Esta terrible crisis de la COVID-19 está poniendo de relevancia más que nunca la importancia capital de les infraestructuras digitales. Ahora mismo, las redes de comunicaciones están aguantando la actividad económica y haciendo tolerable el confinamiento de la población.

En las sesiones de presentación de los grados de ingeniería de la UPF, el profesor Rafael Pous y yo disfrutamos argumentando que la ingeniería es la mejor profesión del mundo, porque es la que más ha hecho para mejorar la calidad de vida de las personas. En efecto, el mundo en que vivimos, con todas sus comodidades, está pensado, diseñado y construido por ingenieros. Sospecho pero que, la próxima vez que tengamos la suerte de hacer una presentación de este tipo, modularemos el discurso y proclamaremos que la ingeniería es la segunda mejor profesión del mundo, después de la medicina y sus satélites.

La adaptabilidad y la resiliencia son algunos de los principales atributos de las redes modernas, fruto de un enorme esfuerzo por parte de los ingenieros, y nunca como ahora estos atributos habían sido puestos a prueba

Esta concentración de actividad está tensionando las redes, con una demanda varias veces superior a aquella por la que están dimensionadas, pero las redes aguantan y aguantarán. Entre sus muchas virtudes está la elasticidad, que no es infinita pero sí muy considerable. Un ejemplo es el video streaming, que supone aproximadamente dos tercios del tráfico que se mueve por las redes. En momentos de congestión, el streaming no se bloquea, sino que reduce gradualmente su resolución para ajustarla a la capacidad disponible, y la calidad vuelve tan pronto como esta capacidad aumenta de nuevo. En momentos de disponibilidad, se descargan contenidos por adelantado y se guardan en buffers y cachés (términos técnicos que se refieren a diferentes tipos de memoria). A los contenidos con menos tolerancia al retraso (videoconferencias, videojuegos) se les da prioridad por delante de transmisiones resistentes a ciertos niveles de retraso (correos electrónicos, mensajes whatsapp, páginas web, descarga de películas). La adaptabilidad y la resiliencia son algunos de los principales atributos de las redes modernas, fruto de un enorme esfuerzo por parte de los ingenieros, y nunca como ahora estos atributos habían sido puestos a prueba.