barcelona ha apostado por desarrollar el proyecto de la Ciutadella del Conocimiento, un proyecto que debería poner la investigación científica en el centro geográfico de la ciudad, en colaboración con la Universidad Pompeu Fabra y otras instituciones científicas de primer nivel.
 
La emergencia sanitaria actual nos ha recordado nuestra vulnerabilidad. Es interesante destacar que en Barcelona hay muchos grupos de investigación que están investigando diferentes aspectos de la Covid-19 (virología, inmunología, epidemiología, etc.) y trabajando intensamente. Estos estudios van desde intentar entender cómo el virus utiliza la maquinaria celular para multiplicarse y otros aspectos fundamentales de la infección hasta la búsqueda de las maneras posibles de atacar el virus, una vez infectado, a partir de la utilización de antivirales ya conocidos, o del desarrollo de nuevas moléculas que podrían inhibirlo. Esto, junto con el desarrollo de las industrias y spin-offs en torno a la biomedicina, permite creer que en un futuro no muy lejano podremos continuar trabajando en nuestros laboratorios con más tranquilidad respecto a nuestra salud de la que tenemos ahora.
 
Sin un apoyo financiero decidido y comprometido por parte de las instituciones públicas y privadas, será mucho más difícil que lleguen los frutos de la investigación y su capacidad de transformación de nuestra economía. Sería una gran lástima perder esta oportunidad para una ciudad como Barcelona.
 
Está claro que, sin un apoyo financiero decidido y comprometido por parte de las instituciones públicas y privadas, será mucho más difícil que lleguen los frutos de la investigación y su capacidad de transformación de nuestra economía. Sería una gran lástima perder esta oportunidad para una ciudad como Barcelona, ​​que, con urgencia, necesita creerse con convicción y compromiso que de verdad aspira a ser mucho más que el magnífico destino turístico que la pandemia ha puesto contra las cuerdas.

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